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Ryanair no te «multa» si pierdes tu vuelo: simplemente te recoloca en el siguiente por un coste de 100 euros

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Viajar en avión es poco menos que un infierno. Es, al menos, la percepción que ha ido calando en los últimos años entre los pasajeros que tienen que enfrentarse a largos tiempos de espera, controles exhaustivos de la policía, políticas inflexibles con el equipaje… Y empieza a flotar la idea de que, si no llegas a un vuelo tendrás que aceptar una multa de 100 euros.

Una multa que no existe y que Ryanair no aplica.

Un infierno. Hubo un día en el que subirse a un avión fue bonito, cómodo y aspiracional. Hoy la mayoría ya lo odia. El titular del artículo firmado el año pasado en Xataka resume bien el malestar de los pasajeros a la hora de volar. La experiencia de un viaje en avión se ha transformado por completo con el paso de los años.

Algo más de medio siglo ha sido suficiente para transformar una experiencia en la que se podía disfrutar de la comida de «un grupo selecto de chefs» a dar agua del lavabo a los pasajeros. Según cuenta Mirror, esto es lo que sucedió en un vuelo de Ryanair el año pasado.

Una democratización mal entendida. La parte buena de la historia es que hace más de 50 años, volar era sinónimo de elitismo, de tener el dinero suficiente para permitirse un viaje en un aparato tremendamente costoso que estaba al alcance de muy pocas personas.

Hoy, nuestros cielos se han llenado de aviones pero también se ha degradado hasta lo inconcebible la manera de viajar. Por el camino hemos dejado que las compañías midan al milímetro nuestro equipaje y jueguen desde una posición de poder con nuestro tiempo. ¿Estás dispuesto a pagar más por viajar pese a que tu maleta cumple la normativa?

Y no solo es cuestión de las compañías de bajo coste. Financial Times señala que uno de cada cuatro vuelos en Estados Unidos ya llega con retraso y que las pérdidas de las maletas se han multiplicado por cinco.

Un pasajero asegura que Ryanair le sanciona con 70 euros porque las ruedas de su maleta rebasan en dos centímetros el máximo permitido

Ryanair, en el ojo del huracán. Si una compañía se ha hecho famosa por jugar en la fina línea entre la legalidad y el claro abuso de poder es Ryanair. La compañía es una de las más relevantes en los vuelos europeos gracias a sus bajos precios. A cambio, la normativa de equipaje de mano (entre otras cosas) es tan estricta que se dan casos como el de dos turistas alemanes que tuvieron que pagar más de 200 euros porque su maleta superaba en un centímetro el tamaño permitido, según Diario de Mallorca.

Pequeño ejemplo. La última gran polémica ha llegado con el conflicto entre el Gobierno y la compañía aérea a raíz de una multa del Ministerio de Consumo. Éste considera que la política de la compañía de prohibir subir al avión con una maleta de mano es ilegal y le ha impuesto una multa de más de 100 millones de euros. A lo que Ryanair ha contestado con la amenaza de salir de los aeropuertos más pequeños del país, hiriéndolos gravemente.

Pero llamar payaso al ministro de Consumo para contestar a la multa ha sido una de las últimas polémicas de gran calado pero no la única. La compañía ha confirmado que este mismo año prevén eliminar la tarjeta de embarque física y que solo se podrá acceder al avión utilizando el teléfono móvil. Asegura que atenderán a quienes se le haya roto el teléfono pero no han respondido a Xataka qué sucede si un pasajero acude con la tarjeta física. Facua asegura que esto es ilegal.

No todo es una mala praxis. Las prácticas de Ryanair han llevado a la compañía a ser objeto de múltiples titulares en los medios. En buena parte de los casos porque aplican exigencias que no tienen otras aerolíneas, porque sus extras son mucho más caros que la competencia o porque son inflexibles en sus normativas.

Pero también se dan casos como la «multa de 100 euros que te pondrá Ryanair si llegas tarde al embarque». Esta multa no existe. Simplemente se trata de un extra que ofrece la compañía para ser readmitido en el siguiente vuelo disponible. Siempre y cuando se paguen esos 100 euros extra.

Es decir, se trata de un añadido a la tarifa conocido como «cargo por pérdida de vuelo». Está disponible si el pasajero llega con menos de 40 minutos a la puerta de embarque y ya se han cerrado las puertas. También se puede hacer uso de la misma hasta una hora después del despegue del avión.

