No deja de ser fascinante que 300 se base en un cómic de Frank Miller de apenas 88 páginas conformadas por 44 imágenes dobles, fascinantes de mirar pero que por sí solas no pueden justificar una película salvo, claro está, que le metan relleno a mansalva. Pero Zack Snyder fue lo suficientemente inteligente como para sacar toda la épica del relato de Miller y reconvertirlo en una cinta aún querida y recordada por todo el mundo. No es poca cosa.
¡Por Esparta (y los giros argumentales)!
Curiosamente, la novela gráfica de Miller tiene su origen, a su vez, en el cine: cuando era pequeño, vio la película El león de Esparta (en inglés, The 300 Spartans) y cambió, según él mismo, el camino de su vida creativa. De hecho, le gustó tanto que llegó a hacer una secuela de 300 titulada Xerxes, menos conocida pero que tuvo partes adaptadas en la muy inferior 300: El origen de un imperio. Por cierto, que ya hay otra en preparación. ¡Y yo diciendo que 88 páginas no daban para tanto!
Habrá que ver si son capaces de igualar la sutileza de esta primera parte, que muestra una increíble subtrama desenfocada. Al final del primer acto, podemos ver a una mujer que lleva al consejero a la habitación de la Reina Gorgo para tratar de salvar a Leonidas. Allí, Gorgo le informa que no puede confiar ni en las propias paredes de su pasado porque Terón tiene ojos y ídos en todos los lugares.
Legendary Pictures
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Luego descubrimos que es así: pasada la hora de metraje, y en un plano desenfocado, la mujer que llevó al consejero a la habitación de Gorgo se cobra su trabajo de manos de Terón mientras vemos a la reina en primer plano. El detalle no es nada fácil de pillar, pero el propio Snyder confirmó que lo puso a posta para dejar delineados del todo a sus personajes.
