James Cameron fue el dueño absoluto de la taquilla con Titanicdurante 15 semanas consecutivas. Ninguno de los estrenos posteriores a la película de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet conseguía robarle el primer puesto. Sin embargo, cuando ya se fue desinflando llegó una película de ciencia ficción que logró colarse en el top del mercado estadounidense: Perdidos en el espacio(1998). ¿No la recuerdas? Ni tú ni nadie, la cinta fue un fracaso absoluto. Eso sí, como recuerda nuestra web hermana Espinof, se quedó el mérito de haber destronado a Cameron.
La película está basada en la serie Lost in Space que estuvo en emisión entre 1965 y 1968. Se centra en la familia Robinson, la cual ha sido elegida para colonizar el espacio en un programa urgente del gobierno tras comprobar que los recursos de la Tierra se están agotando rápidamente. La pareja de padres y sus tres hijos son criogenizados durante 10 años para llegar al otro lado del sistema solar y allí prepararlo todo para la colonización.

New Line Cinema
Stephen Hodkins, cuyo trabajo más conocido es Depredador 2(1990), fue elegido como director y tanto Industrial Light & Magic como Jim Henson’s Creature Shop, dos grandes compañías de la fantasía cinematográfica, estuvieron a cargo de los efectos visuales. New Line Cinema confiaba mucho en ella, por lo que invirtió 70 millones de dólares en el presupuesto. Su gran esperanza era poder convertirla en una franquicia multimedia con la que poder sacar series y ‘merchandising’ al más puro estilo Star Wars.
De hecho, algo de eso se percibe en el reparto. Uno de sus protagonistas es Matt LeBlanc, el mítico Joey de Friendsque por aquella época gozaba de una popularidad enorme. También participaron Gary Oldman, Jared Harris, William Hurt, Heather Graham y Mimi Rogers.
Nada les salió como habían imaginado. La crítica se cebó con Perdidos en el espacio, otorgándole un 27% y señalando abiertamente que había sido torpemente dirigida y había perdido todo el encanto de la serie por el camino. Lo peor de todo es que el público también se olvidó pronto de ella y, aunque en el primer fin de semana fue bien acogida, pronto se desinfló la burbuja y sus ingresos descendieron rápidamente. En total, se llevó 136 millones de dólares y el estudio decidió tirar a la basura sus planes de construir una saga.
En 2018 vivió un renacimiento cuando Netflix estrenó una serie de mismo nombre que aguantó tres temporadas. Al contrario de lo que ocurrió con la película, Lost in Space fue muy bien acogida tanto por público como por crítica y cuenta con un 85% en su valoración. Aquí sí lograron preservar el encanto de la serie original y volvieron a atraer a los más fieles de la ciencia ficción.