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Negociaciones de coalición: ¿se podría perder la nacionalidad alemana por antisemitismo?

A los «partidarios del terrorismo, antisemitas y extremistas» se les podría revocar el pasaporte alemán si poseen una segunda nacionalidad. Esto es lo que negocian la CDU/CSU y el SPD. Los críticos ven un trato desigual.
Durante las negociaciones de coalición entre la CDU/CSU y el SPD parece que hubo fuertes discusiones, algunas terminadas con un portazo. Eso filtraron a la prensa los participantes. Sobre todo en el grupo dedicado a cuestiones de inmigración e integración, las posturas eran muy enfrentadas. Ya hay un borrador inicial para el acuerdo de coalición al que DW tuvo acceso. Bajo la rúbrica «Ley de ciudadanía», se lee:
- «Estamos comprometidos con la reforma de la ley de ciudadanía. Examinaremos si constitucionalmente podemos revocar la ciudadanía alemana a los que apoyen el terrorismo, antisemitas y extremistas que exigen la abolición del orden fundamental libre y democrático si poseen otra nacionalidad».
Poco después, Dirk Wiese, del SPD, intentó presentar esto como un éxito. Wiese explicó a DW que su partido había garantizado que se mantuviera la posibilidad de la doble nacionalidad, algo que la CDU quería revertir. «Todavía tenemos la opción de obtener la ciudadanía después de cinco años», dijo, después de aprender el idioma «en tres años».
Sin embargo, el SPD acabó cediendo al incluir en el borrador que el pasaporte se pueda revocar en determinadas circunstancias. El lunes, los grupos de trabajo presentarán sus conclusiones. Algunos socialdemócratas temen un trato desigual: ¿la naturalización sería, en última instancia, sólo una especie de período de prueba? ¿Un alemán con un segundo pasaporte no sería, al final, igual de alemán?
¿Alemanes en período de prueba?
Políticos del SPD, como el alcalde de Bremen, Andreas Bovenschulte, ya habían advertido sobre esto antes de las negociaciones. Lanzar ese mensaje a los cinco millones de personas que viven en Alemania con dos pasaportes es «un problema realmente grande», dijo a la revista Der Spiegel. «Les produce la impresión de que su ciudadanía vale menos», observó.
Este es el sentimiento que tiene Abdel (cuyo verdadero nombre es otro). Es alemán, nacido en Berlín. Y también es palestino, su abuela nació en Jerusalén Este. Además de la ciudadanía alemana, Abdel también tiene la ciudadanía jordana. «La situación es muy tensa. Podría resultar incómoda para gente como yo», dice. No quiere que su nombre real se publique en un artículo.
Clara Bünger, diputada en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán) del partido La Izquierda, habla de una «ley de ciudadanía a dos niveles». «¿Quién pertenece aquí y quién no? Eso es justo lo último que se necesita en una sociedad migratoria. Necesitamos normas muy claras y seguridad jurídica para todos, así como igualdad de derechos para todos en Alemania», explica.
De «terrorista» a «simpatizante del terrorismo»
La Ley Fundamental alemana (Constitución) establece que el Estado no puede revocar la ciudadanía alemana. Pero hay excepciones: por ejemplo, a quien se une como combatiente a un grupo clasificado como organización terrorista en Alemania, como Estado Islámico (EI), se le puede revocar el pasaporte alemán según la legislación actual, pero sólo si esa persona tiene un segundo pasaporte.
Sin embargo, durante la campaña electoral, la unión de CDU/CSU pidió en repetidas ocasiones que se endurezca esta normativa. A principios de enero, el candidato a canciller Friedrich Merz anunció que desnaturalizaría a los «criminales» con doble pasaporte. Y poco después, Markus Söder escribió en X: «¡Quien pida un califato debe tener revocada su doble ciudadanía!». La unión impuso su postura en el actual borrador, en el que ser identificado como «partidario del terrorismo» o «antisemita» será suficiente para revocar un pasaporte alemán. Pero ¿cómo se definen estos términos?
En Alemania, el antisemitismo no es en sí mismo un delito penal, pero sí el de incitación al odio, que se aplica a muchas declaraciones antisemitas, incluida la negación del Holocausto. Además del procesamiento penal, ahora podría haber una amenaza de desnaturalización, que sólo se aplica a los ciudadanos con doble nacionalidad. Los críticos ven esto como un trato desigual en comparación con las personas que puedan expresar opiniones antisemitas, pero sólo tengan pasaporte alemán.
«Se trata de excluir a ciertos grupos, personas de países árabes o musulmanes», dice Elad Lapidot, profesor de estudios judíos en la Universidad de Lille.
¿Quién es «un antisemita”?
