Baloncesto
Homesley despierta al Granca de la pesadilla

A orillas del Bósforo, donde Estambul combina a la perfección Asia con Europa, se jugará el Gran Canaria el próximo miércoles su presencia en otra final de la Eurocup. Tras un último cuarto de vaivenes, donde los locales tenían el partido ganado y después perdido, entre Brussino y Homesley fabricaron un 2+1 imposible de este último que alzó el definitivo 69-68 al cielo del Gran Canaria Arena.
Su heroico 2+1, con el reloj prácticamente a cero, le da la victoria a su equipo ante el irreductible Bahcesehir. Todo se decide en Estambul.
A orillas del Bósforo, donde Estambul combina a la perfección Asia con Europa, se jugará el Gran Canaria el próximo miércoles su presencia en otra final de la Eurocup. Tras un último cuarto de vaivenes, donde los locales tenían el partido ganado y después perdido, entre Brussino y Homesley fabricaron un 2+1 imposible de este último que alzó el definitivo 69-68 al cielo del Gran Canaria Arena.
Con Brussino como prólogo y epílogo, lo mismo le daba picando desde la periferia que con una simple canasta debajo del aro, el Granca empezó el partido con un centelleante parcial de 9-2. Tampoco es que se apocara el Bahçesehir. Ayudó, claro, ese primer tiempo muerto de Radonjic cuando no se habían jugado ni cuatro minutos de partido. Reaccionó la formación otomana, contestona como ella sola. Así, si Albicy enchufaba desde la frontera, Bouteille contestaba también más allá del 6,75. 12-10 y su equipo anunciando que ya estaba ahí. Dos tiros libres del exterior francés le dieron la primera ventaja a la hueste turca, 15-16, antes de que el Granca recupera algo de aire al final del primer acto (24-21).
Ahora era Korkmaz quien, con cinco puntos del tirón, ponía al Bahçesehir al mando del marcador, apenas 29-30. Emergió entonces colosal la figura de Mike Tobey, un seguro de vida de los haya. Resulta que el pívot, rendimiento retraído el suyo hasta entonces, se cascó siete puntos del tirón que tampoco es que le sirvieran en exceso al Granca, que pese a la exhibición momentánea del norteamericano solo ganaba 39-34, misma distancia que registraba el marcador cuando sonó el bocinazo del descanso: 41-36.
Parecía sentarle mejor el receso a los de amarillo cuando Brussino apiló cinco puntos casi de una tacada para darle al Gran Canaria un brillante 50-42, acaso su mayor ventaja de todo el partido, desde luego un océano de distancia en un duelo tan parejo. Se recompuso sobre la marcha el Bahçesehir por medio de Korkmaz, un martillo pilón, y Sipahi, así que era del todo lógico el 52-50 con el que acabó el tercer cuarto.
Para el último se había dejado lo mejor Ponitka, otro ex ACB, que metió dos triples de sopetón para poner a su equipo con ventaja, 55-57, justo antes de que Brussino sacara la guitarra a pasear. El alero argentino, en su versión de solista instrumental, llega a parecer imparable. Que si un 2+1, después un triple, dos tiros libres para completar la partitura. Total, que se lució con ocho puntos del tirón, cuando peor estaba el Granca, para poner de nuevo a su equipo al mando: 65-64. Cuando el balón siempre es el primero en alzar la mano.
Sin embargo, se precipitó con un triple imposible que terminó de dilapidar las opciones insulares. Aquel fallo condenó al equipo de Lakovic, que no pudo defender peor aquella jugada turca que acabó con un mate sin oposición de Simonovic, que se confirmó como la peor pesadilla del Granca.
Sin embargo, Homesley llegó a tiempo para hacer sonar el despertador y, con aquel milagroso 2+1 tan bien coordinado con el saque debanda de Brussino, una jugada que todavía cuesta creer por su perfecta ejecución y el poco tiempo que había disponible, apenas dos segundos, le dio a los suyos la primera de las dos vidas que le hacen falta para meterse, dos años después, en otra final de la Eurocup. El desenlace, el próximo miércoles en Estambul.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí