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Día internacional Sueño: Por qué es importante dormir y cuáles son los trastornos del sueño más comunes

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Uno de cada cuatro adultos no descansa bien. Lo dicen las estadísticas, las mismas que apuntan a que España lidera el consumo mundial de medicamentos para dormir. Hay tantas cosas que nos preocupan que, en ocasiones, nos vamos a la cama y, por muy cansados que estuviéramos, no logramos pegar ojo. Causas individuales sí, pero también sociales como los horarios, la falta de conciliación o el extendido uso de las pantallas, se encuentran detrás de este problema cada vez más generalizado en la sociedad. Dormir como los ángeles es uno de los actos más aspiracionales de la actualidad.El primer viernes anterior al equinoccio de marzo – coincide este año 2025 en el día 14 – se celebra el Día Mundial del Sueño , una fecha que busca poner de manifiesto la importancia del sueño en la salud y el bienestar. Y es que no son pocos los que padecen ciertos trastornos relacionados con el dormir, que según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) , afectan entre al 22 y al 30% de la población española.Dormir, tan importante como comer o beberComo hemos dicho, las estadísticas confirman lo que ya sospechábamos. En España se duerme poco, mal y tarde. Más allá del cansancio del día siguiente, el asunto preocupa porque dormir es un proceso fisiológico y vital para la salud , del mismo modo que lo es respirar, comer o beber. Así, cuando nos privamos de sueño, muchas cosas relacionadas con nuestra salud y nuestro comportamiento van mal. «Necesitamos dormir para que nuestros órganos funcionen de forma adecuada y se produzcan todos los procesos de regulación biológica de nuestro cuerpo», asegura en una entrevista María José Masdeu, neumóloga y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española del Sueño (SES).Mientras dormimos el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía que hace el cuerpo. El sueño afecta a las hormonas del crecimiento, esencial para el desarrollo de los menores, y del estrés. Y no solo eso, también en ese proceso vital aprendemos y liberamos emociones, ya que consolidamos el aprendizaje del día durante la noche, en la etapa de sueño REM.El mal dormir y su relación con la salud mental¿Y si no dormimos? «Un mal descanso tiene consecuencias en la salud individual y en la sociedad en general y se asocia a problemas de salud mental, emocional y física. Además, las personas con enfermedades crónicas, miembros de minorías y personas en situación de precariedad pueden tener grandes dificultades para mantener unos hábitos de sueño óptimos», señala en una nota la doctora Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). «La privación de sueño aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, altera el normal funcionamiento del sistema inmunológico, impide la fijación de los recuerdos –el sueño y la memoria tienen una relación directa– y la limpieza del cerebro y acelera el deterioro cognitivo», indica en una entrevista Nuria Roure, psicóloga experta en trastornos del sueño y autora del libro ‘Por fin duermo’ (Ed. Vergara).¿Cómo puedo dormir mejor? Irse a la cama y despertar a la misma hora todos los días Evitar la cafeína, especialmente por la tarde y noche Evitar la nicotina Hacer ejercicio con regularidad, pero no demasiado tarde Evitar las bebidas alcohólicas antes de acostarse Evitar comidas y bebidas pesadas por la noche No tomar siestas después de las 3 de la tarde Relajarse antes de acostarse, por ejemplo, tomando un baño, leyendo o escuchando música suave Mantener su dormitorio con una temperatura fresca Deshacerse de distracciones como ruidos, luces brillantes y el televisor o computadora en el dormitorio. Además, no se sienta tentado de usar su teléfono o tableta justo antes de acostarse«Al nacer necesitamos unas veinte horas de sueño repartidas entre el día y la noche, hasta las seis horas y media que necesitamos cuando llegamos a la vejez. En situaciones de alta demanda de sueño, estudiantes en épocas de exámenes, altos ejecutivos con exigencias cognitivas importantes o deportistas de élite se requiere mayor número de horas de descanso», explica la experta, que ahonda en que a menudo no se le da la importancia que merece a la función del sueño.Insomnio, pesadillas, apnea del sueño o sonambulismo son algunos de los trastornos del sueño más comunes, aunque existen cerca de 100 clasificados.La falta de sueño se pueden prevenir o tratar, pero en España menos de un tercio de las personas que los padecen buscan ayuda profesional, de acuerdo con los datos del del Ministerio de Sanidad.

