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Thimothée Chalamet esquiva preguntas políticas en Berlín

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Thimothée Chalamet estaba anunciado como una de las grandes estrellas de la 75 edición de la Berlinale y hoy cumplió su papel, dedicando mucho tiempo a los fans que le esperaban a su llegada a la rueda de prensa en la que presentó ‘A Complete Unknown‘ (‘Un completo desconocido’) y en la que evitó hablar de política.

Al ser preguntado por el ascenso de la extrema derecha, se limitó a decir que «hay que tener cuidado con las figuras parecidas a salvadores» y que él ha aprendido con la interpretación de personajes como el de ‘Dune’ «a desconfiar de cualquiera que asegure tener una solución definitiva».

Vestido de forma informal y abrigada para hacer frente a las bajas temperaturas y a la nieve que cae sobre la Berlín, el actor pasó tanto tiempo con sus fans que llegó casi media hora tarde a la rueda de prensa en la que presentó, fuera de competición, el filme en el que interpreta a un joven Bob Dylan y que le ha valido la nominación al Óscar.

Simpático y locuaz, se metió a la prensa en el bolsillo alabando el festival y las preguntas que le hacían -«por eso es tan bueno venir a Europa, las preguntas son mejores aquí, mucho mejores»- en una conferencia en la que estuvo solo representando al filme, dirigido por James Mangold.

Activismo en Hollywood

El actor dio una larga respuesta a si los artistas deben elegir el individualismo artístico frente al activismo, como hizo Dylan a comienzos de los sesenta, la época en la que se centra el filme, para no dar ninguna valoración concreta.

Dylan «ha dejado un complicado legado al respecto y no creo que sea nada nuevo si digo que tenía una especie de resentimiento o el hecho de que estuviera en tensión por el hecho de que se le etiquetara como el salvador de su generación porque hacía una música y un arte tan meditado a comienzo de los sesenta».

Fue la generación de Woodstock la que se comprometió más mientras él «se dedicó a hacer ‘Nasville Skyline’, ‘Blonde on Blonde’, en un periodo en el que Joan Baez y otras figuras participaban en protestas o marchas» políticas.

Pese a todo, para Chalamet, la música de Dylan habla por sí misma y aunque insistió en que si alguien quería una respuesta del cantante podía ir a su casa de Malibú a preguntarle, sí resaltó que «sus canciones políticas eran su medio de expresarse a comienzos y mediados de los años sesenta».

«No quería tener la etiqueta de activista aunque su música fuera muy reflexiva», agregó el actor, que recordó que las palabras de Dylan en sus canciones inspiraron un concierto benéfico que generó mucha controversia en Estados Unidos, para ayudar a trabajadores del campo en dificultad. «Su trabajo no era totalmente apolítico», agregó.

Una figura, la de Dylan, que le ha dado su segunda nominación al Óscar tras la de ‘Call me by your name’ (2017) y que además le ha permitido dedicar cinco años y medio a profundizar en la figura del Premio Nobel de Literatura 2016.

Un artista al que calificó de «incomparable» y que aseguró que ha dejado una especie de «hoja de ruta para otros artistas«, algo que le impulsó a meterse en el proyecto, junto al hecho de que estuviera dirigido por Mangold y que tuviera un «increíble guion».

El mito de Dylan

Pero, sobre todo, decidió aceptar el papel por «el hombre y el mito que es Bob Dylan» y porque quería «formar parte de su visión del mundo».

Un papel para el que tuvo que engordar 20 libras porque el Dylan que llegó a NUeva York en 1961 -momento en el que empieza la película- tenía más peso que unos años después, cuando ya se quedó con su característica delgadez.

Junto a él, en el filme aparecen Monica Barbaro como Joan Baez, Elle Fanning como Sylvie (representación de una de sus novias) o Edward Norton como Pete Seeger, el cantante de folk que le abrió las puertas al mundo de los artistas.

Una película que está nominada a ocho Óscar -entre ellos a mejor película, dirección y protagonista (Chalamet)- y a seis BAFTA -que se conocerán este domingo-, y que en las últimas semanas ha subido en las apuestas para los premios de la Academia de Hollywood.

Pero durante la rueda de prensa, Chalamet se mostró mucho más orgulloso en su reciente estrenada faceta de productor.

«No quiero poner mi nombre en cualquier cosa, ni pretendo decir que soy productor para ganar dinero», afirmó el actor, que aseguró «estar muy orgulloso», porque «es algo muy personal».

Y sobre si el éxito le ha pulverizado, como refleja el filme sobre Dylan, aseguró que nunca se ha sentido así. «Puedo no ser el más talentoso, pero tengo un corazón enorme y trabajo muchísimo». 

