Augusto Fernández ha pasado del paro a que le coincidan dos carreras. El balear acabó con contrato con GasGas Tech3 de MotoGP en noviembre de 2024 y fichó como probador de Yamaha para 2025, con una cláusula para hacer seis grandes premios como invitado.
El campeón de Moto2 de 2022 ha realizado varios ensayos de pretemporada con la M1, pero su situación cambió con la lesión de Jonathan Rea en Australia. El multicampeón de Superbike va a seguir de baja y la casa de los diapasones pensó en el mallorquín para suplirle en la segunda cita del curso, en Portugal. Se da el caso de que, además, había un test previo, de dos días, en Portimao, pista que ya conocía, pero nunca había rodado con una Superbike. El español tuvo un buen acoplamiento, pese a una ligera caída.
Todo estaba listo para ese estreno en el certamen en el que empezó a forjarse antes de saltar a Moto2. Sin embargo, en Argentina, Miguel Oliveira se cayó, tras un toque con Fermín Aldeguer. El portugués fue baja en la carrera larga y pese a que no había roturas, viajó a Lisboa a hacerse más pruebas, por temor a daños en los ligamentos de su hombro izquierdo. Así se ha confirmado, junto a una dislocación.
De este modo, el Prima Pramac, conjunto del luso, ha optado, junto con Yamaha, por situar a Augusto en su lugar en la prueba de Austin de MotoGP de la semana que viene… que coincide con Portimao de Superbike.
Oliveira no detallaba su regreso. «Hablamos y se decidió tener el brazo inmovilizado durante un tiempo. El momento de volver es impredecible, porque hay que ver la respuesta de mi cuerpo. Intentaré volver lo más pronto posible, pero por encima de todo está centrarme en la recuperación y volver al cien por cien de mi estado físico», dijo Miguel.
Así, Fernández retornará a MotoGP, a una carrera. «Lo primero es mandar mis mejores deseos a Miguel y desearle una pronta recuperación. Doy las gracias a Yamaha y al Prima Pramac por la oportunidad. Austin es un circuito increíble. Tengo muchas ganas de correr ese fin de semana», afirmó.
