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Mundo Motor

¿El convertible más rápido del mundo? Sí, el Aston Martin Vanquish Volante

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Aston Martin ha anunciado oficialmente la introducción de su nuevo modelo insignia descapotable, el Vanquish Volante. Este deportivo representa la culminación actual de la ingeniería de la marca en el segmento de los Gran Turismo convertibles de ultra-lujo y alto rendimiento. 

Posicionado como el automóvil de producción en serie sin techo más potente y rápido desarrollado por Aston Martin hasta la fecha, el Vanquish Volante establece un nuevo referente dentro de su categoría, continuando un distinguido linaje de modelos Volante al tiempo que redefine las expectativas de rendimiento para un convertible con motor delantero.

Desde el primer vistazo, el Vanquish Volante impone. Comparte la estampa musculosa y elegante de su hermano coupé, lo cual ya es decir mucho. Conseguir que un descapotable mantenga la pureza de líneas del modelo cerrado es un desafío considerable en diseño automotriz, y aquí, el equipo de Marek Reichman, el gurú creativo de Aston Martin, parece haberlo logrado con maestría. 

Toda la estructura de aluminio adherido, reforzada específicamente para esta variante, busca minimizar la pérdida de rigidez torsional que suele aquejar a los convertibles, una proeza técnica fundamental cuando se manejan cifras de potencia estratosféricas. 

De igual manera, el techo de lona, con su mecanismo “K-fold”, se pliega eléctricamente en apenas 14 segundos (y se cierra en 16), incluso en movimiento, desapareciendo bajo una cubierta elegantemente integrada, preservando así esa silueta fluida que tanto enamora. Ciertamente, su altura plegado, de solo 260 mm, es un detalle técnico que habla del minucioso trabajo de ingeniería aplicado.

El alma V12 del Aston Martin Vanquish Volante

Ahora, vayamos al corazón de este súper auto. Bajo el largo capó reside la última evolución del motor V12 biturbo de 5.2 litros de Aston Martin. Y aquí es donde las cosas se ponen realmente serias. Desarrolla 835 hp y 737 libras-pie de torque. Para ponerlo en perspectiva, este propulsor entrega casi el doble de potencia que el V12 del DB7 Vantage Volante de hace un cuarto de siglo. 

Lo más interesante, quizás, es cómo entrega ese par: el pico máximo está disponible desde unas tempranas 2,500 rpm y se mantiene constante hasta las 5,000 rpm. Esto se traduce, en la práctica, en una aceleración brutal y una capacidad de recuperación asombrosa en casi cualquier marcha, haciendo que los adelantamientos sean un mero trámite y catapultando al Volante hasta unos vertiginosos 214 mph (343 km/h). Sencillamente, no hay otro convertible con motor delantero en el mercado actual que pueda igualar estas cifras.

Transmitir semejante torrente de fuerza al eje trasero es tarea de una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades, ubicada en disposición transaxle para optimizar el reparto de pesos, un factor crucial para la dinámica de conducción. 

Junto a ella trabaja un diferencial trasero electrónico (E-diff), capaz de variar el bloqueo entre las ruedas en milisegundos. Este componente, en conjunción con un Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) de última generación, es clave para dotar al Vanquish Volante de una agilidad sorprendente en curvas lentas y medias, al tiempo que garantiza estabilidad a alta velocidad. Es como si el auto “acortara” virtualmente su batalla en giros cerrados y la “alargara” en curvas rápidas, ofreciendo lo mejor de ambos mundos.

Para gestionar todo este potencial dinámico, Aston Martin recurre a una suspensión adaptativa con amortiguadores Bilstein DTX. Según la marca, este sistema permite un control excepcional de las ruedas y, fundamentalmente, una diferenciación mucho más marcada entre los modos de conducción (GT, Sport y Sport+). 