​Uno de cada cuatro adultos no descansa bien. Lo dicen las estadísticas, las mismas que apuntan a que España lidera el consumo mundial de medicamentos para dormir. Hay tantas cosas que nos preocupan que, en ocasiones, nos vamos a la cama y, por muy cansados que estuviéramos, no logramos pegar ojo. Causas individuales sí, pero también sociales como los horarios, la falta de conciliación o el extendido uso de las pantallas, se encuentran detrás de este problema cada vez más generalizado en la sociedad. Dormir como los ángeles es uno de los actos más aspiracionales de la actualidad.El primer viernes anterior al equinoccio de marzo – coincide este año 2025 en el día 14 – se celebra el Día Mundial del Sueño , una fecha que busca poner de manifiesto la importancia del sueño en la salud y el bienestar. Y es que no son pocos los que padecen ciertos trastornos relacionados con el dormir, que según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) , afectan entre al 22 y al 30% de la población española.Dormir, tan importante como comer o beberComo hemos dicho, las estadísticas confirman lo que ya sospechábamos. En España se duerme poco, mal y tarde. Más allá del cansancio del día siguiente, el asunto preocupa porque dormir es un proceso fisiológico y vital para la salud , del mismo modo que lo es respirar, comer o beber. Así, cuando nos privamos de sueño, muchas cosas relacionadas con nuestra salud y nuestro comportamiento van mal. «Necesitamos dormir para que nuestros órganos funcionen de forma adecuada y se produzcan todos los procesos de regulación biológica de nuestro cuerpo», asegura en una entrevista María José Masdeu, neumóloga y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española del Sueño (SES).Mientras dormimos el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía que hace el cuerpo. El sueño afecta a las hormonas del crecimiento, esencial para el desarrollo de los menores, y del estrés. Y no solo eso, también en ese proceso vital aprendemos y liberamos emociones, ya que consolidamos el aprendizaje del día durante la noche, en la etapa de sueño REM.El mal dormir y su relación con la salud mental¿Y si no dormimos? «Un mal descanso tiene consecuencias en la salud individual y en la sociedad en general y se asocia a problemas de salud mental, emocional y física. Además, las personas con enfermedades crónicas, miembros de minorías y personas en situación de precariedad pueden tener grandes dificultades para mantener unos hábitos de sueño óptimos», señala en una nota la doctora Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). «La privación de sueño aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, altera el normal funcionamiento del sistema inmunológico, impide la fijación de los recuerdos –el sueño y la memoria tienen una relación directa– y la limpieza del cerebro y acelera el deterioro cognitivo», indica en una entrevista Nuria Roure, psicóloga experta en trastornos del sueño y autora del libro ‘Por fin duermo’ (Ed. Vergara).¿Cómo puedo dormir mejor? Irse a la cama y despertar a la misma hora todos los días Evitar la cafeína, especialmente por la tarde y noche Evitar la nicotina Hacer ejercicio con regularidad, pero no demasiado tarde Evitar las bebidas alcohólicas antes de acostarse Evitar comidas y bebidas pesadas por la noche No tomar siestas después de las 3 de la tarde Relajarse antes de acostarse, por ejemplo, tomando un baño, leyendo o escuchando música suave Mantener su dormitorio con una temperatura fresca Deshacerse de distracciones como ruidos, luces brillantes y el televisor o computadora en el dormitorio. Además, no se sienta tentado de usar su teléfono o tableta justo antes de acostarse«Al nacer necesitamos unas veinte horas de sueño repartidas entre el día y la noche, hasta las seis horas y media que necesitamos cuando llegamos a la vejez. En situaciones de alta demanda de sueño, estudiantes en épocas de exámenes, altos ejecutivos con exigencias cognitivas importantes o deportistas de élite se requiere mayor número de horas de descanso», explica la experta, que ahonda en que a menudo no se le da la importancia que merece a la función del sueño.Insomnio, pesadillas, apnea del sueño o sonambulismo son algunos de los trastornos del sueño más comunes, aunque existen cerca de 100 clasificados.La falta de sueño se pueden prevenir o tratar, pero en España menos de un tercio de las personas que los padecen buscan ayuda profesional, de acuerdo con los datos del del Ministerio de Sanidad.   

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