De Ultimo Minuto
‘Shinobi: Art of Vengeance’ me ha convencido de que la nueva moda ninja es la mejor resurrección reciente de la industria
No nos vamos a engañar: tengo debilidad por la saga ‘Shinobi’. La primera entrega llegó a obsesionarme en los tiempos de las recreativas, y su ritmo relativamente tranquilo y sus mecánicas claras y fáciles de dominar la convirtieron en uno de los pocos arcades que logré terminarme en su día, no sin una considerable inversión de tiempo y dinero. Desde entonces, ‘Shinobi’ ha sido uno de mis intocables absolutos de los videojuegos de los ochenta.
Lo mejor estaba por llegar. Y eso que aún teníamos que ver las mejores encarnaciones de ‘Shinobi’. Después de catar prácticamente todos los ports domésticos de la recreativa (kudos especiales para la loca versión de Master System), tuve la ocasión de sumergirme en los magníficos ‘Shinobi’ para Mega Drive: ‘Shinobi II’ y ‘Shadow Dancer’. Absolutas maravillas en 2D que multiplicaban las posibilidades de la recreativa original.
Avalancha ninja. Nunca me interesaron demasiado las flojas aventuras en 3D de la franquicia ‘Shinobi’ en Playstation 2 o portátiles, pero su espíritu creo que lo recogieron y amplificaron los ‘Ninja Gaiden’ en 3D, especialmente los dos primeros, bajo la dirección de Tomonobu Itagaki: brutales y despiadados, de los juegos más difíciles y satisfactorios de la historia. Ríete tú de los ‘Souls’. Siempre me ha entusiasmado la trilogía original de NES, una especie de versión acelerada y demente de los propios ‘Shinobi’, y hasta el arcade original ‘Shadow Warriors’, pero en mi dieta ninja la cosa siempre ha funcionado así: en 2D, ‘Shinobi’; en 3D, ‘Ninja Gaiden’. Y entre ambos, las películas de la Cannon.
El regreso del ninja. La cuestión es que, cabalgando la fiebre nostálgica que asola la industria del entretenimiento, ambas franquicias se han permitido volver con nuevas versiones y secuelas que podremos disfrutar en los próximos meses. Por una parte, tenemos una nueva secuela de la saga principal de Ninja Gaiden, una cuarta entrega (quizás el proyecto que menos interesa, pese a que la participación de Plantinum Games siempre llame la atención); ‘Ninja Gaiden: Ragebound‘, por otra parte, es una reformulación 2D y pixelada a manos del equipo de ‘Blasphemous’, y que parece garantizar un juego profundo y exigente; y finalmente, ‘Ninja Gaiden II Black‘, un remake total y ya disponible del juego original de 360 y que demuestra por qué seguimos contemplándolo como una obra maestra.
El arte de la venganza. Pero es que ‘Shinobi’ también vuelve con ‘Shinobi: Art of Vengeance‘, y como ‘Ragebound’, con un equipo de campanillas experto en mecánicas retro detrás: Lizardcube, responsables del soberbio y reciente ‘Streets of Rage 4‘. Llegará en agosto y además de una mecánica que rinde tributo a los originales de 16 bits, tenemos un acabado gráfico absolutamente magnífico, que homenajea no solo a los primeros juegos, sino también al anime y al cómic europeo.
Ninjas para una resurrección. Por aquí no nos vais a ver lanzar vivas a los eternos retornos cíclicos de la industria y a su recauchutado constante de franquicias de éxito. Pero ‘Shinobi’ y ‘Ninja Gaiden’ se me antojan distintos: se ve un gusto en estas nuevas versiones que va más allá de la explotación de cadáveres nostálgicos. Además, ninguna de las dos franquicias ha abandonado ciertos principios (juegos exigentes, violentos y visualmente muy pulidos), lo que les da como mínimo, el beneficio de la duda: hasta ahora, al fin y al cabo, no nos han decepcionado.
Cabecera | Sega
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La noticia
‘Shinobi: Art of Vengeance’ me ha convencido de que la nueva moda ninja es la mejor resurrección reciente de la industria
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
.
No nos vamos a engañar: tengo debilidad por la saga ‘Shinobi’. La primera entrega llegó a obsesionarme en los tiempos de las recreativas, y su ritmo relativamente tranquilo y sus mecánicas claras y fáciles de dominar la convirtieron en uno de los pocos arcades que logré terminarme en su día, no sin una considerable inversión de tiempo y dinero. Desde entonces, ‘Shinobi’ ha sido uno de mis intocables absolutos de los videojuegos de los ochenta.
Lo mejor estaba por llegar. Y eso que aún teníamos que ver las mejores encarnaciones de ‘Shinobi’. Después de catar prácticamente todos los ports domésticos de la recreativa (kudos especiales para la loca versión de Master System), tuve la ocasión de sumergirme en los magníficos ‘Shinobi’ para Mega Drive: ‘Shinobi II’ y ‘Shadow Dancer’. Absolutas maravillas en 2D que multiplicaban las posibilidades de la recreativa original.
Avalancha ninja. Nunca me interesaron demasiado las flojas aventuras en 3D de la franquicia ‘Shinobi’ en Playstation 2 o portátiles, pero su espíritu creo que lo recogieron y amplificaron los ‘Ninja Gaiden’ en 3D, especialmente los dos primeros, bajo la dirección de Tomonobu Itagaki: brutales y despiadados, de los juegos más difíciles y satisfactorios de la historia. Ríete tú de los ‘Souls’. Siempre me ha entusiasmado la trilogía original de NES, una especie de versión acelerada y demente de los propios ‘Shinobi’, y hasta el arcade original ‘Shadow Warriors’, pero en mi dieta ninja la cosa siempre ha funcionado así: en 2D, ‘Shinobi’; en 3D, ‘Ninja Gaiden’. Y entre ambos, las películas de la Cannon.
El regreso del ninja. La cuestión es que, cabalgando la fiebre nostálgica que asola la industria del entretenimiento, ambas franquicias se han permitido volver con nuevas versiones y secuelas que podremos disfrutar en los próximos meses. Por una parte, tenemos una nueva secuela de la saga principal de Ninja Gaiden, una cuarta entrega (quizás el proyecto que menos interesa, pese a que la participación de Plantinum Games siempre llame la atención); ‘Ninja Gaiden: Ragebound’, por otra parte, es una reformulación 2D y pixelada a manos del equipo de ‘Blasphemous’, y que parece garantizar un juego profundo y exigente; y finalmente, ‘Ninja Gaiden II Black’, un remake total y ya disponible del juego original de 360 y que demuestra por qué seguimos contemplándolo como una obra maestra.
El arte de la venganza. Pero es que ‘Shinobi’ también vuelve con ‘Shinobi: Art of Vengeance’, y como ‘Ragebound’, con un equipo de campanillas experto en mecánicas retro detrás: Lizardcube, responsables del soberbio y reciente ‘Streets of Rage 4’. Llegará en agosto y además de una mecánica que rinde tributo a los originales de 16 bits, tenemos un acabado gráfico absolutamente magnífico, que homenajea no solo a los primeros juegos, sino también al anime y al cómic europeo.
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