Estrangular el lenguaje. Lo que se ha hecho en este caso por parte de algunos medios y en las redes sociales ha sido la de estrangular el lenguaje hasta conseguir algo supuestamente noticioso. En su página web, Ryanair asegura que los mostradores de facturación «se cierran rigurosamente 40 minutos antes de la salida de tu vuelo, a no ser que se te notifique lo contrario antes de la salida del vuelo. Si no facturas antes de ese plazo, es posible que se te deniegue el embarque sin derecho a reembolso».

Esos 40 minutos son los que han servido de excusa para hablar de una supuesta multa que no existe, simplemente es una alternativa a comprar otro billete de avión en el aeropuerto. Cada compañía establece un mínimo de minutos de antelación antes de cerrar las puertas. Por poner algunos ejemplos:

Tarifas flexibles. La oferta de tarifas flexibles que permiten algún tipo de cambio en los trayectos son habituales. A la hora de volar, Vueling permite un cambio en el vuelo hasta dos horas antes de la salida del mismo siempre y cuando pagues la diferencia con el nuevo trayecto. Aseguran que te puedes ahorrar entre 55 y 70 euros. La propia Ryanair también tiene una tarifa específica para el cambio de vuelo antes de cerrar sus puertas de embarque.

Y no es solo cuestión de volar. En el ferrocarril también es habitual este tipo de opciones en las que pagando un extra permiten el cambio de día y hora de un tren hasta pocos minutos antes. Es algo que ofrece desde el AVE hasta Ouigo o Iryo. También cuando se ha perdido el tren (el equivalente a la opción de Ryanair). En Iryo, por ejemplo, este cambio puede costar hasta 30 euros.

Foto | Markus Winkler

En Xataka | Ya sabemos cómo de grande será el agujero que dejará Ryanair en las ciudades pequeñas de España: 640.000 plazas


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Ryanair no te «multa» si pierdes tu vuelo: simplemente te recoloca en el siguiente por un coste de 100 euros

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Alberto de la Torre

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 Viajar en avión es poco menos que un infierno. Es, al menos, la percepción que ha ido calando en los últimos años entre los pasajeros que tienen que enfrentarse a largos tiempos de espera, controles exhaustivos de la policía, políticas inflexibles con el equipaje… Y empieza a flotar la idea de que, si no llegas a un vuelo tendrás que aceptar una multa de 100 euros.

Una multa que no existe y que Ryanair no aplica.

Un infierno. Hubo un día en el que subirse a un avión fue bonito, cómodo y aspiracional. Hoy la mayoría ya lo odia. El titular del artículo firmado el año pasado en Xataka resume bien el malestar de los pasajeros a la hora de volar. La experiencia de un viaje en avión se ha transformado por completo con el paso de los años.

Algo más de medio siglo ha sido suficiente para transformar una experiencia en la que se podía disfrutar de la comida de «un grupo selecto de chefs» a dar agua del lavabo a los pasajeros. Según cuenta Mirror, esto es lo que sucedió en un vuelo de Ryanair el año pasado.

Una democratización mal entendida. La parte buena de la historia es que hace más de 50 años, volar era sinónimo de elitismo, de tener el dinero suficiente para permitirse un viaje en un aparato tremendamente costoso que estaba al alcance de muy pocas personas.

Hoy, nuestros cielos se han llenado de aviones pero también se ha degradado hasta lo inconcebible la manera de viajar. Por el camino hemos dejado que las compañías midan al milímetro nuestro equipaje y jueguen desde una posición de poder con nuestro tiempo. ¿Estás dispuesto a pagar más por viajar pese a que tu maleta cumple la normativa?

Y no solo es cuestión de las compañías de bajo coste. Financial Times señala que uno de cada cuatro vuelos en Estados Unidos ya llega con retraso y que las pérdidas de las maletas se han multiplicado por cinco.

Un pasajero asegura que Ryanair le sanciona con 70 euros porque las ruedas de su maleta rebasan en dos centímetros el máximo permitido

Ryanair, en el ojo del huracán. Si una compañía se ha hecho famosa por jugar en la fina línea entre la legalidad y el claro abuso de poder es Ryanair. La compañía es una de las más relevantes en los vuelos europeos gracias a sus bajos precios. A cambio, la normativa de equipaje de mano (entre otras cosas) es tan estricta que se dan casos como el de dos turistas alemanes que tuvieron que pagar más de 200 euros porque su maleta superaba en un centímetro el tamaño permitido, según Diario de Mallorca.

