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`Pasión compartida. Deporte y literatura`, obra de Heriberto Morrison

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Heriberto Morrison, escritor y periodista especializado en deportes y cultura, ha sacado al mercado la más reciente de sus publicaciones bajo el título Pasión compartida. Deporte y Literatura.

De padre jamaiquino y madre dominicana, Morrison nació en la República Dominicana y se crió en un contexto cultural y deportivo activo, la mezcla de influencias latinoamericanas y su interés por el deporte le permitió desarrollar una perspectiva única sobre cómo las pasiones humanas, especialmente las vinculadas al deporte, pueden ser exploradas y expresadas a través de la literatura. A lo largo de su carrera ha trabajado en diversos medios de comunicación, abordando temas relacionados con el deporte, pero también con la literatura y las artes. 

Pasión compartida. Deporte y literatura, un libro que se adentra en la fascinante y a menudo inesperada relación entre el deporte y la literatura, es su nueva obra. En ella, Morrison explora cómo ambas disciplinas, aparentemente separadas, comparten un lenguaje universal de emociones, relatos y pasiones humanas. A través de sus páginas, nos invita a reflexionar sobre cómo el deporte no solo es una actividad física, sino una fuente rica de historias, personajes y experiencias que merecen ser narradas. 

Este trabajo, que ya está disponible para todos los lectores a través de Bubok, Amazon y todas las plataformas digitales, se convierte en un testimonio del poder de la literatura para abordar temas universales y conectar con diversas audiencias. Les invitamos a acompañarnos en esta conversación para descubrir las ideas y la pasión que han dado vida a este libro único.

Deporte y literatura suelen ser considerados por el gran público como aficiones casi opuestas. ¿Escribe este libro para reivindicar la necesidad de entender que deben ir de la mano?

Como se puede apreciar en el título de este libro y en su contenido, mi objetivo central como autor es contribuir a una mejor divulgación y conocimiento sobre la importancia del vínculo histórico que ha existido entre estas dos grandes pasiones universales, y la necesidad de entender que ambas se mantengan en una relación indisoluble y en ascenso como elementos claves de la cultura y la educación.

Este nexo se origina en la Antigua Grecia, se transmite a la Sociedad Latina y luego por etapas, se extiende hacia otras latitudes, hasta llegar a los actuales tiempos, atesorando ya una nutrida producción de obras de autores notables en los géneros de poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y artículo.

No obstante, reconociendo el incremento de textos literarios inspirados en temas deportivos, todavía se requiere un nivel superior de difusión y lecturas entre el gran público en procura de aumentar su interés en esa provechosa manifestación dual.

También considero necesario incluir en los programas escolares y universitarios de educación física y deportes, un espacio para la literatura de tema deportivo y que los mismos sean integrados a sus bibliotecas como materiales de consulta y también en las instituciones privadas promotoras de la difusión cultural.

Explica en su libro cómo la lectura y el deporte le fueron inculcados en el seno de la familia. ¿Cree que es algo a lo que no se educa en casa a las nuevas generaciones?

Creo que ha habido un notable descenso en cuanto a la educación en casa a las nuevas generaciones, sobre la lectura y el deporte. Lo primero son los rápidos cambios que se han dado en el mundo actual en vista de una tendencia hacia la disgregación social y contrario al modus vivendi que caracterizaba a la familia tradicional de décadas anteriores, en la que sus miembros en gran parte, tenían mayor nivel de comunicación y concentración en los planes comunes de los hogares bajo reglas definidas y trazadas de padres a hijos.

Pero también depende de la formación y preparación de los progenitores con capacidad para orientar a sus hijos, educándolos sobre actividades tan vitales como la lectura y el deporte.

Mi entorno familiar fue determinante para recibir las primeras nociones sobre ambas aficiones, aunque al inicio de forma separada, durante las tertulias y comentarios en las que participábamos durante horas libres y los fines de semana, los seis miembros del núcleo familiar (nuestro padre y madre y sus cuatro hijos) todavía muy jóvenes en edad escolar.

