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“El fútbol de élite no es el cuadro bonito que se ve de lejos. También tiene cosas negativas”
La severa crisis financiera que sufrió Argentina en torno al cambio de milenio obligó a salir del país a muchas familias buscando horizontes de mayor esperanza. La de Alexander Szymanowski (Buenos Aires, 1988) llegó a España cuando el pequeño hincha de Banfield tenía 12 años. El anhelado paraíso fue un sueño fugaz. El rumbo se torció y los apuros económicos fueron compañeros de viaje hasta que el fútbol le recompensó. Destacado protagonista en el histórico ascenso del Leganés en 2016 y héroe en la permanencia al año siguiente, lució su zurda por la banda izquierda de Butarque durante cinco temporadas…
Alexander Szymanowski llegó al Leganés en 2015, y se convirtió rápidamente en uno de los emblemas del equipo pepinero: ascendió a Primera y lo mantuvo con un gol suyo…
La severa crisis financiera que sufrió Argentina en torno al cambio de milenio obligó a salir del país a muchas familias buscando horizontes de mayor esperanza. La de Alexander Szymanowski (Buenos Aires, 1988) llegó a España cuando el pequeño hincha de Banfield tenía 12 años. El anhelado paraíso fue un sueño fugaz. El rumbo se torció y los apuros económicos fueron compañeros de viaje hasta que el fútbol le recompensó. Destacado protagonista en el histórico ascenso del Leganés en 2016 y héroe en la permanencia al año siguiente, lució su zurda por la banda izquierda de Butarque durante cinco temporadas…
—¿Ha celebrado el 4-1 a Brasil?
—Lo justo. Me alegró mucho, pero ya no vivo las euforias y las tragedias como cuando era adolescente. De todas formas, ver a Argentina golear al gran rival en el Monumental, donde yo fui de pequeño a ver a la selección, supone una enorme satisfacción.
—¿Se enfadó con la bravata de Raphinha?
—En absoluto. Sé que es parte del show. Lo hizo para calentar el ambiente, pero eso es algo muy típico en duelos de esta rivalidad.
—Ahora juega en el equipo de Casillas en la Kings League…
—Aún no conozco en persona al presidente. Me cuentan que está trabajando bien para el equipo y estoy deseando estrecharle la mano.
—Con poco que haya aprendido de Florentino lo hará bien…
—Desde luego. Florentino es un ejemplo y como presidente es insustituible. Su forma de gestionar un club tan grande es maravillosa.
—¿Sigue en activo?
—Sí. Aprovecho para decir que no me he retirado del fútbol profesional. Hasta hace poco he jugado en el Sanse, en 2ª RFEF y espero que llegue alguna propuesta interesante. En los últimos años, tras mis lesiones, he intentado recuperar un status parecido al que tenía antes, pero me he chocado contra una pared. Todavía no pierdo la fe. Me veo para estar a un buen nivel.
—Las lesiones le bajaron del tren del éxito…
—He tenido muchas. Desde los 15 años, cuando me rompí el cúbito y el radio, he pasado varias veces por el quirófano. He tenido problemas de pubis, isquios, me he roto el cruzado e incluso los dedos de un pie. Me han castigado bastante.
He tenido muchas lesiones a lo largo de mi carrera. Me han castigado bastante”
Alexander Szymanowski
—¿Cómo recuerda su marcha de Argentina?
—Como algo traumático. Era un niño y no entendía por qué tenía que dejar atrás todo lo que me importaba. Me estaban arrancando de mi raíz y de mi felicidad. El día del aeropuerto salí corriendo para no subir al avión. Mis hermanas, más pequeñas, lo entendían aún menos que yo.
—¿Y su llegada a España?
—Me pareció que estaba en Disney. Venía de una zona precaria y mi padre alquiló una casa en la sierra de Guadarrama con piscina y canchas de tenis. Era algo idílico. Pasé de la tristeza a la alegría enseguida.
—Pero el cuento no fue tan bonito…
—Vivimos muchas épocas de escasez y necesidad, tanto en Argentina como en España, de no llegar a fin de mes y tener que pedir prestado. Al venir a Madrid pusimos un bar, pero quebró, entramos en deuda y vivimos otra etapa muy dura. Fueron años de carencias en los que hubo que arrimar el hombro.
—¿Tuvo que trabajar?
—A los 15 años empecé colaborando en el bar de mi padre. Cuando empeoraron las cosas dejé el instituto e hice de encuestador, repartí alfombras, trabajé en una empresa de alarmas, de socorrista, de camarero, como dependiente en una cadena de material deportivo y tuve varios empleos más para poder aportar en casa. Así estuve seis años.
—¿El fútbol le recompensó tanto sacrificio?
