Espectáculo
“Planetary” y la arqueología de lo imposible

Crear una saga que contenga personajes y conceptos de distintas fuentes y épocas y saber combinarlos para contar una intrigante historia que contenga elementos de los géneros del misterio, la aventura, la ciencia ficción y la fantasía no es una proeza que se logra todos los días.
Por suerte este detalle no se interpuso con la creación de “Planetary”. Esta aclamada serie de cómics, escrita por Warren Ellis e ilustrada por John Cassaday, es una obra maestra que trasciende los límites del género de superhéroes.
Publicada bajo el sello Wildstorm de DC Comics entre 1999 y 2009, esta serie de 27 números (más algunos especiales) tardó más de una década en completarse, pero la espera valió cada segundo.
Lejos de ser una simple saga de acción, “Planetary” se erige como una exploración profunda de la historia del siglo XX a través del lente de la ficción pulp, la ciencia ficción, el horror y la mitología popular.
Es, en esencia, una carta de amor, además de una compleja crítica, a los tropos, íconos y estructuras que han definido las historias de la humanidad durante generaciones.
La premisa de catalogar lo imposible
La historia gira en torno a un trío de personajes carismáticos y misteriosos que conforman el equipo «Planetary«:
- Elijah Snow, un hombre centenario con el poder de manipular el frío.
- Jakita Wagner, una mujer de fuerza y velocidad sobrehumanas.
- El baterista, un excéntrico joven con la capacidad de leer y comunicarse con redes de información.
La misión de este equipo no es salvar el mundo como los típicos superhéroes, sino documentarlo, pero desde el punto de vista de lo fantástico.
Son, como se describe en los cómics, «arqueólogos de lo imposible«, encargados de desenterrar los secretos ocultos del mundo, revelar las conspiraciones que han sido enterradas y comprender las historias olvidadas que configuran la realidad.
Desde su primera aparición, “Planetary” se distancia de las típicas tendencias del cómic tradicional. No es una historia sobre la lucha del bien contra el mal, sino sobre la verdad contra el silencio, la memoria contra el olvido.
A medida que Snow y su equipo investigan fenómenos paranormales, ciudades ocultas, monstruos gigantes, tecnologías prohibidas y civilizaciones perdidas, el lector se ve envuelto en una odisea de descubrimientos donde cada número funciona como una cápsula narrativa que explora una faceta distinta del imaginario colectivo.
Un multiverso de referencias
Uno de los mayores logros de “Planetary” es su capacidad para entretejer cientos de referencias a la cultura pop, los cómics, la literatura y el cine, sin caer en la simple parodia o en el pastiche vacío.
Cada episodio está cuidadosamente construido como un homenaje, reinterpretación o deconstrucción de algún icono cultural. «Los Cuatro», un grupo de villanos que parodian directamente a Los Cuatro Fantásticos, hasta guiños a Godzilla, Sherlock Holmes, Tarzán, The Shadow, Doc Savage y la ciencia ficción de H.G. Wells y Lovecraft.
Incluso cuando los personajes cambian de nombre o diseño por razones legales, las influencias son claras, y más importante aún, tratadas con respeto. Ellis y Cassaday no solo hacen referencia a estas figuras, sino que reflexionan sobre su impacto en el imaginario colectivo.
¿Qué pasaría si estos personajes existieran realmente? ¿Cómo moldearían el desarrollo de la humanidad? ¿Qué costo tendría su existencia para el resto del mundo?
El mundo oculto tras la cortina
Bajo la superficie de cada número hay una trama central más oscura: la lucha de “Planetary” contra una organización secreta (Los Cuatro) que ha monopolizado el acceso a la tecnología avanzada y al conocimiento oculto durante décadas.
Esta lucha metafórica por la verdad resuena profundamente en una era de vigilancia, manipulación de la información y narrativas impuestas. “Planetary” sugiere que la historia no es lo que se recuerda, sino lo que se permite conocer.
En este sentido, la serie funciona como un thriller de conspiración, una historia de espionaje y una exploración filosófica de la naturaleza del poder, la memoria y el conocimiento.
La narración se beneficia enormemente de la estructura a largo plazo que Ellis y Cassaday establecieron desde el principio: pistas sembradas desde los primeros números cobran sentido mucho después, creando una narrativa cohesiva y satisfactoria en su totalidad.
La estética de lo imposible
El arte de John Cassaday es otro de los grandes pilares de la serie. Su estilo preciso, expresivo y versátil logra capturar desde escenarios pulp llenos de acción hasta paisajes de ciencia ficción minimalistas, pasando por escenas de horror sobrenatural o ciudades futuristas.
Cada página es visualmente rica y meticulosamente diseñada, con un enfoque cinematográfico que refuerza el tono casi documental de la historia.
Cassaday no solo dibuja: construye atmósferas. Cada número tiene un estilo visual ligeramente distinto, adaptado al género o personaje que se explora.
El resultado es una experiencia visual que cambia, evoluciona y sorprende constantemente. Su colaboración con la colorista Laura Martin aporta una profundidad y una cohesión tonal que hacen que cada historia se sienta parte de un universo más grande, aunque autónoma en su ejecución.
Un legado manchado por la controversia
No se puede hablar de “Planetary” sin mencionar la figura de Warren Ellis, cuyo talento como guionista ha sido ampliamente reconocido, pero cuya carrera fue ensombrecida en 2020 por múltiples acusaciones de coerción y manipulación emocional por parte de más de 60 mujeres.
Aunque Ellis se disculpó públicamente y comenzó un proceso de justicia transformativa, el colectivo SoManyOfUs.com declaró en 2023 que no cumplió con las expectativas acordadas.
Este dilema ha llevado a muchos lectores y profesionales de la industria a cuestionar cómo separar al autor de su obra, especialmente en una serie como “Planetary”, que se centra precisamente en desenterrar verdades ocultas y examinar estructuras de poder.
Para algunos, es posible apreciar el arte y el legado de “Planetary” sin exonerar las acciones del autor. Para otros, el daño causado por Ellis ensombrece su contribución creativa.
Una obra que merece redescubrirse
Más allá de las controversias, “Planetary” sigue siendo una lectura imprescindible para cualquier amante de la narrativa, los cómics y la cultura popular.
Es un testamento al poder de la ficción para explorar el pasado, entender el presente y vislumbrar el futuro. Su capacidad para homenajear sin ser nostálgica, para criticar sin ser cínica, y para entretener mientras desafía intelectualmente, la convierten en una obra única.
Por cierto, la mejor forma de leer “Planetary” es con la edición de un solo tomo en el que se colecciona toda la saga, ya que es como atravesar un archivo secreto de los mitos modernos.
Es una experiencia intensa y gratificante que permite apreciar los matices y conexiones ocultas entre sus historias, personajes y temas. Es, en definitiva, una obra que invita a releerla, estudiarla y discutirla.