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Tensión diplomática entre Argentina y Rusia por un control de alcoholemia en Buenos Aires

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Buenos Aires, 26 dic (EFE).- La negativa de un diplomático ruso a someterse a una prueba de alcoholemia cuando viajaba por Buenos Aires en su vehículo, el día de Navidad, ha generado una fuerte tensión diplomática entre Argentina y Rusia.

Los agentes de tránsito pidieron al conductor del vehículo, con matrícula diplomática, que se detuviera en una vía del barrio porteño de Recoleta, pero este se negó a hacerse la prueba y a bajarse del auto, incluso a abrir la ventana, amparado en la Convención de Viena.

El caso escaló porque el representante del Gobierno de Moscú pasó varias horas encerrado en el automóvil, junto a otro ciudadano ruso, al parecer también diplomático, por lo que la embajada ha enviado una carta de protesta al Gobierno argentino.

Un portavoz de la embajada, Alexander Stebunian, afirmó a los periodistas que el incidente «fue una grave violación del derecho internacional».

«Los autos no fueron secuestrados. También hubo respeto porque en ningún momento se entró a los autos, con lo cual, si bien fue un procedimiento quizá demasiado largo, no se violó la Convención de Viena», indicó este jueves la ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, a Radio Mitre.

Bullrich explicó que, tras el incidente, se puso de acuerdo con el canciller Gerardo Werthein para enviar al lugar a la Policía Federal Argentina (PFA), con más autoridad que los agentes de tránsito, para que el vehículo pudiera «volver rápidamente a la embajada», sin violar la Convención de Viena.

La ministra afirmó que «podrían haber estado un poquito más abiertos los funcionarios de la embajada» y que «el ideal en estas circunstancias es poder llevar adelante el control», pero reconoció que «al estar en un automóvil y pedirles que se bajen o querer revisarlo, ahí se genera esta contradicción» porque los diplomáticos tienen inmunidad diplomática.

La Convención de Viena reconoce la inviolabilidad del territorio del país del diplomático, que incluye embajadas, residencias e incluso vehículos, y contempla que estos funcionarios no pueden ser objeto de registros, requisas o embargos.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, intentó quitarle peso al incidente y afirmó que el Gobierno se ha limitado a «simplemente dirimir si esto tenía inmunidad diplomática o no, o cuál era la situación en la que se lo había detenido».

«El Ministerio de Seguridad y la Cancillería enviaron al Departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal Argentina el caso para que se haga cargo de la situación y cumplir la Convención de Viena y las leyes que rigen las relaciones diplomáticas», agregó Adorni.

Añadió que, tras escoltar a los diplomáticos a la embajada, no ven que «esto tenga mayor implicancia que la que todos vimos desde el día de ayer con la detención del auto y cómo se los escoltó posteriormente a la embajada. Nada más que eso». EFE

19 Mar, 2025 05:33 a.m. EST

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Buenos Aires, 26 dic (EFE).- La negativa de un diplomático ruso a someterse a una prueba de alcoholemia cuando viajaba por Buenos Aires en su vehículo, el día de Navidad, ha generado una fuerte tensión diplomática entre Argentina y Rusia.

Los agentes de tránsito pidieron al conductor del vehículo, con matrícula diplomática, que se detuviera en una vía del barrio porteño de Recoleta, pero este se negó a hacerse la prueba y a bajarse del auto, incluso a abrir la ventana, amparado en la Convención de Viena.

El caso escaló porque el representante del Gobierno de Moscú pasó varias horas encerrado en el automóvil, junto a otro ciudadano ruso, al parecer también diplomático, por lo que la embajada ha enviado una carta de protesta al Gobierno argentino.

Un portavoz de la embajada, Alexander Stebunian, afirmó a los periodistas que el incidente «fue una grave violación del derecho internacional».

«Los autos no fueron secuestrados. También hubo respeto porque en ningún momento se entró a los autos, con lo cual, si bien fue un procedimiento quizá demasiado largo, no se violó la Convención de Viena», indicó este jueves la ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, a Radio Mitre.

Bullrich explicó que, tras el incidente, se puso de acuerdo con el canciller Gerardo Werthein para enviar al lugar a la Policía Federal Argentina (PFA), con más autoridad que los agentes de tránsito, para que el vehículo pudiera «volver rápidamente a la embajada», sin violar la Convención de Viena.

La ministra afirmó que «podrían haber estado un poquito más abiertos los funcionarios de la embajada» y que «el ideal en estas circunstancias es poder llevar adelante el control», pero reconoció que «al estar en un automóvil y pedirles que se bajen o querer revisarlo, ahí se genera esta contradicción» porque los diplomáticos tienen inmunidad diplomática.

La Convención de Viena reconoce la inviolabilidad del territorio del país del diplomático, que incluye embajadas, residencias e incluso vehículos, y contempla que estos funcionarios no pueden ser objeto de registros, requisas o embargos.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, intentó quitarle peso al incidente y afirmó que el Gobierno se ha limitado a «simplemente dirimir si esto tenía inmunidad diplomática o no, o cuál era la situación en la que se lo había detenido».

«El Ministerio de Seguridad y la Cancillería enviaron al Departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal Argentina el caso para que se haga cargo de la situación y cumplir la Convención de Viena y las leyes que rigen las relaciones diplomáticas», agregó Adorni.

Añadió que, tras escoltar a los diplomáticos a la embajada, no ven que «esto tenga mayor implicancia que la que todos vimos desde el día de ayer con la detención del auto y cómo se los escoltó posteriormente a la embajada. Nada más que eso». EFE

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