Pequeño ejemplo. La última gran polémica ha llegado con el conflicto entre el Gobierno y la compañía aérea a raíz de una multa del Ministerio de Consumo. Éste considera que la política de la compañía de prohibir subir al avión con una maleta de mano es ilegal y le ha impuesto una multa de más de 100 millones de euros. A lo que Ryanair ha contestado con la amenaza de salir de los aeropuertos más pequeños del país, hiriéndolos gravemente.

Pero llamar payaso al ministro de Consumo para contestar a la multa ha sido una de las últimas polémicas de gran calado pero no la única. La compañía ha confirmado que este mismo año prevén eliminar la tarjeta de embarque física y que solo se podrá acceder al avión utilizando el teléfono móvil. Asegura que atenderán a quienes se le haya roto el teléfono pero no han respondido a Xataka qué sucede si un pasajero acude con la tarjeta física. Facua asegura que esto es ilegal.

No todo es una mala praxis. Las prácticas de Ryanair han llevado a la compañía a ser objeto de múltiples titulares en los medios. En buena parte de los casos porque aplican exigencias que no tienen otras aerolíneas, porque sus extras son mucho más caros que la competencia o porque son inflexibles en sus normativas.

Pero también se dan casos como la «multa de 100 euros que te pondrá Ryanair si llegas tarde al embarque». Esta multa no existe. Simplemente se trata de un extra que ofrece la compañía para ser readmitido en el siguiente vuelo disponible. Siempre y cuando se paguen esos 100 euros extra.

Es decir, se trata de un añadido a la tarifa conocido como «cargo por pérdida de vuelo». Está disponible si el pasajero llega con menos de 40 minutos a la puerta de embarque y ya se han cerrado las puertas. También se puede hacer uso de la misma hasta una hora después del despegue del avión.

En Xataka

La deriva de los precios y cargos extra han desdibujado al mercado aéreo: vuelos en Ryanair más caros que en Iberia

Estrangular el lenguaje. Lo que se ha hecho en este caso por parte de algunos medios y en las redes sociales ha sido la de estrangular el lenguaje hasta conseguir algo supuestamente noticioso. En su página web, Ryanair asegura que los mostradores de facturación «se cierran rigurosamente 40 minutos antes de la salida de tu vuelo, a no ser que se te notifique lo contrario antes de la salida del vuelo. Si no facturas antes de ese plazo, es posible que se te deniegue el embarque sin derecho a reembolso».

Esos 40 minutos son los que han servido de excusa para hablar de una supuesta multa que no existe, simplemente es una alternativa a comprar otro billete de avión en el aeropuerto. Cada compañía establece un mínimo de minutos de antelación antes de cerrar las puertas. Por poner algunos ejemplos:

Iberia obliga a facturar con un mínimo de 45 minutos (aunque el embarque se cierra 25 minutos antes de la salida del vuelo).
Vueling también obliga a facturar con un mínimo de 40 minutos.
Air Europa también establece el límite en 60 minutos para la facturación en vuelos intercontinentales y 45 minutos para los nacionales y europeos.

Tarifas flexibles. La oferta de tarifas flexibles que permiten algún tipo de cambio en los trayectos son habituales. A la hora de volar, Vueling permite un cambio en el vuelo hasta dos horas antes de la salida del mismo siempre y cuando pagues la diferencia con el nuevo trayecto. Aseguran que te puedes ahorrar entre 55 y 70 euros. La propia Ryanair también tiene una tarifa específica para el cambio de vuelo antes de cerrar sus puertas de embarque.

Y no es solo cuestión de volar. En el ferrocarril también es habitual este tipo de opciones en las que pagando un extra permiten el cambio de día y hora de un tren hasta pocos minutos antes. Es algo que ofrece desde el AVE hasta Ouigo o Iryo. También cuando se ha perdido el tren (el equivalente a la opción de Ryanair). En Iryo, por ejemplo, este cambio puede costar hasta 30 euros.

Foto | Markus Winkler

En Xataka | Ya sabemos cómo de grande será el agujero que dejará Ryanair en las ciudades pequeñas de España: 640.000 plazas

– La noticia

Ryanair no te «multa» si pierdes tu vuelo: simplemente te recoloca en el siguiente por un coste de 100 euros

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Alberto de la Torre

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