Bienestar
¿Es seguro beber agua del grifo o es mejor la embotellada?

La preocupación por la calidad del agua potable suele ser un tema recurrente en las redes sociales y se activa cada cierto tiempo al calor de cada publicación de vídeos sobre el tema en Tik Tok o en instagram que se acaban haciendo virales y que llevan a algunas personas a preguntarse si es seguro o no beber el agua del grifo . Sin embargo, como explica Alba Ramírez ( @albaramirezciencia ), tecnóloga de alimentos, nutricionista y Directora de Escuela Alimentaria , la legislación (Real Decreto 3/2023, que adapta la normativa nacional a la Directiva Europea 2020/2184) establece «límites rigurosos para los contaminates más probables como bacterias, nitratos, metales pesados y productos químicos, garantizando su seguridad».En general, la calidad del agua varía según la región ya que, como explica la experta, depende del origen y del tratamiento aplicado. Así, en algunas zonas el agua puede tener un sabor más fuerte debido al cloro utilizado para la desinfección, pero el olor, el sabor, así como el aspecto también es objeto de control por parte de las empresas suministradoras de agua. «Así que no, ni el cloro es tóxico para el consumo humano ni el agua que bebemos nos envenena», aclara la directora de la Escuela Alimentaria.Riesgos en el agua del grifoA pesar de esos controles, ¿puede haber riesgos? Según aclara Ramírez, los riesgos más realistas pueden y suelen provenir o bien a consecuencia del material de las instalaciones antiguas de la vivienda o edificios o por el hecho de que se den problemas puntuales con determinados contaminantes . «Desgraciadamente, debido a cortes en el suministro e irregularidades en algunas localidades puede llegar a perderse la credibilidad en la calidad del agua», matiza.Algunos ejemplos de contaminaciones que más preocupan pueden darse por la presencia de sustancias como los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) que, según apunta la tecnóloga alimentaria, pueden encontrarse en pequeñas cantidades en algunas fuentes de agua potable. Igualmente pueden encontrarse residuos de plomo o cobre en el agua del grifo, que pueden deberse al efecto de su paso por tuberías antiguas. En este sentido la experta aclara que el Real Decreto 140/2003 obligó a sustituir las instalaciones de plomo en las cañerías de agua potable en España, y que en este sentido conviene tener en cuenta que, aunque se cambiaron progresivamente en las zonas que dependen de los ayuntamientos (tuberías de conducción del agua hasta el punto de entrada al edificio, acometida); queda a la responsabilidad de los propios bloques de vecinos el cambio de la instalación de la comunidad así como de cada uno de los propietarios la modificación de sus instalaciones propias (cañerías de agua de la vivienda). Por eso la directora de la Escuela Alimentaria insiste en que cada persona puede ser también responsable de la calidad del agua que sale de su propio grifo, pues ha de tener control tanto del material que están hechas las tuberías del edificio como de los ramales que la llevan al grifo de la cocina. «Conviene informarse, especialmente si la vivienda es alquilada y no se dispone de esos datos, sobre si la instalación es nueva y no se corre ningún riesgo en este sentido», aconseja. De cualquier manera, siempre y cuando todo lo mencionado esté en orden, la experta explica que la legislación obliga a las suministradoras así como a las entidades locales a controlar el estado del agua con una frecuencia marcada por la legislación, por lo que en todos los núcleos habitables donde llegue el agua de red pública deben tener acceso a un agua del grifo segura. Diferencias en cada zona de EspañaEs cierto que en algunas zonas de España no se bebe frecuentemente el agua del grifo de forma habitual por su sabor o incluso por su color. «En esos casos, son características más bien propias de las regiones que no hacen que el agua incurra en ningún daño para la salud», precisa Ramírez. La realidad, no obstante, es que el agua de grifo de las grandes ciudades está más controlada que la de los pequeños núcleos urbanos, ya que la frecuencia de los análisis del agua potable varía según el tamaño de la población abastecida:Análisis de agua potable Municipios grandes (más de 50.000 habitantes)Se exige un mayor número de controles analíticos y una mayor frecuencia de toma de muestras. Se incluyen análisis para una mayor cantidad de contaminantes y parámetros emergentes, como los PFAS, plaguicidas y disruptores endocrinos. Municipios medianos (entre 10.000 y 50.000 habitantes). La frecuencia de análisis sigue siendo relativamente alta, pero en menor cantidad que en grandes ciudades. Municipios pequeños (menos de 10.000 habitantes). La normativa permite controles menos frecuentes y análisis de una menor cantidad de parámetros en función del caudal distribuido. En localidades con menos de 500 habitantes, las exigencias son más flexibles, priorizando los análisis básicos (microbiológicos y algunos químicos esenciales). Zonas rurales con menos de 50 habitantes o pequeños sistemas de abastecimientoLos controles pueden ser aún menos frecuentes y solo se realizan análisis cuando hay sospechas de contaminación o por solicitud