Tras la primera carrera de Argentina, en la que, Maxime Renaux y Romain Febvre, se repartieron las victorias en sendas mangas, el Mundial de MXGP disputó su segunda prueba en tierras españolas con el Gran Premio de Castila la Mancha. Más de 20.000 aficionados llenaron las gradas del circuito de Cózar, en un día complicado climatológicamente, para disfrutar del gran espectáculo del motocross con dos carreras en las que Renaux defendía, por primera vez, su liderato.
Sin Jorge Prado tras su paso al AMA Supercross, la referencia española estaba puesta en Rubén Fernández. Bien posicionado al terminar décimo en la carrera de clasificación que dominó Tim Gajser para hacerse con la ‘pole’.
En un trazado muy técnico, con alguna modificación respecto a la pasada temporada, arrancó la primera manga con Gajser aprovechando el mejor puesto de la parrilla para ponerse al mando del pelotón en una pista muy delicada por el barro, que hacía difícil el control de las motos.
El de Honda se manejaba bien en un trazado que admitía pocos fallos. Rubén Fernández aprovechaba su gran salida para ponerse segundo de una prueba que dominó Tim Gajser, con el español consiguiendo terminar por detrás de su compañero de equipo.
En la segunda del día, una caída de Rubén atascaba al de Honda en medio del grupo rodando en la décimo tercera posición la mayor parte de la prueba. Volvía a liderar Tim Gajser, con el español sin poder remontar, para terminar décimo segundo con Gajser consiguiendo el doblete en el MXGP de Castilla La Mancha, para ser el nuevo líder del Mundial con 108 puntos.
Rubén Fernández escala hasta la octava posición de la general con 53. “Mala suerte en la caída de la segunda carrera, me he tocado y he caído, menos mal que he podido remontar hasta el 12 porque me he quedado el último, pero estoy contento con el fin de semana y sobre todo con la segunda posición de la primera carrera. Creo que vendrán más alegrías en las siguientes carreras” explicó Rubén a MARCA.