Economia
Aunque registra desaceleración en ventas, Inditex mantiene beneficios
Las acciones del líder mundial de la moda asequible Inditex, propietario de Zara, caían este miércoles en bolsa a pesar de anunciar beneficios récord, con los inversores preocupados por sus perspectivas de crecimiento frente a la política arancelaria estadounidense.
El gigante español, que emplea a 161,000 personas y gestiona 5,600 tiendas en todo el mundo, obtuvo 5,866 millones de euros (6,405 millones de dólares) de beneficio neto en el conjunto de su ejercicio fiscal, que para el grupo finaliza el 31 de enero, según los resultados publicados este miércoles por la empresa.
Esta cifra, en línea con las expectativas de los analistas consultados por el proveedor de informaciones financieras Factset, es un 9% superior a los 5,380 millones de 2023, y un 42% más que en 2022, cuando sumó 4,130 millones, años de los dos récords anteriores.
El grupo presidido por Marta Ortega, hija del multimillonario y fundador de Inditex Amancio Ortega, explica este fuerte crecimiento por el dinamismo de sus ventas, que alcanzaron los 38.632 millones de euros, frente a los 35.950 millones del ejercicio anterior.
También lo atribuye a un control de costos «riguroso», que le ha permitido mejorar su rentabilidad.
El gigante de la moda, propietario de Zara, Pull&Bear, Bershka, Massimo Dutti, Oysho y Stradivarius, vio su margen bruto aumentar un 8%, llegando al 58% de su facturación.
Entorno «complejo»
Este «excelente desempeño operativo» mantiene al grupo «en la senda de crecimiento eficiente y rentable», aseguró en una conferencia de prensa Oscar García Maceiras, consejero delegado de Inditex, que anunció un incremento del 9% de la remuneración a sus accionistas.
Preguntado por las perspectivas para 2025, Maceiras reiteró sentirse «optimista», ya que las ventas del grupo continuaron creciendo al inicio del primer trimestre (+4% interanual entre el 1 de febrero y el 10 de marzo), a pesar «de un entorno particularmente complejo y exigente».
Este análisis no convenció, sin embargo, a los inversores, que vendieron masivamente el miércoles por la mañana sus acciones de Inditex.
En la bolsa de Madrid, el título del gigante español perdía 7.26% a las 14H00 (13H00 GMT) hasta los 45.12 euros por acción, en un mercado en ligera caída (-0.20%).
Los mercados están preocupados con la ralentización del ritmo de crecimiento de la empresa, que hace temer un posible fin de ciclo.
El aumento de las ventas del 4% en las primeras semanas de 2025 es «el más débil desde 2016», destacan en una nota los analistas de UBS.
Esta desaceleración ocurre cuando el sector enfrenta desde hace algunos años una competencia cada vez más feroz, con el auge de marcas ultrabaratas como Shein, de origen chino con sede en Singapur, o la irlandesa Primark, que están desestabilizando a los actores tradicionales de la moda asequible.
El sector también enfrenta, además, las tensiones comerciales provocadas por el aumento de los aranceles anunciados por Donald Trump, que podrían sacudir a la industria haciendo caer el consumo en Estados Unidos, segundo mercado del grupo tras España.
«Desafío»
Estos aranceles «representan un desafío para Inditex, tanto en su estrategia de expansión en Estados Unidos como en la gestión de su cadena de suministro global», ya que parte de sus prendas están «fabricadas en China», señala Alfred Vernis, profesor de Estrategia en la escuela de negocios Esade.
Pero para este exdirectivo de Inditex, la rentabilidad, las reservas y la estrategia de la empresa siguen siendo «sólidas», y deberían permitirle seguir «reforzando su posición como líder» en el sector de la moda asequible, a pesar de las tensiones comerciales.
«En comparación con rivales como H&M y Uniqlo, Inditex se beneficia de un mejor control de costos, mayores márgenes y un colchón financiero más fuerte, lo que garantiza un crecimiento y estabilidad a largo plazo en el dinámico mercado de la moda«, recalca.
La guerra comercial «es una cuestión a la que le estamos prestando atención», pero «nos sentimos muy bien posicionados», especialmente en EEUU, donde el grupo prevé una «evolución muy positiva», abundó Maceiras.
«Tenemos una enorme diversificación en cuanto a orígenes de fabricación«, continuó el responsable de Inditex, sin descartar la posibilidad de producir parte de sus prendas en Estados Unidos si se presentan «oportunidades».