Si bien es cierto que en los actuales tiempos se ha logrado importantes avances destacando la convergencia mediática y tecnológica que impactan en la economía y la cultura con nuevas prácticas sociales, también trae aspectos negativos y distracciones en las nuevas generaciones que los alejan de la vital base conductual y educativa que se adquiere en el hogar.

Los tiempos han cambiado, el mundo ha cambiado y la educación en casa, también ha experimentado cambios quizás no tan radicales, pero son etapas diferentes con respecto a la educación en casa y a las nuevas generaciones.

El desarrollo de la tecnología de la información ha tenido un impacto notable en la sociedad cambiando principalmente con mayor ahínco en los países del primer mundo, también conocidas como países desarrollados, donde la educación en lo que era la familia tradicional, ha experimentado evidentes cambios en las relaciones interpersonales y la forma de generar conocimientos.

También se pueden verificar desventajas como: aislamiento, desigualdad social, adicción, dependencia tecnológica, entre otras. A continuación, Morrison responde preguntas sobre la obra y su carrera como escritor.

 ¿Cómo decide titular “Pasión compartida” este compendio sobre la relación entre literatura y deporte? ¿Barajó otros títulos?

La decisión final para optar por este título la tomé pocas semanas antes de la publicación, tras barajar otros posibles títulos entendí que estaba más relacionado con el contenido del libro, centrado en una legión de escritores que varios años antes me había propuesto escribir sobre textos inspirados en temas deportivos, aunque mi inicial motivación no fue la de escribir un libro, sino una serie de artículos entre el deporte y la literatura. Esa idea me surgió años después.

En el año 2020 me propuse a escribir el libro y fue puesto en circulación en el 2022, cuya primera edición fue de 1,000 ejemplares la cual se agotó casi inmediatamente, animándome a hacer una nueva versión digital y próximamente una edición impresa mediante acuerdo con la prestigiosa editorial BuBok de España.

¿Diría que su libro es una gran guía también de lecturas y autores necesarios?

Con relación a la calificación de mi libro no creo que me corresponda decir que es una gran guía, cualquier opinión preferiría que sean los críticos y especialistas acreditados que se expresen al respecto.

De lo que sí me siento complacido es haberlo terminado y publicado, después de un gran esfuerzo y dedicación, con la esperanza de que sea un instrumento útil para incentivar las lecturas de temas deportivos, además como motivación en torno a los autores necesarios por su calidad y aportes sobre este tema.

¿Se sorprenden muchos lectores cuando leen en su libro: “Homero es el autor de la primera crónica deportiva”?

Entre los lectores que han leído mi libro, una parte se ha mostrado sorprendida y manifestado que desconocía ese dato. Inclusive, algunos dijeron haber leído La Ilíada, pero desconocían que Homero era el autor de la primera crónica sobre competiciones deportivas que registra la historia, como se afirma en uno de los trabajos que hace referencia al canto XXIII de la obra del inmortal genio griego. Se trata de la carrera en el marco de la justa organizada por Aquiles en honor a su fallecido amigo y guerrero Patroclo, muerto en la guerra entre troyanos y griegos.

El ganador de la carrera fue Ulises, la cual se remonta al siglo VIII a.C conforme a textos que ofrecen versiones sobre la biografía de Homero y sus obras La Ilíada y La Odisea, dos joyas de la literatura clásica universal.

Otros lectores admitieron no haber leído La Ilíada, pero que por referencias sabían que La Ilíada era una obra de la autoría de Homero, y que al adquirir mi obra se sintieron muy motivados al enterarse que Homero fue el autor de la primera crónica deportiva de la historia.

Entre colegas periodistas y algunos escritores, el dato generó cierto impacto. Y entre los comentarios y escritos favorables a la salida del libro, una parte admitió que habían leído en cierta ocasión La Ilíada, llegando a admitir que no tenían conocimiento de que el canto XXIII había quedado registrado como la primera crónica deportiva en los anales de la historia.

Me veo en el deber de explicar que este dato no procede de un aporte original de mi parte o que llegue por cuenta propia a dicha conclusión.

Con ocasión de un congreso regional en la Habana, Cuba, en el 2020 que asistí como uno de los integrantes de la delegación dominicana, como ya había empezado a reunir material e investigar sobre textos literarios de autores que inspiraron en el deporte o que colocaran su atención en esta popular actividad, en algunas creaciones como elementos centrales o como referencias, por lo que buscaba espacio para visitar bibliotecas y librerías.

