Baloncesto
Langarita se desmelena en Oviedo: “Es lo mejor que pude hacer”

Lucas Langarita tomó el toro por los cuernos el pasado mes de diciembre. Sin muchas oportunidades en su casa, en el Casademont Zaragoza, el joven escolta (20 años y 1,92 m) se mudó a Oviedo. Llegó cedido a un club humilde, cuyo objetivo para esta temporada era no descender dentro de una de las mejores y peligrosas LEB Oro de siempre.
El escolta sobresalió en el triunfo asturiano en Fuenlabrada el pasado domingo con 28 puntos. Este sábado, duelo ante el Morón (18:30 horas).
Lucas Langarita tomó el toro por los cuernos el pasado mes de diciembre. Sin muchas oportunidades en su casa, en el Casademont Zaragoza, el joven escolta (20 años y 1,92 m) se mudó a Oviedo. Llegó cedido a un club humilde, cuyo objetivo para esta temporada era no descender dentro de una de las mejores y peligrosas LEB Oro de siempre.
“Es lo mejor que he podido hacer, ya que, en el Casademont, con la calidad de jugadores que hay en mi puesto, era complicado tener una continuidad de minutos y de juego”, asegura a AS un Langarita que en su primer encuentro marcó territorio. Su Oviedo ganaba por 95-70 y él aportaba 19 tantos con un 4 de 6 desde el triple.
Llegar y besar el santo, como se dice. Pero ahí no se quedó la cosa. El zaragozano fue fundamental en los dos grandes triunfos del Alimerka esta temporada, ambos en Madrid. Primero, la toma del Movistar Arena. Una victoria ante el Estudiantes, que se puso 24 arriba (33-9) en el segundo cuarto. No encestó mucho, solo 9 tantos, pero su anotación mantuvo a flote y comenzó la reacción de los suyos antes del descanso.
Y si magnífico fue ese asalto a la capital, no se queda a la zaga de la conquista del Fernando Martín del pasado domingo 23. Frente al Flexicar Fuenlabrada, tercer clasificado de la Primera FEB, Langarita se erigió como un martillo: 28 puntos (3 de 6 en triples), 30 de valoración y 93-97 para el Oviedo.
Como en casa
En la ciudad asturiana se encuentra como en “casa”, asegura: “Desde mi llegada me han tratado con mucho cariño. Y ese cariño y esa ilusión la he visto trasladada tanto con mis compañeros de equipo, con el staff técnico, la directiva y el presidente, así como con la afición del Fortín de Pumarín, que es increíble”, continúa el escolta, convocado como invitado con la Selección a la Ventana de febrero.
Langarita es uno de los jugadores dentro del proyecto Golden Boys 2.0 que puso en marcha la FEB y Scariolo para mantener controlados a las futuras generaciones de jugadores españoles. En su palmarés, hay tres medallas en categorías inferiores: una plata europea Sub-18 y otra mundial Sub-17. Y el oro del Mundial Sub-17 de los nuevos Júniors de Oro.
El pabellón ovetense recibirá este sábado (18:30 horas) al Naturavia Morón, un lobo con piel de cordero: el colista ha sacado dos de sus únicas tres victorias en los últimos tres partidos. El triunfo alejaría, casi definitivamente, al Oviedo del descenso y dejaría el playoff a la vuelta de la esquina: está, con 10 victorias, a una de las eliminatorias por el ascenso.
“Nuestro objetivo principal es, evidentemente, mantener la categoría, aunque ahora mismo estamos en una dinámica muy buena. Nuestro deseo es conseguir meternos en el playoff y, para eso, vamos a luchar hasta final de temporada”, comenta el aragonés, que es el segundo máximo anotador español en la categoría con 11,88 tantos. El primero es Dani Díez, del Sïlbio San Pabo Burgos, con 11,95. Ocupan el puesto global 26 y 24, respectivamente.
El Oviedo ha levantado el vuelo en las dos últimas jornadas tras enlazar cuatro derrotas seguidas contra grandes de la competición: Betis, Palencia, Obradoiro y el resucitado Alicante. Castelló y Fuenla fueron sus presas. Morón puede ser la tercera. Y con Langarita medio camino está hecho.
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