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Renombrar provincias, entre división de ideas y resistencia cultural

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El proyecto de ley para cambiar el nombre a la provincia Peravia por el de Máximo Gómez, tambalea en el Congreso sin superar siquiera la primera fase.

A pocos días de haberse depositado en la Cámara Baja, los diputados Willy Sánchez y Carmen Leida Escarfuller, retiraron su apoyo, alegando que la decisión debe consensuarse con todos los sectores. 

El diputado Luis Báez, quien propuso la iniciativa, grabó un video pidiendo disculpa a los residentes de esa provincia, al tiempo que aclaró que retiraría la propuesta ante el rechazo de parte de los lugareños.

No es el primer intento de modificar el nombre. En 2011, el senador Wilton Guerrero encabezó una propuesta para retirarlo, que fracasó, a pesar de que la denominación ha estado vigente desde 1961.

El dilema está en el origen del nombre: un grupo sostiene que Ana de Pravia, esposa de Cristóbal Colón y Toledo (nieto del conquistador), no dejó una huella significativa, mientras que otro sector argumenta que, aunque Gómez fue una figura importante en Cuba, su trascendencia en Peravia también es cuestionable.

Un lento cambio cultural 

Cuando el Congreso aprueba el cambio de nombre de un territorio, no existen oposiciones legales, pues tras la promulgación del Poder Ejecutivo, la Junta Central Electoral (JCE) actualiza los registros rápidamente. 

La JCE, en pocos minutos empieza a emitir documentos con el nuevo nombre, y como las leyes no son retroactivas, quienes tienen documentos con el viejo, no tienen problemas.

La pendiente se inclina más en el aspecto cultural. La transición de un nombre a otro a menudo es difícil para la población.

En 2021, el alcalde Manuel Jiménez propuso renombrar Santo Domingo Este como «La Trinitaria», en honor a los independentistas, pero algunos habitantes se opusieron argumentando que ya estaban acostumbrados al nombre antiguo y que habían problemas más inmediatos, como la recolección de basura, eran más urgentes.

Historiador: es “complicadísimo”

Para el historiador Juan Daniel Balcácer, alterar la toponimia de un lugar genera problemas “complicadísimos». Cambiar el nombre no solo afecta la mentalidad de las generaciones, sino que también obliga a modificar cartografía, mapas, y libros de texto, un proceso que toma años.

Balcácer cita ejemplos aún vigentes en la memoria colectiva, como “la Feria” para referirse al Centro de los Héroes o “el Angelita” para el Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral. El primero fue asignado durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo al evento de 1955, conocido como La Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, mientras que el segundo remite a la  hija predilecta del dictador.

El historiador enfatiza la importancia de cambiar la mentalidad colectiva, señalando que el cambio debe ser respaldado por un consenso amplio y justificado, más allá de la admiración hacia los personajes históricos involucrados.

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Juan Daniel Balcácer, historiador dominicano. (FUENTE EXTERNA)

Un sí unánime en favor de las Mirabal

Quienes sí lograron éxitos fueron los que propusieron en 2007 que Salcedo pasara a llamarse Hermanas Mirabal. 

El proyecto de ley de los diputados Víctor Suárez y Afif Nazario Rizek prosperó con el voto unánime en ambas cámaras y, el 19 de noviembre de ese año, el presidente Leonel Fernández promulgó la Ley 389-07, con la que se oficializa el cambio de nombre, vigente desde 1952, cuando fue convertida en provincia mediante la Ley 3208.

Aunque hubo oposición, muchos reconocieron el valor de rendir homenaje a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes son íconos de la lucha por la democracia y los derechos de las mujeres.

Sin embargo, casi 20 años después, aún hay lugareños que se refieren a la provincia por su antiguo nombre. María Mercedes Ortiz Diloné, senadora y exalcaldesa de la demarcación, señala que “en 2025, hay personas y funcionarios que se refieren a la provincia Hermanas Mirabal como la provincia Salcedo”. “Es un tema cultural, que, finalmente, cuesta mucho trabajo poder acostumbrarse”, reconoció.  

A pesar de la resistencia, el avance de la tecnología ha facilitado la asimilación de este cambio, y Ortiz Diloné considera que es un honor rendir tributo a las Mirabal, cuyo legado trasciende a nivel internacional.

Expandir imagenhttps://resources.diariolibre.com/images/2025/03/27/hermanas-mirabal-es-por-ley-ecoturistica–focus-min01-041-896-504-6be46402.jpg

Infografía

La senadora de Hermanas Mirabal, María Mercedes Ortiz, dijo que la tecnología ha ayudado a que la gente llame a su demarcación con el nombre otorgado en 2007. (FUENTE EXTERNA)

De los caprichos de Trujillo a Ley 1067

Cuando Trujillo comenzó su régimen en 1930, el país tenía 11 provincias, pero el tirano creó nuevas divisiones territoriales y les asignó los nombres de él mismo y sus allegados.