En una de las librerías me encontré con un especial de textos de pasadas ediciones con artículos y ensayos cortos sobre actividades físico- deportivas de la antigüedad grecolatina.

Compré dos de esos libros, editados por la empresa poligráfica «Alfredo López» del ministerio de cultura, editados en el mes de agosto de 1981. Lo que más me llamó la atención fue uno de los artículos que hacía referencia a que Homero era el autor de la primera crónica deportiva. Lo cual me instó a seguir investigando sobre la veracidad de ese dato en librerías y bibliotecas de España, Estados Unidos, México, Portugal, Argentina, Venezuela, Chile, Colombia y Puerto Rico. Así como en la enciclopedia virtual «Wikipedia» que ya empezaba a ofrecer un gran servicio de información.

En mi extensa búsqueda, no encontré nada que contradijera esa versión. 

Después de Homero, considerado como el poeta épico más grande de todos los tiempos, sobresale el poeta lírico Píndaro, autor de las Odas Triunfales, dedicadas a los ganadores de las competencias de los Juegos Olímpicos.

Añade en este trabajo la frase de Alejo Carpentier “el deporte es cultura”. ¿Cree usted que hoy día esa afirmación es cierta o piensa, como pronosticó Unamuno y recuerda en este mismo libro, que se ha caído en “el lado ‘triste’ del profesionalismo y el exhibicionismo”?

Creo que la afirmación de Carpentier (1904-1980) fue una forma acertada de destacar la trascendencia y el impacto que ha tenido el deporte a partir del siglo XX, pero en los presentes tiempos del cursante siglo, el concepto de cultura, según los sociólogos y especialistas, se ha tornado más abarcador. Por lo que el deporte debe ser entendido como uno de los elementos esenciales de la cultura. Un criterio que se puede afirmar en la actualidad donde existe consenso. 

Una de las definiciones más acertadas de hoy día es la que define la cultura como un proceso en el cual interactúan formando un todo coherente, una serie de elementos como: conocimientos, creencias y valores, artes, leyes, educación y toda clase de habilidades y hábitos adquiridos por los seres humanos en tanto miembros de una sociedad. El deporte se ha colocado como uno de los lugares de primer orden.

Con relación a Miguel de Unamuno (1864-1936) escritor de varios géneros literarios y ex rector de la universidad de Salamanca, tiene algunos puntos coincidentes con Carpentier y tuvo una visión adelantada a su época. Al criticar las tendencias del profesionalismo y el exhibicionismo «con una carga de mercurialismo y escándalos de corrupción que se impone con renovada energía» y considera que es más positivo asumir el deporte por el lado del puro aficionismo.

Por ese lado, hoy día, hay tendencias que sostienen que el deporte moderno no se limita a un sistema axial de alta disciplina tecnológica, científica y comercial, y que por otro lado, principalmente en los países desarrollados también se puede verificar otro principio axial mediante un sistema abierto, conocido como nuevo deporte popular y recreativo: el deporte praxis.

La realización personal y la salud son dos de los factores que motorizan a importantes segmentos de la población, más identificados con los valores del desarrollo humano distinto al deporte de carácter agonístico de élite. 

Estas dos tendencias opuestas o diferentes, le confieren al deporte de nuestros días un carácter dual.

El boxeo es una afición que, como usted explica, apasiona, y recogieron en su obra grandes autores como Ernest Hemingway o Julio Cortázar. ¿Quién cree que fue el que mejor reflejó lo que supone esta lucha?

Tanto Hemingway como Cortázar son autores de obras fundamentales de la narrativa universal, reconocidos por su gran pasión por el boxeo, disciplina que los ingleses llamaron «el noble arte de la defensa» desde su organización bajo las reglas del marqués de Queensberry .

Ambos están en la cima de esta ruda y popular confrontación, en cuanto a sus escritos, conocimientos y seguimiento a lo largo de sus vidas.

Podríamos darle ventaja a Hemingway, pues no solo escribió importantes textos sobre este deporte, sino que lo practicó como aficionado durante muchos años, aparte de asistir a importantes veladas por combates titulares.

