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La inteligencia humana está en decadencia

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Si bien la atención se centró en el papel de las interrupciones educativas asociadas a la pandemia, las investigaciones muestran que el deterioro del rendimiento cognitivo ocurre desde 2015.


Las capacidades intelectuales humanas, como el razonamiento, procesamiento de información y la resolución de problemas, de todos los grupos de edad, están disminuyendo, posiblemente debido a la mayor exposición a los medios visuales, recoge Financial Times.
Según el reporte, la inteligencia humana parece haber alcanzado su punto máximo a principios de la década de 2010 y ha estado en declive desde entonces. Estos resultados se desprenden de pruebas de referencia que han evaluado las habilidades cognitivas en adolescentes y adultos jóvenes.
Estudios como ‘Monitoreando el Futuro’ de la Universidad de Michigan, que documenta las dificultades de concentración de estadounidenses de 18 años, y el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), que mide las habilidades de aprendizaje de adolescentes de 15 años en todo el mundo, sugieren que la capacidad de atención de los jóvenes es cada vez más reducida y hay un debilitamiento de sus habilidades de pensamiento crítico.
Si bien la atención se centró en el papel de las interrupciones educativas asociadas a la pandemia del covid-19, las investigaciones muestran que el deterioro del rendimiento cognitivo viene ocurriendo desde 2015. Según los resultados de PISA, el desempeño en lectura, matemáticas y ciencia alcanzaron su punto máximo alrededor de 2012 y, en muchos casos, cayeron más entre 2012 y 2018, que durante los años afectados por la pandemia.
Además, el problema no se limita solo a los adolescentes, las habilidades de los adultos también registran descensos comparables en todos los grupos etarios, evidenciando disminuciones en la habilidad para resolver problemas, en la atención y en las competencias matemáticas fundamentales, según datos de la Evaluación de Competencias de la Población Adulta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) del año pasado.
Mientras que el estudio ‘Monitoreando el Futuro’ muestra que la proporción de estudiantes en el último año de secundaria que experimenta dificultades para pensar, concentrarse o aprender cosas nuevas comenzó a aumentar rápidamente a mediados de la década de 2010.
Auge de los teléfonos inteligentes y las redes sociales
El artículo sugiere que el drástico descenso de la lectura y el cambio en el modo en que consumimos información son indicadores claves para el aumento de la pérdida de capacidades cognitivas, influenciadas por el auge de los teléfonos inteligentes y las redes sociales.
Si bien el uso activo y con un propósito de las tecnologías digitales suele ser positivo, se ha demostrado que consumir contenido de manera pasiva en redes sociales, así como cambiar constantemente de contextos, afecta negativamente la capacidad de atención, la memoria y la autorregulación. Como resultado, los usuarios presentan dificultades para interactuar con contenido extenso, ya sea en lectura, debates o resolución de problemas.