En 1936, promulgó la Ley 1067, con la que eliminó el nombre de Santo Domingo a la capital, que pasó a llamarse Ciudad Trujillo, mientras que el Distrito Nacional se convirtió en el Distrito de Santo Domingo, mediante la Ley 1068.

En 1945 emitió la Ley 747, que abolió la provincia Meriño –hoy Monte Plata– para que perteneciera a Ciudad Trujillo, hoy Santo Domingo.

Con el objetivo de cumplir sus caprichos, los nombres de sus allegados estuvieron colocados no solo a las provincias y municipios, sino además a centros de salud, educativos, carreteras y monumentos.   

Para 1959, cuando el autodenominado “Benefactor de la Patria” emitió la Ley 5220, sobre la División Territorial, ya la nación tenía 27 provincias.

Expandir imagenhttps://resources.diariolibre.com/images/2024/10/29/imagen-rafael-leonidas-trujillo.jpg

Infografía

Trujillo asignó su nombre y el de sus parientes a varias provincias. (FUENTE EXTERNA)

Entre las renombradas estaban María Trinidad Sánchez como Julia Molina, madre del sátrapa, y Baní, designada como José Trujillo Valdez, en honor a su padre, cuyo sustantivo también se lo colocó a un distrito municipal de Bahoruco, que en el presente es el municipio de Villa Jaragua.

A San Juan la designó como Benefactor; Dajabón con el nombre de Libertador; a Elías Piña como San Rafael. Otros lugares de menor jerarquía, como una sección de Sabana de la Mar, pasaron a llamarse Villa Trujillo; Los Almácigos, en Santiago Rodríguez, la nombró como Villa Generalísimo.

Tras la muerte del dictador en 1961, el presidente Joaquín Balaguer derogó las leyes que habían establecido estos nombres, recuperando la denominación original para muchas provincias y municipios, como Baní, que volvió a ser Peravia, y Villa Trujillo se cambió a El Valle, que hoy es un municipio de Hato Mayor.