Las acciones del líder mundial de la moda asequible Inditex, propietario de Zara, caían este miércoles en bolsa a pesar de anunciar beneficios récord, con los inversores preocupados por sus perspectivas de crecimiento frente a la política arancelaria estadounidense.El gigante español, que emplea a 161,000 personas y gestiona 5,600 tiendas en todo el mundo, obtuvo 5,866 millones de euros (6,405 millones de dólares) de beneficio neto en el conjunto de su ejercicio fiscal, que para el grupo finaliza el 31 de enero, según los resultados publicados este miércoles por la empresa.Esta cifra, en línea con las expectativas de los analistas consultados por el proveedor de informaciones financieras Factset, es un 9% superior a los 5,380 millones de 2023, y un 42% más que en 2022, cuando sumó 4,130 millones, años de los dos récords anteriores.El grupo presidido por Marta Ortega, hija del multimillonario y fundador de Inditex Amancio Ortega, explica este fuerte crecimiento por el dinamismo de sus ventas, que alcanzaron los 38.632 millones de euros, frente a los 35.950 millones del ejercicio anterior.También lo atribuye a un control de costos «riguroso», que le ha permitido mejorar su rentabilidad.El gigante de la moda, propietario de Zara, Pull&Bear, Bershka, Massimo Dutti, Oysho y Stradivarius, vio su margen bruto aumentar un 8%, llegando al 58% de su facturación.Entorno «complejo» Este «excelente desempeño operativo» mantiene al grupo «en la senda de crecimiento eficiente y rentable», aseguró en una conferencia de prensa Oscar García Maceiras, consejero delegado de Inditex, que anunció un incremento del 9% de la remuneración a sus accionistas.Preguntado por las perspectivas para 2025, Maceiras reiteró sentirse «optimista», ya que las ventas del grupo continuaron creciendo al inicio del primer trimestre (+4% interanual entre el 1 de febrero y el 10 de marzo), a pesar «de un entorno particularmente complejo y exigente».Este análisis no convenció, sin embargo, a los inversores, que vendieron masivamente el miércoles por la mañana sus acciones de Inditex.En la bolsa de Madrid, el título del gigante español perdía 7.26% a las 14H00 (13H00 GMT) hasta los 45.12 euros por acción, en un mercado en ligera caída (-0.20%).Los mercados están preocupados con la ralentización del ritmo de crecimiento de la empresa, que hace temer un posible fin de ciclo.El aumento de las ventas del 4% en las primeras semanas de 2025 es «el más débil desde 2016», destacan en una nota los analistas de UBS.Esta desaceleración ocurre cuando el sector enfrenta desde hace algunos años una competencia cada vez más feroz, con el auge de marcas ultrabaratas como Shein, de origen chino con sede en Singapur, o la irlandesa Primark, que están desestabilizando a los actores tradicionales de la moda asequible.El sector también enfrenta, además, las tensiones comerciales provocadas por el aumento de los aranceles anunciados por Donald Trump, que podrían sacudir a la industria haciendo caer el consumo en Estados Unidos, segundo mercado del grupo tras España. «Desafío» Estos aranceles «representan un desafío para Inditex, tanto en su estrategia de expansión en Estados Unidos como en la gestión de su cadena de suministro global», ya que parte de sus prendas están «fabricadas en China», señala Alfred Vernis, profesor de Estrategia en la escuela de negocios Esade.Pero para este exdirectivo de Inditex, la rentabilidad, las reservas y la estrategia de la empresa siguen siendo «sólidas», y deberían permitirle seguir «reforzando su posición como líder» en el sector de la moda asequible, a pesar de las tensiones comerciales.»En comparación con rivales como H&M y Uniqlo, Inditex se beneficia de un mejor control de costos, mayores márgenes y un colchón financiero más fuerte, lo que garantiza un crecimiento y estabilidad a largo plazo en el dinámico mercado de la moda», recalca.La guerra comercial «es una cuestión a la que le estamos prestando atención», pero «nos sentimos muy bien posicionados», especialmente en EEUU, donde el grupo prevé una «evolución muy positiva», abundó Maceiras.»Tenemos una enorme diversificación en cuanto a orígenes de fabricación», continuó el responsable de Inditex, sin descartar la posibilidad de producir parte de sus prendas en Estados Unidos si se presentan «oportunidades». RELACIONADAS Moda El grupo textil español Inditex, dueño de Zara, gana un 32.5 % más de febrero a octubre Economía, Negocios, AFP, Madrid, Aranceles, zara, Inditex, Amancio Ortega