Mundo Motor
Al volante del Mitsubishi Outlander PHEV: el regreso del primer SUV híbrido enchufable
La segunda generación de este modelo, completamente nuevo, llega muy bien equipada y con hasta 86 km de alcance eléctrico. Todas las versiones son 4×4 y el precio parte de 48.300 euros. Leer
Lanzado en 2013, el Mitsubishi Outlander fue, hasta 2019, el todocamino híbrido enchufable (PHEV) más vendido en Europa. Lo tenía fácil, sin apenas competencia y menos a su precio. La nueva generación de este modelo llega en un entorno con decenas de rivales -muchos chinos- y cifras de autonomía eléctrica que superan de largo los 100 km.
Frente a éstos, el nuevo Outlander monta una pila generosa, de 22,7 kWh, que da 86 km de alcance, suficientes para la gran mayoría de conductores en uso diario. Eso sí, sólo podrán recargar a 3,6 kW en corriente alterna (cuando los hay que lo hacen a 11 kW). En continua el tiempo para llegar al 80% de la capacidad se reduce a 32 minutos, pero el conector es el CHAdeMO japonés, mucho menos frecuente en los postes públicos.
Dicho lo cual, técnicamente es uno de los todocaminos PHEV más sofisticados. Lleva un motor de gasolina 2.4 y dos eléctricos (uno por eje, lo que supone tener tracción total) que suman 306 CV y se combinan de distintas maneras. De hecho las ruedas delanteras las pueden mover el propulsor de combustión, el eléctrico o ambos; mientras que de las traseras se encarga el motor eléctrico posterior, que se conecta sólo cuando es necesario.
Hay cuatro modos de uso de esta tecnología: automático, eléctrico puro (admite velocidades de hasta 135 km/h); la recarga en marcha o reservar la carga de la batería. Además, hay cinco niveles de frenada regenerativa, el más intenso es casi un one-pedal (que permite conducir usando solo el acelerador).
La transición entre las distintas propulsiones es suave y el coche, relativamente silencioso. Sólo a muy alta velocidad aparecen ruidos aerodinámicos y cuando agotamos al 100% la batería, el motor de gasolina (que entonces es el único, con sus 136 CV, para mueve las dos toneladas de peso) se hace audible.
En estas condiciones, el consumo medio es de unos ocho litros a cruceros reales de entre 120 y 130 km/h. No es un mal dato dado el tamaño del coche, su aerodinámica y el citado peso). En cuanto a las suspensiones, sujetan bien la carrocería sin mermar el confort, con un pequeño matiz: las ruedas, de 20 pulgadas y perfil 45, que llevan los tres acabados superiores son muy vistosas, pero ‘copian’ en exceso las imperfecciones del asfalto a baja velocidad.
Una de las grandes virtudes del Outlander es su sistema de tracción total S-AWC, que aquí se beneficia de la respuesta inmediata de los motores eléctricos. La electrónica permite escoger entre siete modos de conducción, tres para campo, lo que unido a la altura libre al suelo de 20 cm y el control de descenso, dan muchas garantías para salirnos del asfalto.
Con 4,79 metros de largo y un diseño marcado por el enorme frontal, el interior se apunta a la moda de las grandes pantallas (dos de 12,3 pulgadas) aunque, con buen criterio, la climatización va aparte. La presentación general es buena y muy vistosa si los tapizados (textil o de piel, sintética o natural) son blanco o marrón. Todo en negro, se nota más la calidad media de los plásticos.
Por espacio, no hay queja. De hecho, es muy amplio detrás y solo si el coche trae el techo panorámico, los usuarios de cerca de 1,90 m rozan con la cabeza. También deja poco espacio para meter los pies debajo de las butacas delanteras. El maletero cubica 495 litros (suficientes para una familia) y en España solo se vende con cinco plazas, aunque hay un Outlander de siete.
La garantía llega a los ocho años o 160.000 kms y todas las versiones (siempre 4×4) vienen con un espléndido equipo de seguridad, navegación, cámara 360 grados y equipo de alta fidelidad Yamaha. Hay cuatro acabados. El Motion viene con llantas de 18 pulgadas, tapicería de tela, aparte de los elementos ya citados.
El Kaiteki añade llantas de 20 pulgadas, head up display, cuero vegano, faros adaptativos, portón eléctrico (con sensor de pie) y asientos delanteros y volante calefactables. El Kaiteki+ tiene cuero natural, techo panorámico eléctrico, asientos eléctricos con memoria y ventilados, climatizador trizona, asientos posteriores calefactables, retrovisor digital, techo en negro y equipo de sonido Yamaha Ultimate, con 12 altavoces en vez de los 8 del básico. Finalmente, el Outlander PHEV First Edtion cuenta con tapizados en cuero semianilina de color marrón, techo interior en negro y butacas delanteras con masaje.
Los precios oscilan entre 48.300 y 58.500 euros, lo que les coloca en la media del segmento. Aunque la tarifa se puede reducir en 4.000 euros si se financia la compra. Y son precios a los que, cuando regresen, se podrán descontar las ayudas a los modelos con enchufe.
Siendo este el lanzamiento más señero de Mitsubishi este año, la compañía ya ha anunciado que pondrá en el mercado otros dos nuevos modelos inéditos, ambos de tamaño compacto: un SUV con tecnología híbrida y su primer coche 100% eléctrico. Ambos, basados en coches de Renault