En modo GT, se espera un andar confortable, propio de un gran turismo devorador de kilómetros, mientras que los modos Sport y Sport+ van endureciendo progresivamente la respuesta de la suspensión y la dirección, agudizando el carácter deportivo del auto. 

Detener esta masa en movimiento requiere un poder de frenado igualmente impresionante, por lo que los frenos carbocerámicos son estándar, ofreciendo no solo resistencia a la fatiga sino, también, un ahorro de peso considerable (27 kg menos que unos discos de hierro). Todo ello se apoya en neumáticos Pirelli P ZERO™ desarrollados específicamente para el Vanquish, disponibles tanto en compuesto de verano como de invierno.

Arte funcional: Diseño, lujo y legado

Dentro del habitáculo, configurado estrictamente como un biplaza, se respira el ambiente de lujo artesanal típico de Aston Martin, fusionado con tecnología contemporánea. La consola central baja contribuye a una sensación de amplitud, mientras que el sistema de infoentretenimiento combina una pantalla TFT de 10.25 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra pantalla táctil central «Pure Black» del mismo tamaño. Afortunadamente, se conservan controles físicos para funciones esenciales, un detalle que muchos conductores apreciarán. 

El sistema de audio, firmado por Bowers & Wilkins con 15 altavoces, viene de serie, buscando ofrecer una experiencia sonora inmersiva, ya sea disfrutando de la música o del propio bramido del V12, que con el techo bajado, promete ser una experiencia visceral. La personalización, como es costumbre en este nivel, alcanza cotas casi ilimitadas a través del servicio Q by Aston Martin.

Aston Martin Vanquish Volante

Desde una perspectiva crítica, el Vanquish Volante se posiciona en un nicho muy particular. Es un automóvil que celebra la opulencia mecánica del motor V12 en una era que avanza inexorablemente hacia la electrificación. 

Representa, tal vez, uno de los últimos grandes exponentes de una forma de entender el automóvil deportivo de lujo: potencia desbordante, diseño arrebatador y la experiencia sensorial única de la conducción a cielo abierto. Su exclusividad está garantizada no solo por su precio (que sin duda será estratosférico), sino, también, por su producción limitada.

 

Aston Martin ha anunciado oficialmente la introducción de su nuevo modelo insignia descapotable, el Vanquish Volante. Este deportivo representa la culminación actual de la ingeniería de la marca en el segmento de los Gran Turismo convertibles de ultra-lujo y alto rendimiento. 

Posicionado como el automóvil de producción en serie sin techo más potente y rápido desarrollado por Aston Martin hasta la fecha, el Vanquish Volante establece un nuevo referente dentro de su categoría, continuando un distinguido linaje de modelos Volante al tiempo que redefine las expectativas de rendimiento para un convertible con motor delantero.

Desde el primer vistazo, el Vanquish Volante impone. Comparte la estampa musculosa y elegante de su hermano coupé, lo cual ya es decir mucho. Conseguir que un descapotable mantenga la pureza de líneas del modelo cerrado es un desafío considerable en diseño automotriz, y aquí, el equipo de Marek Reichman, el gurú creativo de Aston Martin, parece haberlo logrado con maestría. 

Toda la estructura de aluminio adherido, reforzada específicamente para esta variante, busca minimizar la pérdida de rigidez torsional que suele aquejar a los convertibles, una proeza técnica fundamental cuando se manejan cifras de potencia estratosféricas. 

De igual manera, el techo de lona, con su mecanismo “K-fold”, se pliega eléctricamente en apenas 14 segundos (y se cierra en 16), incluso en movimiento, desapareciendo bajo una cubierta elegantemente integrada, preservando así esa silueta fluida que tanto enamora. Ciertamente, su altura plegado, de solo 260 mm, es un detalle técnico que habla del minucioso trabajo de ingeniería aplicado.

