¿Quién es el ‘Nostradamus argentino’ que habría vaticinado a Milei?

Santiago Caputo lleva tatuada en la espalda una de las enigmáticas psicografías de Benjamín Solari Parravicini. El asesor presidencial y hombre de máxima confianza de Javier Milei no oculta su fascinación por el llamado ‘Nostradamus argentino’. Su despacho en la Casa Rosada exhibe dos reproducciones de sus dibujos proféticos.

Caputo recibió en Balcarce 50 a Marcela Podestá Costa, sobrina nieta de Parravicini. El motivo del encuentro fue un símbolo que ha cobrado relevancia política: la Cruz Orlada, diseñada por el vidente —conocido como ‘Pelón’ por afeitarse la cabeza desde joven— y adoptada por seguidores de Milei.

En una entrevista con La Nación, Marcela expresó su malestar por el uso de la Cruz Orlada en pecheras y prendedores de algunos militantes libertarios, quienes la portaban mientras proferían insultos y cánticos agresivos en el Congreso. Para ella, se trata de un símbolo sagrado que debe usarse con respeto.

La sobrina nieta de Solari Parravicini se define como una ferviente seguidora de Milei e incluso relató que, durante la campaña, compartió con él predicciones sobre los resultados electorales que, según ella, terminaron cumpliéndose. El presidente argentino se reunió con ella en marzo y aceptó como obsequio una Cruz Orlada.

Para ciertos sectores libertarios, Milei encarna la figura del ‘hombre gris’, un líder inesperado que, según Parravicini, surgiría en tiempos de crisis para unir a una Argentina dividida.

De hecho, el Gobierno de Milei publicará ‘Las epístolas del Cielo’, un libro con las diez máximas de su gestión, en un tono que recuerda a los textos bíblicos y que incluirá ilustraciones inspiradas en Solari Parravicini.

Un artista con visiones proféticas

Nacido en Buenos Aires en 1898, Parravicini fue el mayor de ocho hermanos en el seno de una familia aristocrática. Su padre, Benjamín Tomás Solari, fue un reconocido psiquiatra y diputado nacional.

Desde joven, mostró inclinaciones artísticas y se convirtió en un pintor y escultor destacado. Sin embargo, su legado más enigmático radica en sus psicografías, dibujos acompañados de mensajes crípticos que muchos consideran predicciones de eventos futuros. Llegó a realizar más de 1.000.

Uno de sus vaticinios más discutidos es el que parece hacer referencia a los atentados del 11 de septiembre de 2001, en Nueva York. En 1939, Parravicini escribió: «La libertad de Norte América perderá su luz. Su antorcha no alumbrará como ayer y el monumento será atacado dos veces». Para muchos, esta frase predijo con exactitud la caída de las Torres Gemelas más de 60 años antes de que ocurriera.

A lo largo de su vida, Parravicini afirmó que no creaba sus psicografías de manera consciente, sino que una entidad espiritual, a la que identificaba como Fray José de Aragón, le dictaba los mensajes mientras entraba en un estado de trance. Su caligrafía variaba, como si fueran distintas personas las que escribían a través de él, lo que alimentó la creencia de que canalizaba otras entidades.

Más allá de sus profecías, Parravicini practicaba espiritismo y organizaba sesiones en su casa, a las que asistían familiares y amigos. Se contaban anécdotas sobre fenómenos inexplicables en estas reuniones, como objetos que se movían sin que nadie los tocara.

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Nunca se casó ni tuvo hijos, pero mantuvo una estrecha relación con su familia y un círculo cercano de amigos artistas. Entre ellos, destacaba un discípulo al que llamaba Generoso, quien lo acompañó gran parte de su vida.

En 1974, fue diagnosticado con un tumor cerebral y falleció el 13 de diciembre de ese año, a los 76 años. Sin embargo, su muerte estuvo rodeada de misterio. Mientras Solari Parravicini estaba internado en el Hospital Británico, su casa fue saqueada y desaparecieron dos baúles llenos de sus psicografías.

Su sobrina especula que las obras podrían haber sido sustraídas por los militares o por grupos cercanos al poder, debido al contenido de algunas de sus profecías. También circulan teorías, sin sustento comprobado, de que parte de su obra terminó en el Vaticano.

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