—Sí. Mereció la pena. Mi propósito en este mundo era tener una estabilidad económica y ayudar a mi familia. Al fichar por el Brondby de Dinamarca fue como tocar el cielo con las manos. Todo mejoró de repente. De todas formas, el fútbol de élite no es el cuadro bonito que se ve de lejos. También tiene cosas negativas.
—¿Cómo cuáles?
—Un futbolista se obsesiona con los logros y olvida un poco el lado humano y las relaciones personales. Se centra en el éxito personal y en la élite te metes en una burbuja alejada de la realidad, que nada tiene que ver con el día a día de las personas normales. Todo es fácil y eso te separa de la vida real, de los afectos y del cariño. Yo viví las dos caras de la moneda. En poco tiempo pasé de no tener casi nada a tenerlo todo. Hace poco dijo De Paul en una entrevista que el futbolista vive en una cárcel de oro y estoy de acuerdo. Te quita libertad porque te absorbe. Al menos yo lo sentí así.
Estuve cuatro meses a prueba en el Real Madrid, pero no tenía residencia legal y ellos tampoco lo tenían muy claro, así que la aventura duró poco”
Alexander Szymanowski
—Estuvo cuatro meses a prueba en el Madrid siendo un niño…
—Desde que era un crío era seguidor del Real Madrid. Mis abuelos maternos viajaban con frecuencia a España porque tenían familia aquí y una vez me llevaron una equipación con el número 10 de Seedorf que me ponía casi siempre. Por eso me hizo mucha ilusión acceder a las pruebas del Madrid gracias a una carta de recomendación de Ferrocarril Oeste, mi club argentino. Lo disfruté mucho, pero no tenía residencia legal y ellos tampoco lo tenían muy claro así que mi aventura duró poco.
—También estuvo dos años en el Atleti…
—Fue la etapa de cadete. De todas formas, no era en la cantera sino en equipos la escuela. Como digo yo éramos los “malos” de las categorías inferiores.
—Llegó al Leganés en 2015 procedente de Dinamarca…
—Fueron los años más felices de mi vida. Amo la ciudad de Madrid como si hubiera nacido aquí. Por eso ganarme la vida haciendo lo que más me gustaba y al lado de mi familia me hizo el hombre más feliz del mundo. Encontré un club muy familiar y la compenetración fue perfecta.
—¿Fue mayor alegría el ascenso o la permanencia el año siguiente con gol suyo en Bilbao?
—Aún se me pone la piel de gallina cuando recuerdo esos momentos. A nivel colectivo el ascenso y en el plano personal la permanencia porque se logró con un gol mío.
—¿Qué no olvida de sus duelos ante el Madrid?
—Me impresionaba Carvajal. Siempre lo ha hecho. Me enfrentado varias veces a él en distintas categorías y era un fenómeno. Lo considero un monstruo como futbolista y además es de Leganés. Una vez en Butarque, en medio de una eliminatoria de Champions, ellos empezaron con los hipotéticos suplentes, salimos muy motivados y a los veinte minutos ya perdíamos 0-3. Cualquier jugador era impresionante.
—¿Admiraba más a Sergio Ramos que a Cristiano?
—Sí, aunque suene raro porque yo jugaba delante era y es así. Su valentía ofensiva, su liderazgo, lo que ha representado para el Madrid y para España me fascinaban. Junto a Casillas ha sido uno de los más grandes capitanes.
De Sergio Ramos me fascinaba la valentía ofensiva, su liderazgo, lo que ha representado para el Madrid y para España”
Alexander Szymanowski
—Usted fue un gran extremo. Ordene, por orden y según su gusto, a Vinicius, Rodrygo, Lamine y Raphinha…
—Muy difícil. Me mata (ríe). Por estilo me identifico, salvando las distancias, con Raphinha, pero siendo objetivo pongo primero a Vinicius y luego a Raphinha, Rodrygo y Lamine.
—¿Lamine último?
—Es muy bueno, pero aún tiene mucho que demostrar.
—¿Es exagerado que lo comparen con Messi?
—Eso se hace para vender periódicos, pero Messi es incomparable. Aunque Lamine es un talento precoz, Leo es irrepetible. Ni siquiera Maradona ha llegado a su nivel.
—Julián Alvarez no es extremo, pero está deslumbrando…
—No tiene nada espectacular, pero compite realmente bien. Casi no ha necesitado adaptación. Se fue del City porque pensaba que tenía que ser titular en aquel equipo ganador y eso ya dice mucho de su ambición.
—El Lega ya ganó en Barcelona…
—En el Bernabéu será más difícil. Tienen que coincidir el mejor día del Leganés y el peor del Madrid. Tengo mucho cariño al Madrid, pero ojalá haya un triunfo pepinero.
—¿Cuál es su principal arma?
—La ilusión y la necesidad. Ambas harán dar un plus a los que salgan al campo.
—¿A qué jugador en activo ficharía para su equipo de la Kings?
—A Modric. Es un jugador descomunal y un tipo admirable.
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