de autoridades sanitarias.Por lo tanto, la experta opina que es probable que en pueblos pequeños o con pocos habitantes las contaminaciones puntuales puedan detectarse con menos agilidad.Por último, cabe mencionar que aquellas personas que vivan en un área rural sin agua de red y con pozo propio, es su responsabilidad el control y mantenimiento del mismo. «Conozco pocos pozos familiares con un control correcto y realmente es un tema del que se tiene menos consciencia de la que se debería», alerta Ramírez.Agua embotellada.Agua embotellada vs. agua del grifoA pesar de la seguridad del agua del grifo, muchas personas optan por el agua embotellada. Esta decisión suele estar motivada por el sabor , la confianza en la marca o la creencia de que es más pura . ¿Cuál de las dos opciones es mejor? Ventajas del agua embotellada Sabor estable: Generalmente, tiene un gusto uniforme Percepción de mayor seguridad: Aunque no siempre es más pura que el agua del grifo, algunas personas confían más en su calidad Desventajas del agua embotellada Impacto ambiental: Genera residuos plásticos y emite CO2 en su producción y transporte Coste elevado: Su precio es considerablemente superior al del agua del grifo No siempre más saludable: Puede contener microplásticos o sustancias provenientes del envaseSegún aclara la directora de la Escuela Alimentaria, la presencia de microplásticos es una realidad cada día más preocupante. Varios estudios recientes han mostrado como la gran mayoría de muestras de agua embotellada presenta residuos microplásticos, como es el caso de esta investigación reciente: ( Schymanski, D., et al. (2022). Analysis of microplastics in bottled water using micro-Raman spectroscopy. ).Por último, la experta informa de que los filtros para grifos, botellas y jarras son una opción válida siempre y cuando se realice un mantenimiento correcto. «También pueden ser un foco de contaminación ya que lo retenido acaba entorpeciendo el paso del agua y se va liberando más progresivamente, y de la misma forma, los filtros no atrapan todo lo que creemos o nos venden por marketing, alerta Ramírez.Noticias relacionadas estandar No Ingredientes de las golosinas y las chuches: ¿son peligrosas para la salud? Raquel Alcolea estandar Si Conservantes, colorantes y edulcorantes: ¿hay alguno dañino para la salud? Elisa EscorihuelaCualquier opción, por tanto, es buena y ninguna perfecta, por eso lo interesante es tener en cuenta lo interesante que es el consumo de agua del grifo para la salud del planeta y para la economía familiar, siempre y cuando, eso sí, sea posible porque esté garantizada la seguridad en las instalaciones del domicilio.
La preocupación por la calidad del agua potable suele ser un tema recurrente en las redes sociales y se activa cada cierto tiempo al calor de cada publicación de vídeos sobre el tema en Tik Tok o en instagram que se acaban haciendo virales y que llevan a algunas personas a preguntarse si es seguro o no beber el agua del grifo . Sin embargo, como explica Alba Ramírez ( @albaramirezciencia ), tecnóloga de alimentos, nutricionista y Directora de Escuela Alimentaria , la legislación (Real Decreto 3/2023, que adapta la normativa nacional a la Directiva Europea 2020/2184) establece «límites rigurosos para los contaminates más probables como bacterias, nitratos, metales pesados y productos químicos, garantizando su seguridad».En general, la calidad del agua varía según la región ya que, como explica la experta, depende del origen y del tratamiento aplicado. Así, en algunas zonas el agua puede tener un sabor más fuerte debido al cloro utilizado para la desinfección, pero el olor, el sabor, así como el aspecto también es objeto de control por parte de las empresas suministradoras de agua. «Así que no, ni el cloro es tóxico para el consumo humano ni el agua que bebemos nos envenena», aclara la directora de la Escuela Alimentaria.Riesgos en el agua del grifoA pesar de esos controles, ¿puede haber riesgos? Según aclara Ramírez, los riesgos más realistas pueden y suelen provenir o bien a consecuencia del material de las instalaciones antiguas de la vivienda o edificios o por el hecho de que se den problemas puntuales con determinados contaminantes . «Desgraciadamente, debido a cortes en el suministro e irregularidades en algunas localidades puede llegar a perderse la credibilidad en la calidad del agua», matiza.Algunos ejemplos de contaminaciones que más preocupan pueden darse por la presencia de sustancias como los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) que, según apunta la tecnóloga alimentaria, pueden encontrarse en pequeñas cantidades en algunas fuentes de agua potable. Igualmente pueden encontrarse residuos de plomo o cobre en el agua del grifo, que pueden deberse al efecto de su paso por tuberías antiguas. En este sentido la experta aclara que el Real Decreto 140/2003 obligó a sustituir las instalaciones de plomo en las cañerías de agua potable en España, y que en este sentido conviene tener en cuenta que, aunque se cambiaron progresivamente en las zonas que dependen de los ayuntamientos (tuberías de conducción del agua hasta el punto de entrada al edificio, acometida); queda a la responsabilidad de los propios bloques de vecinos el