En Femenino Singular continuamos con la sección Las Juntaletras en la que estamos conociendo mejor a algunas de las periodistas de deportes que han ido abriendo camino y rompiendo barreras para las mujeres en el periodismo. En esta ocasión de la mano de Lourdes Esparza, recibimos la visita de Charo Sardina, una de las primeras mujeres en cubrir la información de automovilismo.
Su padre, Pedro Sardina, fue su director del periódico hasta el año ochenta y tres en que se jubiló, y es responsable de meterle el gusanillo. Poco después comenzó como becaria pero cuando surgió la opción de trabajar cubriendo la información de motor no lo dudó porque le encantaban los coches. Por otro lado, fue de las primeras en atreverse a hacer información en internet. Eran tiempos de cambios tecnológicos y también en cuanto a la forma de informar pero no tuvo problema en experimentar esas nuevas formas de comunicación ya fuera a través de los reportajes en la revista Marca Motor como con la información en directo, minuto a minuto, en la recién estrenada web. Fue la primera redactora en el periódico y, en muchos momentos, la única mujer en motor en toda la historia del periódico.
«Fui la primera cuando la empresa de los medios de comunicación se vendió y la compró una empresa privada. Entonces estaba yo sola en redacción. Estuve cuatro o cinco años sola«. Hizo muchas cosas de polideportivo y también una sección que se llamaba Todo está en los libros, en la que preguntaba a los deportistas qué libros leían. Pero en cuanto acabó la carrera y supo que había una vacante en motor solicitó entrar en esa sección.
En aquellos años fue testigo del cambio analógico al digital. «Mis primeras prácticas las hice con máquinas de escribir pero después pusieron ordenadores por todas partes». Aun así, las crónicas tenían que mandarlas por teléfono. «Había una chica que era del taller y mecanografiaba lo que yo le ‘cantaba’ (dictaba) por teléfono lo que habían dicho en la sala de prensa. Luego, cuando llegó el fax, la escribía y la mandaba por fax, ya no necesitábamos a nadie que nos recogiera la crónica. Y en pocos años, en los noventa, ya lo hacíamos por módem porque ya teníamos un teléfono móvil y un ordenador».
A veces tenía que viajar muy lejos pero a ella no le importaba porque disfrutaba mucho haciendo información de automovilismo, especialmente del mundial de rallys. Su labor en la información de las carreras la combinaba con su trabajo en Marca Motor. Por un lado hacía la actualidad del motor en Internet y por otro los reportajes de la revista mensual. «Compaginaba las dos cosas, lo de Internet, el mundo del motor, que también era más que deporte, porque hacía información de la industria del motor, coches nuevos y presentaciones, que eso también me interesaba mucho».
En cuanto a la presencia femenina en los padocks nos contó que no dependía tanto del sexo sino de lo caro que es el deporte del motor. «Es un mundo muy difícil porque el deporte del motor requiere mucho dinero. Si no tienes un buen patrocinador es muy difícil para hombres y para mujeres pero, posiblemente, para mujeres más, porque tienen menos confianza de los patrocinadores».
Respecto a la presencia de mujeres periodistas en los eventos de motor nos contó que «en aquella época periodistas españolas había pocas. Pero italianas y francesas, había muchas. A ver, siempre había más hombres, pero no era nada raro ver mujeres periodistas». Tampoco había muchas mujeres en los equipos a parte de las que trabajan en marketing o comunicación. «Eso no ha cambiado mucho».
Para Charo Sardina, la falta de mujeres en las ramas de diseño e ingeniería del automóvil es contraproducente porque ellas pueden aportar ideas que a los hombres no se les ocurren. «Siempre he dicho que necesitamos que los coches los diseñen mujeres porque tienen que buscar un sitio para poner el bolso. Parece una tontería pero no lo es. Por ejemplo, mi 205 tenía un huequecito a la izquierda donde yo ponía el bolso y no he vuelto a ver un coche con esa función en mi vida. Igual parece una tontería lo que estoy diciendo, pero creo que si las mujeres diseñaran, igual habría cosas distintas«.
También destacó el estudio que dice que las mujeres reciben muchas menos sanciones por exceso de velocidad. «Eso también tiene que ver con nuestro carácter, con nuestra incorporación tardía, prudentes, menos agresivas. No tenemos que demostrar nada. Simplemente vamos de un sitio para otro y ya está«.