Este es el legado de Reinaldo Herrera, esposo de Carolina Herrera

Aunque aún no se sabe si Reinaldo Herrera dejó un testamento, o si existe tal documento, lo más probable es que su fortuna y propiedades sean heredadas por sus hijas, Patricia Cristina y Carolina Adriana, junto a su esposa, la diseñadora Carolina Herrera, además de las dos hijas de Carolina de su primer matrimonio, Ana Luisa y Mercedes.

Un punto que podría añadir una capa de complejidad al reparto, aunque se espera que no haya disputas familiares, ya que la familia Herrera siempre ha sido conocida por su estrecha unidad, tanto en lo personal como en lo profesional, por lo que las relaciones entre ellos parecen ser sólidas.

Una herencia millonaria

Según las leyes de Nueva York, donde residía el matrimonio, si una persona fallece sin un testamento válido, el reparto de la herencia sigue una regla establecida. El cónyuge sobreviviente hereda los primeros 50,000 dólares y la mitad de los bienes restantes, mientras que los hijos se reparten la otra mitad de la fortuna.

En este caso, dado el perfil y la cercanía de la familia, no parece que haya espacio para conflictos legales, aunque siempre hay incertidumbres cuando se trata de herencias millonarias.

Reinaldo Herrera, a lo largo de su vida, construyó un imperio junto a su esposa, una de las diseñadoras más influyentes del mundo.

Juntos, formaron una pareja poderosa en el ámbito de la moda y los negocios, y su fortuna, valorada en unos impresionantes 130 millones de euros, es solo una pequeña muestra de su éxito.

Dos grandes mansiones e invaluables obras de arte

Esta riqueza incluye propiedades de alto valor, desde su famosa residencia en el Upper East Side de Manhattan hasta una importante colección de arte que incluye piezas de renombrados artistas internacionales.

La mansión en la que vivieron durante décadas no solo es famosa por su ubicación privilegiada en una de las zonas más exclusivas de Nueva York, sino también por el arte que alberga.

La colección de los Herrera es espectacular, con obras de artistas como Andy Warhol, quien pintó varios retratos de Carolina a finales de los años 70, y Salvador Dalí, quien realizó un retrato del padre de Reinaldo.

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Tampoco faltan pinturas del siglo XVII del artista neerlandés Jan Hackert, retratos del famoso fotógrafo Robert Mapplethorpe o sillas italianas del siglo XVIII.

Estas piezas consolidan la imagen de los Herrera como una pareja vinculada a la élite cultural y artística.

Pero su patrimonio no se limita solo a las propiedades de Nueva York. También poseen una de las casas más históricas de América: la Hacienda La Vega, en Caracas.

Esta mansión, construida en 1590 y considerada la casa habitada más antigua del continente, es una lujosa vivienda con 65 habitaciones que ha estado en manos de la familia Herrera desde 1899.

A lo largo de los años, Reinaldo visitó la finca en varias ocasiones, la última vez en 2013. El espacio, todavía en pie, se alquila para eventos.

La casa de 65 habitaciones, que conserva gran parte de su historia, es un testamento de la importancia histórica y cultural de la familia.

Su futuro dependerá de las decisiones que tomen los herederos, quienes deberán decidir si mantienen la propiedad en la familia o la ponen en venta, un dilema que puede implicar decisiones difíciles, dado el valor sentimental y cultural de la mansión.

Un título que no podrá ser

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En cuanto al título nobiliario de Reinaldo, el marquesado de Torre Casa, que fue otorgado en 1722 por el rey Felipe V de España, no será parte de la herencia.

Aunque el título fue transmitido en la familia durante generaciones, Reinaldo lo perdió en 1984 debido a las leyes de sucesión vigentes en ese momento, ya que no tuvo descendencia masculina.

El marquesado pasó entonces a Alejandro Alfonzo-Larraín Recao, quien actualmente lo ostenta, marcando el fin de una tradición que, aunque no se heredará, forma parte de la rica historia de la familia.

Así, el legado de Reinaldo Herrera, tanto en términos materiales como culturales, se perpetuará a través de su familia, que continuará manejando no solo la fortuna, sino también la tradición de elegancia y buen gusto que siempre los ha caracterizado.

A medida que las decisiones sobre el futuro de sus propiedades y colecciones se tomen, se vislumbra un nuevo capítulo en la historia de una de las familias más influyentes del mundo de la moda y el arte.