Difunden un mapa anti-Musk que señala la dirección de quienes poseen un Tesla en EEUU o trabajan para el multimillonario

Los datos personales de más de 1.600 personas que trabajan para el Departamento de Eficiencia del Gobierno que lidera el multimillonario o conducen el coche eléctrico se han compartido en Dogequest Leer 

Las protestas contra Tesla y su propietario, Elon Musk, que se llevan a cabo desde hace semanas están subiendo de nivel y cada día que pasa parecen aumentar en número y variedad. En Oregón, algunas personas lanzaron cócteles molotov contra los escaparates de un concesionario, mientras otros protestan en las calles con carteles y lemas como «no compren coches nazis «. Algunos ya han disparado con armas de fuego contra concesionarios y otros persiguen a los Cybertrucks por la calle. Y luego están aquellos que han llevado la protesta a Internet, quizás con el objetivo de facilitar actos de vandalismo e intimidación. Una web llamada Dogequest ha sido publicada con un mapa de los Estados Unidos salpicado de símbolos y cada uno corresponde a un nombre, con una dirección y un número de teléfono. Estos datos señalan a todo aquel que tenga alguna conexión con Tesla o el Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge). Como curiosidad y para más provocación, el cursor que se mueve en el mapa no es la clásica flecha blanca sino que representa una bomba incendiaria.

En el lenguaje de Internet, esta práctica se llama doxxing y se refiere al acto, a menudo con el objetivo de intimidar, de compartir datos personales de una persona en una web sin su consentimiento. Y en el mapa de Dogequest hay al menos información de 1.600 propietarios de Tesla. Nombre, número de teléfono, dirección de correo electrónico y, lo más importante, dónde viven. Todo al alcance de aquellos que en las últimas semanas han cometido actos vandálicos contra los famosos coches eléctricos.

No sólo eso, ya que el mapa interactivo presenta las direcciones de las estaciones de carga y concesionarios de Tesla, así como la información personal (incluidas las direcciones de casa) de quienes trabajan en Doge, incluida la dirección del propio Elon Musk.

Pese a que parece un deliberado señalamiento, los propietarios anónimos de la web se han querido distanciar de cualquier acto vandálico. «Dogequest no alienta ni condena ninguna acción», dicen en la web. «Antes de embarcarse en cualquier aventura, le recomendamos que lea sobre el Proyecto No Trace«, añade. Ese Proyecto No Trace es un repositorio online de herramientas para «ayudar a los anarquistas y otros rebeldes a comprender las capacidades de sus enemigos, socavar los esfuerzos de vigilancia y, en última instancia, operar sin ser detectados».

No está claro cómo se recopilaron los nombres y direcciones de los propietarios de automóviles Tesla, ni es fácil confirmar que todos los datos publicados en Dogequest sean verdaderos. Según 404 Media , que informó por primera vez sobre la existencia de este mapa, los concesionarios enumerados son reales y varias de las personas afectadas sí poseen automóviles Tesla. Sin embargo, las direcciones de algunas estaciones de carga a veces son incorrectas.

Cualquier persona que haya sido víctima de doxing puede solicitar que su información sea eliminada del mapa, siempre y cuando pueda demostrar que ha vendido su Tesla .

«Anticipando que alguien podría intentar eliminarnos, diseñamos Dogequest para que fuera muy fácil de duplicar «, cuentan los creadores de la web. Un código HTML simple con instrucciones para replicar el mapa tal como está, con la promesa implícita de llevar adelante una protesta que el martes fue definida por la Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, como terrorismo interno.

Una definición que también fue hecha por el propio Musk. «Alentar la destrucción de Teslas en todo el país es puro terrorismo interno», escribió en X, compartiendo una publicación dedicada específicamente a Dogequest.

El mapa, sin embargo, no ha durado mucho. De hecho, tras sólo unos días online, la web ha sido bloqueada, lo que hace imposible el acceso a ella para potenciales usuarios maliciosos. Es decir, a menos que alguien ya haya copiado el código para publicarlo en una nueva web.