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Así puede afectar la píldora a tus mejoras en el gimnasio

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Lo más probable es que, si estás tomando la píldora, sea para prevenir el embarazo (o para ayudar a tratar otras afecciones como el síndrome de ovario poliquístico), no para mejorar tu rendimiento. A pesar de ello, hay que suponer nadie quiere que sea un obstáculo en la consecución de nuestros objetivos deportivos. Bueno, pues un conjunto de investigaciones sobre entrenamiento y anticonceptivos orales muestran que los anticonceptivos orales puede estar haciendo precisamente eso.Por ejemplo, un interesante estudio, publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research, encontró que el uso de anticonceptivos orales perjudica el aumento de masa muscular en las mujeres jóvenes, de hecho ese fue el título exacto de la publicación.En dicho estudio, los investigadores examinaron el efecto del uso de anticonceptivos orales en los resultados del entrenamiento de resistencia de 72 mujeres, de 18 a 29 años, la mitad de las cuales tomaban anticonceptivos orales y la mitad no. Las participantes realizaron 10 semanas de entrenamiento de resistencia consistente en 13 ejercicios que realizaron en 3 series de 6 a 10 repeticiones, tres días a la semana. Los investigadores controlaron la composición corporal, así como los niveles de las hormonas DHEA, DHEAS e IGF-1 (todas ellas intervienen, entre otras cosas, en el crecimiento muscular) y la hormona del estrés cortisol, antes y después del período de entrenamiento.Descubrieron que las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas tenían concentraciones significativamente más bajas de DHEA, DHEAS e IGF-1 y niveles más altos de cortisol que aquellas que no tomaban anticonceptivos orales antes y después del período de entrenamiento. Dependiendo del tipo de píldora que tomaban las mujeres, también hubo diferencias significativas en el aumento de masa magra.Específicamente, aquellas que tomaban píldoras anticonceptivas que contenían progestina (una versión sintética de la progesterona) clasificada como media o altamente ‘androgénica’ ganaron una cantidad mínima de masa magra durante el estudio de 10 semanas, en comparación con las ganancias de mujeres que no tomaban anticonceptivos orales y con las que consumieron anticonceptivos que contenían progestina clasificada como baja androgénica.Como referencia, la progestina se une a los mismos receptores que la DHEA y otros factores de crecimiento. Eso significa que esas hormonas activadoras del crecimiento muscular no pueden ingresar a las células para hacer su trabajo. Cuanto más androgénica es la progestina, más interfiere en ese proceso.No es sorprendente entonces, considerando que la progestina bloquea las hormonas anabólicas y las píldoras también aumentan el cortisol, que es catabólico, que las mujeres que toman estas píldoras vean muchos menos beneficios en su trabajo en el gimnasio. Pero la historia es aún más complicada cuando se trata de anticonceptivos orales, especialmente cuando se observa la cantidad de estradiol (la forma de estrógeno en los anticonceptivos orales) que contienen.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Mentiras sobre la menopausia que puedes desterrar leyendo estoEn 2019, un estudio en mujeres que siguieron un programa de entrenamiento de fuerza del tren inferior durante diez semanas encontró que, mientras que las mujeres que tomaron anticonceptivos orales con dosis más bajas (20 mcg) de estradiol, así como las que no tomaron ningún anticonceptivo oral, aumentaron tanto el tamaño como la fuerza de sus músculos durante el período de estudio, las mujeres que tomaron anticonceptivos orales con niveles más altos (30 mcg) de estradiol experimentaron aumentos en la hipertrofia muscular, pero no en la fuerza relacionada con el entrenamiento. Sus músculos se hicieron más grandes, pero no más fuertes; esto no es lo que esperas de tu trabajo en el gimnasio.Si a ti las pesas no te importan demasiado, esto no acaba aquí. Las investigaciones también han encontrado que los anticonceptivos orales están asociados con una disminución del VO2 máximo (la mayor cantidad de oxígeno que puede usar durante el ejercicio), una menor capacidad para adaptarse al entrenamiento de alta intensidad, así como un estrés oxidativo significativamente elevado (que ni todos los arándanos del mundo compensarán). Los anticonceptivos orales también están asociados con el aumento de grasa y la retención de líquidos. También existe un riesgo elevado de coagulación sanguínea y trombosis venosa profunda (TVP).Finalmente, debido a que no estás teniendo un período verdadero, el uso de anticonceptivos orales hace que sea difícil realizar un seguimiento de cómo tu cuerpo se está adaptando a tu entrenamiento, porque no verás irregularidades en tu ciclo menstrual, que son indicadores tempranos de baja disponibilidad de energía, por ejemplo.¿Cuál es la recomendación? Evidentemente tendrá que decirlo tu médico, pero ten en cuenta que en ocasiones el rendimiento deportivo no está entre sus preocupaciones. El DIU puede ser una buena alternativa ya que es una dosis localizada de progestina, por lo que no tiene estrógeno ni progesterona sistémicos como los que se obtienen con los anticonceptivos orales y otros métodos de administración, como inyecciones y parches. Si un DIU no te conviene, la siguiente mejor opción es una minipíldora de progestina sola, que tiene menos efectos secundarios y será menos probable que afecte sus logros en el entrenamiento que una píldora anticonceptiva oral combinada.

