Bienestar
Sueños que parecen realidad: una neurofisióloga explica qué son las alucinaciones hipnagógicas
Unas personas escuchan voces o ruidos. Otras pueden llegar a ver luces y figuras. O incluso pueden sentir que están flotando o que se mueven. Suele sucede justo cuando esa persona está a punto de caer en brazos de Morfeo, en ese periodo de transición entre la vigilia y el sueño. Y aunque duren poco pueden llegar a sentirse más vívidas que los sueños. Este tipo de experiencias es lo que se conoce como alucinaciones hipnagógicas y, como explica la doctora María Ángeles Idiazábal, neurofisióloga clínica y directora del Instituto Neurocognitivo INCIA ; generalmente no son peligrosas, aunque pueden resultar desconcertantes si esa persona no está acostumbrada a ellas. Según aclara la neurofisióloga, están ligadas a la actividad del cerebro que se produce mientras la persona se está quedando dormida: «En ese momento, a nivel cerebral hay elementos conscientes e inconscientes y eso puede dar lugar a percepciones que se confunden con la realidad», aclara. En cuanto a las causas, explica que se pueden producir por varias causas. Una es la privación de sueño , pues cuando no se duerme lo suficiente este fenómeno puede presentarse con más frecuencia. También el estrés y la ansiedad pueden incrementar la frecuencia de su aparición. Igualmente los patrones de sueño irregulares , es decir, cambios en los horarios de sueño o personas que trabajan en turnos nocturnos pueden aumentar la probabilidad de tener estas alucinaciones. Otro factor que influye, según apunta la Dra. Idiazábal es el consumo de sustancias como el alcohol , drogas o algunos medicamentos, que pueden provocarlas o incluso intensificarlas. En trastornos del sueño, como la narcolepsia, son más frecuentes y más intensas tanto las alucinaciones hipnagógicas como las hipnopómpicas. Sobre estas últimas, las alucinaciones hipnopómpicas, la experta aclara que aunque ambas pueden tener características sensoriales similares, las hipnopómpicas suelen estar más influenciadas por lo que soñamos y pueden ser como una extensión de esos sueños. «Desde el punto de vista neurobiológico, estas alucinaciones pueden estar relacionadas con un despertar incompleto del cerebro, donde algunas áreas todavía están en modo sueño mientras que otras ya están activas», diferencia.Más frecuentes en adolescenciaAunque pueden estar presentes en cualquier persona, la Dra. Idiazábal revela que la frecuencia es diferente según la edad. «En niños y adolescentes son más frecuentes y tienden a disminuir a medida que se llega a la edad adulta aunque cuando hay patrones irregulares de sueño o determinados trastornos de sueño, también las podemos observar en adultos», argumenta.Algunos estudios indican que son más frecuentes en mujeres, aunque la diferencia no es muy significativa, según aclara la experta. También aumenta la probabilidad de experimentar alucinaciones situaciones de estrés, fatiga intensa o cambios en las rutinas de sueño. Igualmente en determinadas condiciones médicas se presentan con mayor frecuencia, como en personas que padecen narcolepsia, trastornos del sueño REM, insomnio o ansiedad.Noticia Relacionada Expertos lo analizan reportaje Si El poder oculto de la respiración: así ayuda a calmar la mente y reducir la ansiedad Raquel AlcoleaQué pasa si son frecuentesCuando las alucinaciones hipnagógicas son ocasionales la Dra. Idiazábal apunta que no tiene por qué ser motivo de preocupación. Sin embargo, si se vuelven frecuentes y afectan la calidad del sueño o se acompañan de otros síntomas como la somnolencia diurna es aconsejable, según plantea la directora del Instituto Neurocognitivo INCIA , consultar con un profesional ya que, aunque pueden aparecer en personas sanas, igualmente pueden hacer sospechar de la existencia de un trastorno del sueño como narcolepsia o insomnio crónico . También es posible que se deba a efectos secundarios de medicamentos o sustancias, por lo que si las alucinaciones comienzan después de iniciar un tratamiento farmacológico habría que consultar con un médico¿En qué se diferencian de los sueños lúcidos? Los sueños lúcidos, como aclara la Dra. Idiazábal son aquellos en los que la persona es consciente de que está soñando mientras duerme y, en algunos casos, puede controlar el contenido del sueño; mientras que en las alucinaciones hipnagógicas no podemos tener ese control ni somos conscientes de que estamos soñando. «A diferencia de las alucinaciones hipnagógicas que aparecen en la transición vigilia-sueño, los sueños lúcidos ocurren durante la fase del sueño REM, donde la actividad cerebral es más intensa y se combinan aspectos de vigilia con procesos típicos de esta etapa del sueño (REM)», precisa.