Entre sus mejores cuentos hay que incluir los que se refieren a combates y vida de los pugilista que llegaron a ser campeones mundiales.

Entre los más celebrados por sus brillantes narrativas están «Cincuenta de a mil» y » El boxeador». 

En los días en que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1954, amaba tanto el boxeo que en una entrevista que le hizo la reportera Josephine Herbst, le dijo: «mi escritura no es nada, mi boxeo lo es todo».

Respecto a Julio Cortázar, una de las cuatro figuras señeras del Boom Latinoamericano, completadas por Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.

Su relación con la disciplina de los puños enguantados se inició a una edad muy temprana. Tal experiencia fue reseñada en un trabajo testimonial titulado “El Noble Arte” incluido en su obra “Último Round” que es la segunda parte de su famoso libro  “La vuelta al día en ochenta mundos”. A este escritor argentino se le atribuye el haber ideado una especie de filosofía sobre esta disciplina, exceptuando el aspecto sangriento y cruel. Admiraba al hombre (el caso de un boxeador que siempre iba para delante, a pura fuerza y coraje para obtener el triunfo).

El autor de Rayuela, una de las novelas más geniales y experimentales , recuerda en un escrito testimonial que cuando tenía 9 años de edad en el 1923 que los argentinos escuchaban la transmisión casi directa desde el Polo Grounds de Nueva York , los pormenores del combate en que Jack Dempsey retuvo el campeonato mundial de pesos pesados al poner fuera de combate a Luis Ángel Filpo en el segundo round, pero ocurrió una irregularidad que perjudicó a su connacional quien debió haber sido ganador en el mismo primer asalto.

Filpo llamado «el toro salvaje de Las Pampas», casi de inmediato impactó a Dempsey despidiéndolo sobre las máquinas de escribir de los reporteros. Precisa Cortázar que, si no hubiese ocurrido que árbitro era Yanki, en ese mismo momento Filpo hubiese sido campeón del mundo. Las reglas establecen que un boxeador defenestrado, ha de volver por cuenta propia al ring, en cambio 30 manos levantaron a Dempsey que estaba «groggy». La ofensa por la irregularidad provocó que 15 millones de argentinos quedaran frustrados y pidiendo, entre otras cosas, la ruptura de relaciones, la declaración de guerra y el incendio de la embajada de los Estados Unidos, según narra Cortázar. 

Sin embargo, su afición por el boxeo no disminuyó, continuó visitando los estadios para ver peleas. Afirma que en 1952 una tarde de lluvia en su piececita de París, con lágrimas de orgullo entre mate y mate escribió «Torito», una joya de la narración en la que el personaje principal es un fajador con amplio accionar de choques con adversarios locales y extranjeros, donde el autor no sólo pone de manifiesto su fina técnica como narrador, sino además su dominio absoluto de la jerga e interioridades del espectáculo de los puños.

El fútbol ha sido otra de las grandes pasiones abordadas en literatura. ¿Quién ha escrito mejor sobre el denominado ‘deporte rey’?

En mi libro hay una élite de escritores que se ha inspirado en el fútbol, cuyas producciones son dignas de los mejores elogios.

¿Quién ha escrito mejor?

La lista la integran Albert Camus, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Rafael Alberti, Ernesto Sábato y Arthur Conal Doyle.

De esta lista, le concedemos el galardón a Albert Camus, grandioso literato nacido en Mondovi, Argelia Francesa. En mi libro inserto un trabajo titulado «Albert Camus, sobre la moral y el fútbol». El escritor afirmó en los días que se le concedió el Premio Nobel de Literatura en 1957, con apenas 44 años de edad, que su mayor conocimiento sobre de la moral y las obligaciones de los hombres se la debía al fútbol, deporte al que dedicó gran parte de su vida durante su etapa juvenil y universitaria y por el que profesó gran devoción en el transcurso de sus intensas actividades intelectuales y personales.

Su texto titulado «El fútbol», con su originalísimo estilo, describe sus experiencias en la disciplina más popular.

