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Arda, de mal en peor
Regreso al Bernabéu… y nueva oportunidad concedida por Carlo Ancelotti a Arda Güler (20 años). El turco, que ha vivido un intenso y formidable parón de selecciones en un doble enfrentamiento ante Hungría, fue titular ante el Leganés. El tardío regreso de Vinicius, Rodrygo, Endrick y Valverde le hacían acreedor al puesto, pero fue otra ocasión desperdiciada. De héroe con Turquía a un jugador que empieza a ser residual en la plantilla madridista. De marcar a Hungría un sensacional gol y volver a ser portada de los grandes medios otomanos a escuchar algunos tímidos pitos de la grada del Bernabéu…
El turco, que volvió a ser titular en el once madridista, no acaba de romper en la que debería ser su temporada de asentamiento en la rotación madridista
Regreso al Bernabéu… y nueva oportunidad concedida por Carlo Ancelotti a Arda Güler (20 años). El turco, que ha vivido un intenso y formidable parón de selecciones en un doble enfrentamiento ante Hungría, fue titular ante el Leganés. El tardío regreso de Vinicius, Rodrygo, Endrick y Valverde le hacían acreedor al puesto, pero fue otra ocasión desperdiciada. De héroe con Turquía a un jugador que empieza a ser residual en la plantilla madridista. De marcar a Hungría un sensacional gol y volver a ser portada de los grandes medios otomanos a escuchar algunos tímidos pitos de la grada del Bernabéu…
Curiosamente, fue en Leganés, en el estadio de Butarque donde se puede situar este frenazón en su carrera en el Madrid. Aquella noche fue titular en el partido de Copa ante el equipo pepinero. Jugó 75 minutos, antes de ser sustituido por Ceballos, pero es como si hubiera pasado de largo por el mismo: Ancelotti le situó como extremo derecho y arrancó con fuerza y con ganas. Inmiscuyéndose en el juego blanco, pero conforme fue avanzando el partido, se fue difuminando. Dio la sensación de no encontrarse cómodo en el campo. Posteriormente volvió a ser titular ante la Real Sociedad en Copa. Igual que ante el Lega, volvió a pasar de puntillas…
Ante el Leganés, casi dos meses después del partido copero, Arda muestra una hoja de servicios casi imperial: un penalti forzado (con el que Mbappé abrió el marcador), tres duelos ganados (de tres intentados, 100% de efectividad), cinco ocasiones creadas, siendo dos clave y tres normales, 61 toques con un 93% de efectividad (43 de 46 centros) a la hora de pasar el balón, recibió dos faltas e interceptó una vez el balón (poco trabajo defensivo, algo que le exige el técnico italiano)… Pero dejando una sensación de desconexión para con sus compañeros… justo en un momento de la temporada en el que a los blancos les vienen curvas, con una semifinal de Copa a las puertas, la persecución liguera con el Barcelona y una eliminatoria de cuartos de Champions ante el Arsenal. Ahí es nada.
Ancelotti sigue confiando en él. El problema es que para que un jugador crezca en el aspecto psicológico necesita de dos factores: continuidad y confianza. Más en este tipo de jugadores virtuosos, jóvenes y llamados a hacer grandes cosas en el futuro. Pero desde aquella noche en Butarque, Arda no ha jugado en ocho partidos importantes: cuatro de Liga (Atlético de Madrid, Osasuna, Girona y Rayo Vallecano) y los cuatro de los dobles enfrentamientos en Champions ante el Manchester City y el Atlético de Madrid…
Justo el día antes de medirse a la Real Sociedad en Copa, Ancelotti le mandó un velado y moralizante mensaje, tanto a él como a Endrick: “Todos los que tengan dudas pueden venir a mi despacho.Leo que hay un Caso Güler, pero ese caso no ha llegado aquí. Es un proceso para él y para todos los jóvenes. Pasó con Rodrygo, Vinicius, Valverde… Necesita tiempo para incorporarse a la mejor plantilla del mundo. Todo el mundo lo entiende y el que no lo entienda, tiene que hacerlo”, explicaba el técnico italiano. Aunque posteriormente, le mandaba otro mensaje, este explícito al joven turco: “Todos los días le veo más o menos contento y es normal.No quiero ver a un jugador feliz cuando no juega. Veo a un jugador que trabaja, aprende y quiere jugar. Esto es una pequeña parte del tiempo que yo paso con él. Él pasa mucho tiempo con otras personas. No sé si tienen la misma idea que tengo yo con él. Para que mejore y pueda jugar en el Real Madrid. Esto es una falta de comunicación…”. Tras el partido, Ancelotti fue claro: “Ha jugado bien, mostrando sus calidades. Es un jugador que toca muy bien el balón, ve muy bien el juego y, aunque no es tan desequilibrante como los otros delanteros, tiene un manejo muy bonito y ha sido útil. Lo cambié para meter piernas frescas y más contundencia arriba, nada más…”. Falta de comunicación o no, mucho debe cambiar Arda para ser una pieza clave en la rotación de la plantilla en este apasionante y complicado final de temporada… Los mensajes cada vez son más concluyentes…
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