¿Se pueden prevenir?Tal como indica la experta, es posible reducir la frecuencia de las alucinaciones hipnagógicas adoptando hábitos de sueño saludables , como mantener un horario de sueño regular, evitar pantallas y luces brillantes antes de dormir, reducir el estrés con técnicas de relajación, como la meditación y evitar la cafeína, el alcohol y otros estimulantes por la noche.Para mejorar la calidad de sueño y asegurarse un buen descanso la Dra. Idiazábal insiste en la importancia de mantener una rutina de sueño regular, es decir, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, ya que al hacerlo, se contribuye a regular nuestro ritmo circadiano, lo que mejora la calidad de nuestro sueño.Noticia Relacionada estandar Si Ni el estrés ni la falta de sueño: esto explica tu agotamiento crónico Raquel Alcolea José María Catalina de la Peña, dietista y experto en nutrición, explica en su obra ‘El diseño humano’ los malos hábitos que están detrás del cansancio crónicoTambién es importante exponerse a la luz natural durante el día y evitar las pantallas al menos una hora antes de dormir, ya que estas interfieren en la producción de melatonina retrasando el sueño.Crear un ambiente propicio para dormir es esencial, así como limitar el consumo de estimulantes como el café, el alcohol o el tabaco.Hacer ejercicio regularmente también es beneficioso, ya que ayuda a reducir el estrés y mejora la calidad del sueño, pero es mejor evitarlo al menos tres horas antes de acostarse.Además, se recomienda cenar algo ligero y hacerlo al menos dos horas antes de ir a la cama.En suma, establecer rutinas relajantes antes de dormir, como leer un libro o meditar, puede ayudar a preparar tanto el cuerpo como la mente para conseguir un buen descanso.
Unas personas escuchan voces o ruidos. Otras pueden llegar a ver luces y figuras. O incluso pueden sentir que están flotando o que se mueven. Suele sucede justo cuando esa persona está a punto de caer en brazos de Morfeo, en ese periodo de transición entre la vigilia y el sueño. Y aunque duren poco pueden llegar a sentirse más vívidas que los sueños. Este tipo de experiencias es lo que se conoce como alucinaciones hipnagógicas y, como explica la doctora María Ángeles Idiazábal, neurofisióloga clínica y directora del Instituto Neurocognitivo INCIA ; generalmente no son peligrosas, aunque pueden resultar desconcertantes si esa persona no está acostumbrada a ellas. Según aclara la neurofisióloga, están ligadas a la actividad del cerebro que se produce mientras la persona se está quedando dormida: «En ese momento, a nivel cerebral hay elementos conscientes e inconscientes y eso puede dar lugar a percepciones que se confunden con la realidad», aclara. En cuanto a las causas, explica que se pueden producir por varias causas. Una es la privación de sueño , pues cuando no se duerme lo suficiente este fenómeno puede presentarse con más frecuencia. También el estrés y la ansiedad pueden incrementar la frecuencia de su aparición. Igualmente los patrones de sueño irregulares , es decir, cambios en los horarios de sueño o personas que trabajan en turnos nocturnos pueden aumentar la probabilidad de tener estas alucinaciones. Otro factor que influye, según apunta la Dra. Idiazábal es el consumo de sustancias como el alcohol , drogas o algunos medicamentos, que pueden provocarlas o incluso intensificarlas. En trastornos del sueño, como la narcolepsia, son más frecuentes y más intensas tanto las alucinaciones hipnagógicas como las hipnopómpicas. Sobre estas últimas, las alucinaciones hipnopómpicas, la experta aclara que aunque ambas pueden tener características sensoriales similares, las hipnopómpicas suelen estar más influenciadas por lo que soñamos y pueden ser como una extensión de esos sueños. «Desde el punto de vista neurobiológico, estas alucinaciones pueden estar