cambio de la instalación de la comunidad así como de cada uno de los propietarios la modificación de sus instalaciones propias (cañerías de agua de la vivienda). Por eso la directora de la Escuela Alimentaria insiste en que cada persona puede ser también responsable de la calidad del agua que sale de su propio grifo, pues ha de tener control tanto del material que están hechas las tuberías del edificio como de los ramales que la llevan al grifo de la cocina. «Conviene informarse, especialmente si la vivienda es alquilada y no se dispone de esos datos, sobre si la instalación es nueva y no se corre ningún riesgo en este sentido», aconseja. De cualquier manera, siempre y cuando todo lo mencionado esté en orden, la experta explica que la legislación obliga a las suministradoras así como a las entidades locales a controlar el estado del agua con una frecuencia marcada por la legislación, por lo que en todos los núcleos habitables donde llegue el agua de red pública deben tener acceso a un agua del grifo segura. Diferencias en cada zona de EspañaEs cierto que en algunas zonas de España no se bebe frecuentemente el agua del grifo de forma habitual por su sabor o incluso por su color. «En esos casos, son características más bien propias de las regiones que no hacen que el agua incurra en ningún daño para la salud», precisa Ramírez. La realidad, no obstante, es que el agua de grifo de las grandes ciudades está más controlada que la de los pequeños núcleos urbanos, ya que la frecuencia de los análisis del agua potable varía según el tamaño de la población abastecida:Análisis de agua potable Municipios grandes (más de 50.000 habitantes)Se exige un mayor número de controles analíticos y una mayor frecuencia de toma de muestras. Se incluyen análisis para una mayor cantidad de contaminantes y parámetros emergentes, como los PFAS, plaguicidas y disruptores endocrinos. Municipios medianos (entre 10.000 y 50.000 habitantes). La frecuencia de análisis sigue siendo relativamente alta, pero en menor cantidad que en grandes ciudades. Municipios pequeños (menos de 10.000 habitantes). La normativa permite controles menos frecuentes y análisis de una menor cantidad de parámetros en función del caudal distribuido. En localidades con menos de 500 habitantes, las exigencias son más flexibles, priorizando los análisis básicos (microbiológicos y algunos químicos esenciales). Zonas rurales con menos de 50 habitantes o pequeños sistemas de abastecimientoLos controles pueden ser aún menos frecuentes y solo se realizan análisis cuando hay sospechas de contaminación o por solicitud de autoridades sanitarias.Por lo tanto, la experta opina que es probable que en pueblos pequeños o con pocos habitantes las contaminaciones puntuales puedan detectarse con menos agilidad.Por último, cabe mencionar que aquellas personas que vivan en un área rural sin agua de red y con pozo propio, es su responsabilidad el control y mantenimiento del mismo. «Conozco pocos pozos familiares con un control correcto y realmente es un tema del que se tiene menos consciencia de la que se debería», alerta Ramírez.Agua embotellada.Agua embotellada vs. agua del grifoA pesar de la seguridad del agua del grifo, muchas personas optan por el agua embotellada. Esta decisión suele estar motivada por el sabor , la confianza en la marca o la creencia de que es más pura . ¿Cuál de las dos opciones es mejor? Ventajas del agua embotellada Sabor estable: Generalmente, tiene un gusto uniforme Percepción de mayor seguridad: Aunque no siempre es más pura que el agua del grifo, algunas personas confían más en su calidad Desventajas del agua embotellada Impacto ambiental: Genera residuos plásticos y emite CO2 en su producción y transporte Coste elevado: Su precio es considerablemente superior al del agua del grifo No siempre más saludable: Puede contener microplásticos o sustancias provenientes del envaseSegún aclara la directora de la Escuela Alimentaria, la presencia de microplásticos es una realidad cada día más preocupante. Varios estudios recientes han mostrado como la gran mayoría de muestras de agua embotellada presenta residuos microplásticos, como es el caso de esta investigación reciente: ( Schymanski, D., et al. (2022). Analysis of microplastics in bottled water using micro-Raman spectroscopy. ).Por último, la experta informa de que los filtros para grifos, botellas y jarras son una opción válida siempre y cuando se realice un mantenimiento correcto. «También pueden ser un foco de contaminación ya que lo retenido acaba entorpeciendo el paso del agua y se va liberando más progresivamente, y de la misma forma, los filtros no atrapan todo lo que creemos o nos venden por marketing, alerta Ramírez.Noticias relacionadas estandar No Ingredientes de las golosinas y las chuches: ¿son peligrosas para la salud? Raquel Alcolea estandar Si Conservantes, colorantes y edulcorantes: ¿hay alguno dañino para la salud? Elisa EscorihuelaCualquier opción, por tanto, es buena y ninguna perfecta, por eso lo interesante es tener en cuenta lo interesante que es el consumo de agua del grifo para la salud del planeta y para la economía familiar, siempre y cuando, eso sí, sea posible porque esté garantizada la seguridad en las instalaciones del domicilio.