​ Actualidad, Nacional, Pedro Martín Sánchez, Santo Domingo, Congreso, Provincias, Peravia, Máximo Gómez El proyecto de ley para cambiar el nombre a la provincia Peravia por el de Máximo Gómez, tambalea en el Congreso sin superar siquiera la primera fase. A pocos días de haberse depositado en la Cámara Baja, los diputados Willy Sánchez y Carmen Leida Escarfuller, retiraron su apoyo, alegando que la decisión debe consensuarse con todos los sectores. El diputado Luis Báez, quien propuso la iniciativa, grabó un video pidiendo disculpa a los residentes de esa provincia, al tiempo que aclaró que retiraría la propuesta ante el rechazo de parte de los lugareños. No es el primer intento de modificar el nombre. En 2011, el senador Wilton Guerrero encabezó una propuesta para retirarlo, que fracasó, a pesar de que la denominación ha estado vigente desde 1961.El dilema está en el origen del nombre: un grupo sostiene que Ana de Pravia, esposa de Cristóbal Colón y Toledo (nieto del conquistador), no dejó una huella significativa, mientras que otro sector argumenta que, aunque Gómez fue una figura importante en Cuba, su trascendencia en Peravia también es cuestionable. Congreso Nacional Más de 70 diputados proponen ley para cambiar nombre a provincia Peravia por Máximo Gómez Un lento cambio cultural Cuando el Congreso aprueba el cambio de nombre de un territorio, no existen oposiciones legales, pues tras la promulgación del Poder Ejecutivo, la Junta Central Electoral (JCE) actualiza los registros rápidamente. La JCE, en pocos minutos empieza a emitir documentos con el nuevo nombre, y como las leyes no son retroactivas, quienes tienen documentos con el viejo, no tienen problemas.La pendiente se inclina más en el aspecto cultural. La transición de un nombre a otro a menudo es difícil para la población. En 2021, el alcalde Manuel Jiménez propuso renombrar Santo Domingo Este como «La Trinitaria», en honor a los independentistas, pero algunos habitantes se opusieron argumentando que ya estaban acostumbrados al nombre antiguo y que habían problemas más inmediatos, como la recolección de basura, eran más urgentes.Historiador: es “complicadísimo”Para el historiador Juan Daniel Balcácer, alterar la toponimia de un lugar genera problemas “complicadísimos». Cambiar el nombre no solo afecta la mentalidad de las generaciones, sino que también obliga a modificar cartografía, mapas, y libros de texto, un proceso que toma años.Balcácer cita ejemplos aún vigentes en la memoria colectiva, como “la Feria” para referirse al Centro de los Héroes o “el Angelita” para el Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral. El primero fue asignado durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo al evento de 1955, conocido como La Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, mientras que el segundo remite a la  hija predilecta del dictador.El historiador enfatiza la importancia de cambiar la mentalidad colectiva, señalando que el cambio debe ser respaldado por un consenso amplio y justificado, más allá de la admiración hacia los personajes históricos involucrados.https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/27/61-1b18a74a.jpgJuan Daniel Balcácer, historiador dominicano. (FUENTE EXTERNA)Un sí unánime en favor de las MirabalQuienes sí lograron éxitos fueron los que propusieron en 2007 que Salcedo pasara a llamarse Hermanas Mirabal. El proyecto de ley de los diputados Víctor Suárez y Afif Nazario Rizek prosperó con el voto unánime en ambas cámaras y, el 19 de noviembre de ese año, el presidente Leonel Fernández promulgó la Ley 389-07, con la que se oficializa el cambio de nombre, vigente desde 1952, cuando fue convertida en provincia mediante la Ley 3208.Aunque hubo oposición, muchos reconocieron el valor de rendir homenaje a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes son íconos de la lucha por la democracia y los derechos de las mujeres.Sin embargo, casi 20 años después, aún hay lugareños que se refieren a la provincia por su antiguo nombre. María Mercedes Ortiz Diloné, senadora y exalcaldesa de la demarcación, señala que “en 2025, hay personas y funcionarios que se refieren a la provincia Hermanas Mirabal como la provincia Salcedo”. “Es un tema cultural, que, finalmente, cuesta mucho trabajo poder acostumbrarse”, reconoció.  A pesar de la resistencia, el avance de la tecnología ha facilitado la asimilación de este cambio, y Ortiz Diloné considera que es un honor rendir tributo a las Mirabal, cuyo legado trasciende a nivel internacional.https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/27/hermanas-mirabal-es-por-ley-ecoturistica–focus-min01-041-896-504-6be46402.jpgLa senadora de Hermanas Mirabal, María Mercedes Ortiz, dijo que la tecnología ha ayudado a que la gente llame a su demarcación con el nombre otorgado en 2007. (FUENTE EXTERNA)De los caprichos de Trujillo a Ley 1067 Cuando Trujillo comenzó su régimen en 1930, el país tenía 11 provincias, pero el tirano creó nuevas divisiones territoriales y les asignó los nombres de él mismo y sus allegados.En 1936, promulgó la Ley 1067, con la que eliminó el nombre de Santo Domingo a la capital, que pasó a llamarse Ciudad Trujillo, mientras que el Distrito Nacional se convirtió en el Distrito de Santo Domingo, mediante la Ley 1068. En 1945 emitió la Ley 747, que abolió la provincia Meriño –hoy Monte Plata– para que perteneciera a Ciudad Trujillo, hoy Santo Domingo.Con el objetivo de cumplir sus caprichos, los nombres de sus allegados estuvieron colocados no solo a las provincias y municipios, sino además a centros de salud, educativos, carreteras y monumentos.    Para 1959, cuando el autodenominado “Benefactor de la Patria” emitió la Ley 5220, sobre la División Territorial, ya la nación tenía 27 provincias.https://resources.diariolibre.com/images/2024/10/29/imagen-rafael-leonidas-trujillo.jpgTrujillo asignó su nombre y el de sus parientes a varias provincias. (FUENTE EXTERNA)Entre las renombradas estaban María Trinidad Sánchez como Julia Molina, madre del sátrapa, y Baní, designada como José Trujillo Valdez, en honor a su padre, cuyo sustantivo también se lo colocó a un distrito municipal de Bahoruco, que en el presente es el municipio de Villa Jaragua. A San Juan la designó como Benefactor; Dajabón con el nombre de Libertador; a Elías Piña como San Rafael. Otros lugares de menor jerarquía, como una sección de Sabana de la Mar, pasaron a llamarse Villa Trujillo; Los Almácigos, en Santiago Rodríguez, la nombró como Villa Generalísimo.Tras la muerte del dictador en 1961, el presidente Joaquín Balaguer derogó las leyes que habían establecido estos nombres, recuperando la denominación original para muchas provincias y municipios, como Baní, que volvió a ser Peravia, y Villa Trujillo se cambió a El Valle, que hoy es un municipio de Hato Mayor. 

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