​Lo más probable es que, si estás tomando la píldora, sea para prevenir el embarazo (o para ayudar a tratar otras afecciones como el síndrome de ovario poliquístico), no para mejorar tu rendimiento. A pesar de ello, hay que suponer nadie quiere que sea un obstáculo en la consecución de nuestros objetivos deportivos. Bueno, pues un conjunto de investigaciones sobre entrenamiento y anticonceptivos orales muestran que los anticonceptivos orales puede estar haciendo precisamente eso.Por ejemplo, un interesante estudio, publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research, encontró que el uso de anticonceptivos orales perjudica el aumento de masa muscular en las mujeres jóvenes, de hecho ese fue el título exacto de la publicación.En dicho estudio, los investigadores examinaron el efecto del uso de anticonceptivos orales en los resultados del entrenamiento de resistencia de 72 mujeres, de 18 a 29 años, la mitad de las cuales tomaban anticonceptivos orales y la mitad no. Las participantes realizaron 10 semanas de entrenamiento de resistencia consistente en 13 ejercicios que realizaron en 3 series de 6 a 10 repeticiones, tres días a la semana. Los investigadores controlaron la composición corporal, así como los niveles de las hormonas DHEA, DHEAS e IGF-1 (todas ellas intervienen, entre otras cosas, en el crecimiento muscular) y la hormona del estrés cortisol, antes y después del período de entrenamiento.Descubrieron que las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas tenían concentraciones significativamente más bajas de DHEA, DHEAS e IGF-1 y niveles más altos de cortisol que aquellas que no tomaban anticonceptivos orales antes y después del período de entrenamiento. Dependiendo del tipo de píldora que tomaban las mujeres, también hubo diferencias significativas en el aumento de masa magra.Específicamente, aquellas que tomaban píldoras anticonceptivas que contenían progestina (una versión sintética de la progesterona) clasificada como media o altamente ‘androgénica’ ganaron una cantidad mínima de masa magra durante el estudio de 10 semanas, en comparación con las ganancias de mujeres que no tomaban anticonceptivos orales y con las que consumieron anticonceptivos que contenían progestina clasificada como baja androgénica.Como referencia, la progestina se une a los mismos receptores que la DHEA y otros factores de crecimiento. Eso significa que esas hormonas activadoras del crecimiento muscular no pueden ingresar a las células para hacer su trabajo. Cuanto más androgénica es la progestina, más interfiere en ese proceso.No es sorprendente entonces, considerando que la progestina bloquea las hormonas anabólicas y las píldoras también aumentan el cortisol, que es catabólico, que las mujeres que toman estas píldoras vean muchos menos beneficios en su trabajo en el gimnasio. Pero la historia es aún más complicada cuando se trata de anticonceptivos orales, especialmente cuando se observa la cantidad de estradiol (la forma de estrógeno en los anticonceptivos orales) que contienen.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Mentiras sobre la menopausia que puedes desterrar leyendo estoEn 2019, un estudio en mujeres que siguieron un programa de entrenamiento de fuerza del tren inferior durante diez semanas encontró que, mientras que las mujeres que tomaron anticonceptivos orales con dosis más bajas (20 mcg) de estradiol, así como las que no tomaron ningún anticonceptivo oral, aumentaron tanto el tamaño como la fuerza de sus músculos durante el período de estudio, las mujeres que tomaron anticonceptivos orales con niveles más altos (30 mcg) de estradiol experimentaron aumentos en la hipertrofia muscular, pero no en la fuerza relacionada con el entrenamiento. Sus músculos se hicieron más grandes, pero no más fuertes; esto no es lo que esperas de tu trabajo en el gimnasio.Si a ti las pesas no te importan demasiado, esto no acaba aquí. Las investigaciones también han encontrado que los anticonceptivos orales están asociados con una disminución del VO2 máximo (la mayor cantidad de oxígeno que puede usar durante el ejercicio), una menor capacidad para adaptarse al entrenamiento de alta intensidad, así como un estrés oxidativo significativamente elevado (que ni todos los arándanos del mundo compensarán). Los anticonceptivos orales también están asociados con el aumento de grasa y la retención de líquidos. También existe un riesgo elevado de coagulación sanguínea y trombosis venosa profunda (TVP).Finalmente, debido a que no estás teniendo un período verdadero, el uso de anticonceptivos orales hace que sea difícil realizar un seguimiento de cómo tu cuerpo se está adaptando a tu entrenamiento, porque no verás irregularidades en tu ciclo menstrual, que son indicadores tempranos de baja disponibilidad de energía, por ejemplo.¿Cuál es la recomendación? Evidentemente tendrá que decirlo tu médico, pero ten en cuenta que en ocasiones el rendimiento deportivo no está entre sus preocupaciones. El DIU puede ser una buena alternativa ya que es una dosis localizada de progestina, por lo que no tiene estrógeno ni progesterona sistémicos como los que se obtienen con los anticonceptivos orales y otros métodos de administración, como inyecciones y parches. Si un DIU no te conviene, la siguiente mejor opción es una minipíldora de progestina sola, que tiene menos efectos secundarios y será menos probable que afecte sus logros en el entrenamiento que una píldora anticonceptiva oral combinada.   

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