​ Revista, Cine, EFE, Berlín, Artistas, Bob Dylan, Activismo, Berlinale, A complete unknown, Thimothée Chalamet Thimothée Chalamet estaba anunciado como una de las grandes estrellas de la 75 edición de la Berlinale y hoy cumplió su papel, dedicando mucho tiempo a los fans que le esperaban a su llegada a la rueda de prensa en la que presentó ‘A Complete Unknown’ (‘Un completo desconocido’) y en la que evitó hablar de política.Al ser preguntado por el ascenso de la extrema derecha, se limitó a decir que «hay que tener cuidado con las figuras parecidas a salvadores» y que él ha aprendido con la interpretación de personajes como el de ‘Dune’ «a desconfiar de cualquiera que asegure tener una solución definitiva».Vestido de forma informal y abrigada para hacer frente a las bajas temperaturas y a la nieve que cae sobre la Berlín, el actor pasó tanto tiempo con sus fans que llegó casi media hora tarde a la rueda de prensa en la que presentó, fuera de competición, el filme en el que interpreta a un joven Bob Dylan y que le ha valido la nominación al Óscar.Simpático y locuaz, se metió a la prensa en el bolsillo alabando el festival y las preguntas que le hacían -«por eso es tan bueno venir a Europa, las preguntas son mejores aquí, mucho mejores»- en una conferencia en la que estuvo solo representando al filme, dirigido por James Mangold.Activismo en HollywoodEl actor dio una larga respuesta a si los artistas deben elegir el individualismo artístico frente al activismo, como hizo Dylan a comienzos de los sesenta, la época en la que se centra el filme, para no dar ninguna valoración concreta.Dylan «ha dejado un complicado legado al respecto y no creo que sea nada nuevo si digo que tenía una especie de resentimiento o el hecho de que estuviera en tensión por el hecho de que se le etiquetara como el salvador de su generación porque hacía una música y un arte tan meditado a comienzo de los sesenta».Fue la generación de Woodstock la que se comprometió más mientras él «se dedicó a hacer ‘Nasville Skyline’, ‘Blonde on Blonde’, en un periodo en el que Joan Baez y otras figuras participaban en protestas o marchas» políticas.Pese a todo, para Chalamet, la música de Dylan habla por sí misma y aunque insistió en que si alguien quería una respuesta del cantante podía ir a su casa de Malibú a preguntarle, sí resaltó que «sus canciones políticas eran su medio de expresarse a comienzos y mediados de los años sesenta».»No quería tener la etiqueta de activista aunque su música fuera muy reflexiva», agregó el actor, que recordó que las palabras de Dylan en sus canciones inspiraron un concierto benéfico que generó mucha controversia en Estados Unidos, para ayudar a trabajadores del campo en dificultad. «Su trabajo no era totalmente apolítico», agregó.Una figura, la de Dylan, que le ha dado su segunda nominación al Óscar tras la de ‘Call me by your name’ (2017) y que además le ha permitido dedicar cinco años y medio a profundizar en la figura del Premio Nobel de Literatura 2016.Un artista al que calificó de «incomparable» y que aseguró que ha dejado una especie de «hoja de ruta para otros artistas», algo que le impulsó a meterse en el proyecto, junto al hecho de que estuviera dirigido por Mangold y que tuviera un «increíble guion».El mito de DylanPero, sobre todo, decidió aceptar el papel por «el hombre y el mito que es Bob Dylan» y porque quería «formar parte de su visión del mundo».Un papel para el que tuvo que engordar 20 libras porque el Dylan que llegó a NUeva York en 1961 -momento en el que empieza la película- tenía más peso que unos años después, cuando ya se quedó con su característica delgadez.Junto a él, en el filme aparecen Monica Barbaro como Joan Baez, Elle Fanning como Sylvie (representación de una de sus novias) o Edward Norton como Pete Seeger, el cantante de folk que le abrió las puertas al mundo de los artistas.Una película que está nominada a ocho Óscar -entre ellos a mejor película, dirección y protagonista (Chalamet)- y a seis BAFTA -que se conocerán este domingo-, y que en las últimas semanas ha subido en las apuestas para los premios de la Academia de Hollywood.Pero durante la rueda de prensa, Chalamet se mostró mucho más orgulloso en su reciente estrenada faceta de productor.»No quiero poner mi nombre en cualquier cosa, ni pretendo decir que soy productor para ganar dinero», afirmó el actor, que aseguró «estar muy orgulloso», porque «es algo muy personal».Y sobre si el éxito le ha pulverizado, como refleja el filme sobre Dylan, aseguró que nunca se ha sentido así. «Puedo no ser el más talentoso, pero tengo un corazón enorme y trabajo muchísimo».  

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