Ahora, vayamos al corazón de este súper auto. Bajo el largo capó reside la última evolución del motor V12 biturbo de 5.2 litros de Aston Martin. Y aquí es donde las cosas se ponen realmente serias. Desarrolla 835 hp y 737 libras-pie de torque. Para ponerlo en perspectiva, este propulsor entrega casi el doble de potencia que el V12 del DB7 Vantage Volante de hace un cuarto de siglo. 

Lo más interesante, quizás, es cómo entrega ese par: el pico máximo está disponible desde unas tempranas 2,500 rpm y se mantiene constante hasta las 5,000 rpm. Esto se traduce, en la práctica, en una aceleración brutal y una capacidad de recuperación asombrosa en casi cualquier marcha, haciendo que los adelantamientos sean un mero trámite y catapultando al Volante hasta unos vertiginosos 214 mph (343 km/h). Sencillamente, no hay otro convertible con motor delantero en el mercado actual que pueda igualar estas cifras.

Transmitir semejante torrente de fuerza al eje trasero es tarea de una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades, ubicada en disposición transaxle para optimizar el reparto de pesos, un factor crucial para la dinámica de conducción. 

Junto a ella trabaja un diferencial trasero electrónico (E-diff), capaz de variar el bloqueo entre las ruedas en milisegundos. Este componente, en conjunción con un Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) de última generación, es clave para dotar al Vanquish Volante de una agilidad sorprendente en curvas lentas y medias, al tiempo que garantiza estabilidad a alta velocidad. Es como si el auto “acortara” virtualmente su batalla en giros cerrados y la “alargara” en curvas rápidas, ofreciendo lo mejor de ambos mundos.

Para gestionar todo este potencial dinámico, Aston Martin recurre a una suspensión adaptativa con amortiguadores Bilstein DTX. Según la marca, este sistema permite un control excepcional de las ruedas y, fundamentalmente, una diferenciación mucho más marcada entre los modos de conducción (GT, Sport y Sport+). 

En modo GT, se espera un andar confortable, propio de un gran turismo devorador de kilómetros, mientras que los modos Sport y Sport+ van endureciendo progresivamente la respuesta de la suspensión y la dirección, agudizando el carácter deportivo del auto. 

Detener esta masa en movimiento requiere un poder de frenado igualmente impresionante, por lo que los frenos carbocerámicos son estándar, ofreciendo no solo resistencia a la fatiga sino, también, un ahorro de peso considerable (27 kg menos que unos discos de hierro). Todo ello se apoya en neumáticos Pirelli P ZERO™ desarrollados específicamente para el Vanquish, disponibles tanto en compuesto de verano como de invierno.

Dentro del habitáculo, configurado estrictamente como un biplaza, se respira el ambiente de lujo artesanal típico de Aston Martin, fusionado con tecnología contemporánea. La consola central baja contribuye a una sensación de amplitud, mientras que el sistema de infoentretenimiento combina una pantalla TFT de 10.25 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra pantalla táctil central «Pure Black» del mismo tamaño. Afortunadamente, se conservan controles físicos para funciones esenciales, un detalle que muchos conductores apreciarán. 

El sistema de audio, firmado por Bowers & Wilkins con 15 altavoces, viene de serie, buscando ofrecer una experiencia sonora inmersiva, ya sea disfrutando de la música o del propio bramido del V12, que con el techo bajado, promete ser una experiencia visceral. La personalización, como es costumbre en este nivel, alcanza cotas casi ilimitadas a través del servicio Q by Aston Martin.

Desde una perspectiva crítica, el Vanquish Volante se posiciona en un nicho muy particular. Es un automóvil que celebra la opulencia mecánica del motor V12 en una era que avanza inexorablemente hacia la electrificación. 

Representa, tal vez, uno de los últimos grandes exponentes de una forma de entender el automóvil deportivo de lujo: potencia desbordante, diseño arrebatador y la experiencia sensorial única de la conducción a cielo abierto. Su exclusividad está garantizada no solo por su precio (que sin duda será estratosférico), sino, también, por su producción limitada.

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