relacionadas con un despertar incompleto del cerebro, donde algunas áreas todavía están en modo sueño mientras que otras ya están activas», diferencia.Más frecuentes en adolescenciaAunque pueden estar presentes en cualquier persona, la Dra. Idiazábal revela que la frecuencia es diferente según la edad. «En niños y adolescentes son más frecuentes y tienden a disminuir a medida que se llega a la edad adulta aunque cuando hay patrones irregulares de sueño o determinados trastornos de sueño, también las podemos observar en adultos», argumenta.Algunos estudios indican que son más frecuentes en mujeres, aunque la diferencia no es muy significativa, según aclara la experta. También aumenta la probabilidad de experimentar alucinaciones situaciones de estrés, fatiga intensa o cambios en las rutinas de sueño. Igualmente en determinadas condiciones médicas se presentan con mayor frecuencia, como en personas que padecen narcolepsia, trastornos del sueño REM, insomnio o ansiedad.Noticia Relacionada Expertos lo analizan reportaje Si El poder oculto de la respiración: así ayuda a calmar la mente y reducir la ansiedad Raquel AlcoleaQué pasa si son frecuentesCuando las alucinaciones hipnagógicas son ocasionales la Dra. Idiazábal apunta que no tiene por qué ser motivo de preocupación. Sin embargo, si se vuelven frecuentes y afectan la calidad del sueño o se acompañan de otros síntomas como la somnolencia diurna es aconsejable, según plantea la directora del Instituto Neurocognitivo INCIA , consultar con un profesional ya que, aunque pueden aparecer en personas sanas, igualmente pueden hacer sospechar de la existencia de un trastorno del sueño como narcolepsia o insomnio crónico . También es posible que se deba a efectos secundarios de medicamentos o sustancias, por lo que si las alucinaciones comienzan después de iniciar un tratamiento farmacológico habría que consultar con un médico¿En qué se diferencian de los sueños lúcidos? Los sueños lúcidos, como aclara la Dra. Idiazábal son aquellos en los que la persona es consciente de que está soñando mientras duerme y, en algunos casos, puede controlar el contenido del sueño; mientras que en las alucinaciones hipnagógicas no podemos tener ese control ni somos conscientes de que estamos soñando. «A diferencia de las alucinaciones hipnagógicas que aparecen en la transición vigilia-sueño, los sueños lúcidos ocurren durante la fase del sueño REM, donde la actividad cerebral es más intensa y se combinan aspectos de vigilia con procesos típicos de esta etapa del sueño (REM)», precisa.¿Se pueden prevenir?Tal como indica la experta, es posible reducir la frecuencia de las alucinaciones hipnagógicas adoptando hábitos de sueño saludables , como mantener un horario de sueño regular, evitar pantallas y luces brillantes antes de dormir, reducir el estrés con técnicas de relajación, como la meditación y evitar la cafeína, el alcohol y otros estimulantes por la noche.Para mejorar la calidad de sueño y asegurarse un buen descanso la Dra. Idiazábal insiste en la importancia de mantener una rutina de sueño regular, es decir, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, ya que al hacerlo, se contribuye a regular nuestro ritmo circadiano, lo que mejora la calidad de nuestro sueño.Noticia Relacionada estandar Si Ni el estrés ni la falta de sueño: esto explica tu agotamiento crónico Raquel Alcolea José María Catalina de la Peña, dietista y experto en nutrición, explica en su obra ‘El diseño humano’ los malos hábitos que están detrás del cansancio crónicoTambién es importante exponerse a la luz natural durante el día y evitar las pantallas al menos una hora antes de dormir, ya que estas interfieren en la producción de melatonina retrasando el sueño.Crear un ambiente propicio para dormir es esencial, así como limitar el consumo de estimulantes como el café, el alcohol o el tabaco.Hacer ejercicio regularmente también es beneficioso, ya que ayuda a reducir el estrés y mejora la calidad del sueño, pero es mejor evitarlo al menos tres horas antes de acostarse.Además, se recomienda cenar algo ligero y hacerlo al menos dos horas antes de ir a la cama.En suma, establecer rutinas relajantes antes de dormir, como leer un libro o meditar, puede ayudar a preparar tanto el cuerpo como la mente para conseguir un buen descanso.