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Ni ternasco ni pollo al chilindrón: el plato típico de Aragón que no mucha gente conoce en el resto de España

Lo mejor de España es su diversidad gastronómica a lo largo y ancho del país, saber que, vayas donde vayas, siempre habrá un abanico de platos típicos de esa región que no probaras en otros lugares. Desde el salmorejo de Córdoba hasta las empanadas gallegas, España tiene un recetario espectacular.
Y no iba a ser diferente para Aragón, una tierra que a veces parece olvidada pero que esconde muchísimos platos tradicionales como el pollo al chilindrón, sus migas o su ternasco con patatas. Sin embargo, hay una receta que pasa desapercibida, y es la sopa de ajo en perolico, que es todo un manjar en Teruel.
Sopa de ajo en perolico
Ingredientes
- 4 dientes de ajo grandes picados
- 4 huevos (uno por persona)
- 100 gr de pan duro
- 1,5 litros de caldo de carne o pollo casero
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal
- Perejil fresco picado (opcional)
Cómo hacer esta sopa aragonesa
- En un perolico o cazuela de barro, calentamos el aceite de oliva a fuego medio y añadimos los ajos picados para sofreírlos hasta que estén dorados.
- Quitamos la cazuela del fuego y echamos la cucharadita de pimentón dulce, removiendo rápidamente para que no se queme.
- Ahora, vertemos el caldo de carne o pollo caliente en la cazuela, sin parar de moverlo bien para que se mezclen los sabores.
- Echamos el pan duro en el perolico y dejamos cocer a fuego lento durante unos 10 minutos para que el pan se empape bien del caldo y espese la sopa.
- Después, cascamos los huevos directamente en la sopa y los dejamos cuajar a fuego lento durante unos 4-5 minutos.
- Por último, servimos caliente en perolico o cuencos individuales, ponemos perejil fresco picado por encima si queremos, ¡y a disfrutar de toda una receta aragonesa!
Propiedades y beneficios del ajo
El ajo es un alimento que tradicionalmente se ha atribuido a propiedades medicinales que se han aprovechado a lo largo de la historia. Y no es para menos, ya que es una fuente de vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C, la vitamina B6, el manganeso y el selenio.
Entre sus principales beneficios, el “súper poder” del ajo es su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir resfriados y otras infecciones. Y, aunque se crea que lo mejor es consumirlo en crudo para aprovecharse de esto, numerosos expertos y estudios lo han desmentido, se puede comer una vez se haya cocinado y no habrá perdido las propiedades.
Por otro lado, contribuye a mejorar la salud cardiovascular, ya que ayuda a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol. Además, es un alimento con propiedades antioxidantes, antibacterianas y antifúngicas. Por todo, su consumo es más que recomendado en cualquier dieta.
Por cada 100 g, el ajo contiene:
- Calorías: 114 Kcal
- Hidratos de Carbono: 23,4 g
- Proteínas: 5,7 g
- Grasas: 0 g
La sopa de ajo en perolico es un plato súper tradicional en Aragón, sobre todo en Teruel, y es perfecto para los días más fríos. Recetas