Lapidot considera preocupantes los planes del que probablemente será el próximo gobierno federal. También que el Bundestag reafirmó en una resolución reciente que sigue la definición IHRA de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto como criterio para el antisemitismo. Cita 11 ejemplos de antisemitismo, la mayoría de los cuales están relacionados con Israel. Por consiguiente, es antisemita negar al pueblo judío el derecho a la autodeterminación, por ejemplo, al describir a Israel como un proyecto «racista». Uno de los ejemplos que puede interpretarse de forma muy amplia.
Los partidarios de la IHRA sostienen que acusar al Estado de Israel de apartheid es antisemita, también porque retrata al país como una «empresa racista». El lema «Del río al mar» -desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo (hoy Israel y Cisjordania, ocupada por Israel)- niega a Israel el derecho a existir, o para usar las palabras de la IHRA, «al pueblo judío su derecho a la autodeterminación». El Ministerio del Interior alemán lo incluyó en la lista de símbolos prohibidos como «distintivo de Hamás». Sin embargo, los tribunales han dictaminado repetidamente que el eslogan no es en absoluto claro. También podría ser una reivindicación de igualdad de derechos para todas las personas de la zona, especialmente con el añadido «Del río al mar, exigimos igualdad».
Los críticos de la definición de la IHRA, investigadores como Lapidot, también han sido tildados de «antisemitas». «No hay por qué compartir esas críticas, pero formularlas y expresarlas es esencial para una democracia», afirma Lapidot, cofundador de la Asociación de Académicos Palestinos y Judíos.
Privación de la ciudadanía alemana bajo el régimen nazi
Pero Lapidot también tiene preocupaciones personales. Tiene un pasaporte alemán y otro israelí. Una parte de su familia es originaria de Hamburgo. En 1934, la familia pudo escapar a lo que entonces era el Mandato Británico de Palestina. Como muchos judíos alemanes que huyeron al exilio debido a los nazis, fueron despojados de su ciudadanía alemana bajo la legislación nazi tan pronto estuvieron en el extranjero.
«En Alemania ya se crearon una vez ciudadanos de segunda clase», recuerda Lapidot. «Luego se les despojó de su ciudadanía».
En la República Federal, como muestra de reparación por esta injusticia, se consagró en la Ley Fundamental la renaturalización de las «personas perseguidas por el régimen nazi a las que se les negó la ciudadanía alemana por motivos políticos, raciales o religiosos». Esto también se aplica a sus descendientes. Así obtuvo la ciudadanía alemana Lapidot, que creció en Israel.
¿Influencia del populismo de derecha?
También le preocupa mucho la gran popularidad del partido AfD, que en parte es de extrema derecha. «En un momento en que se están reviviendo las políticas y visiones políticas defendidas por fascistas y nazis en la década de 1930, presentar el antisemitismo como importado por los árabes, los palestinos y los musulmanes», dijo Lapidot, es «cínico y extremadamente inquietante». El antisemitismo se convirtió en una «ideología genocida» en Alemania, dijo Lapidot, y nunca desapareció de la sociedad alemana. Ni hasta el día de hoy.
Bünger está convencida: «El documento exploratorio lleva claramente la firma de la AfD. La presión desde la derecha ha propiciado este endurecimiento del planteamiento».
Abdel, que participa periódicamente en manifestaciones propalestinas, está considerando entregar voluntariamente su pasaporte jordano. El joven berlinés no quiere bajo ningún concepto arriesgarse a perder su pasaporte alemán. «Sé que no soy antisemita», dice. «Revocar mi ciudadanía no sería más que un medio contra la libertad de expresión», expresa.
La revisión constitucional aún está pendiente
Todavía no está claro quién decidirá en última instancia si alguien es «antisemita» y podría ser despojado de su doble ciudadanía. El borrador del documento dice: «Partidarios del terrorismo, antisemitas y extremistas que piden la abolición del orden básico libre y democrático».
El delegado del gobierno federal contra el antisemitismo, Felix Klein, respondió a las peticiones de DW que no quiere hacer comentarios sobre el documento de la coalición «en este momento», ya que todavía está en borrador.
Sin embargo, antes de que los tribunales puedan examinar si la acusación de ser «partidario del terrorismo, antisemita o extremista» se aplique a ciertos individuos, el párrafo del documento de la coalición debe ser revisado a la luz del derecho constitucional.
El SPD parece esperar que el texto no resista el escrutinio jurídico de inconstitucionalidad. Dirk Wiese, miembro del equipo del partido en las negociaciones para la coalición de gobierno está tranquilo. «Personalmente tengo una opinión jurídica clara sobre cuál será el resultado de tal revisión», señala. Los posibles afectados por esta normativa no lo están tanto.
(lgc/rr)
A los «partidarios del terrorismo, antisemitas y extremistas» se les podría revocar el pasaporte alemán si poseen una segunda nacionalidad. Esto es lo que negocian la CDU/CSU y el SPD. Los críticos ven un trato desigual.