Personalmente encontré el texto reproducido en la prestigiosa revista española «Litoral», dedicada a la poesía, arte y pensamiento, en una edición del 2004 que contó además con el auspicio del Consejo Superior de Deporte de España, en una de mis visitas oficiales a esa nación cuando ostentaba el cargo de Viceministro Técnico de la cartera deportiva de la República Dominicana.

Camus nació el 7 de noviembre de 1913 en una familia de colonos franceses y murió el 4 de enero de 1960 en un accidente de automóvil. 

Debutó como futbolista con el club deportivo MontPensier y después jugó para el equipo de la universidad de Argel, RUA, durante varios años. Entre sus secretos develados afirmaba que quería tanto a su equipo no solo por la alegría de la victoria cuando estaba combinada con la fatiga que sigue el esfuerzo, sino también por el estúpido deseo de llorar en las noches de cada derrota.

Fue autor de obras extraordinarias como sus novelas El Extranjero y La Peste y sus creaciones teatrales El Mito de Sísifo y Calígula, basados en el concepto del absurdo. Su obra más controversial fue su ensayo El Hombre Rebelde, que pasó de su idea inicial del absurdo a una rebeldía moral y metafísica.

¿Qué poeta de los que cita en su libro es el que, para su gusto, ha mostrado mejor la relación entre ejercicio y escribir?

Entre los poetas que yo cito en mi libro que mostraron mejor esa relación, el grupo está integrado por escritores españoles de la denominada Generación del 27, reconocida además, como una generación deportiva por poetas de muy alta calidad y amantes de la actividad físico-deportiva.

Esta histórica élite estaba integrada por Miguel Hernández, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Emilio Prado y Miguel Altolaguirre.

A mi gusto yo escogería a Miguel Hernández y a Rafael Alberti por sus joyas poéticas sobre deportes, principalmente el fútbol, el deporte rey.

Pero entre ambos, colocaría a Hernández en el primer lugar. Porque tiene a su favor que hizo las dos funciones. Fue jugador de fútbol no profesional ocupando la posición de extremo y escribió el gran poema Elegía Al Guardameta y Bella y Marítima sobre la nadadora que insertamos en nuestro libro.

El gran poeta Rafael Alberti escribió la impresionante Oda A Platko inspirado ante la épica actuación del guardameta Franz Platko, cuando se encontraba viendo la final de la Copa del Rey entre FC Barcelona y Real Sociedad.

Alberti es autor de obras fundamentales como Marinero en Tierra y Sermones y Moradas. Fue merecedor del premio Cervantes en 1983. Aunque no se le conoce que se haya dedicado a la práctica deportiva.

Además de escribir sobre deportes, algunos autores a los que cita en su libro también lo practicaban. ¿Considera que fueron estos los que mejor trabajaron en sus textos lo que supone el deporte para la cultura?

Considero en la lógica y en los hechos que fueron estos los que mejor trabajaron en sus textos lo que supone el deporte para la cultura, pero tampoco debe ser una afirmación en términos absolutos, porque hay otros prominentes literatos que no se les conocen que hayan practicado deportes o hayan descollado en esa actividad, sin embargo, han escrito importantes textos sobre literatura de temas deportivos, en cambio algunos han sido seguidores o fanáticos que conocen las reglas de los juegos de su simpatía y esa condición les ha servido de base para encasillarse en esa dualidad al más alto nivel.

Entre los autores que escribieron obras extraordinarias y que también se dedicaron con excelentes resultados a la práctica deportiva, están en mi libro Ernest Hemingway, Albert Camus, Miguel de Unamuno, Jack Kerouac, J.R.R. Tolkien y Arthur Conan Doyle.

Haruki Murakami afirma: “Como en el deporte, uno piensa y escribe con todo el cuerpo y no con parte de él”. ¿Ha escrito este libro con esta misma entrega?

Tan pronto leí el original libro del destacado escritor  japonés, no solo me convencí de la veracidad de su afirmación, sino que tuve una experiencia similar en la elaboración del presente texto, dado que requerí de una gran entrega y concentración, que como en el deporte pensé y me valí de todo el cuerpo y no con parte de él para poder culminar con la meta que me había propuesto, por ser un tema del que me di cuenta en corto tiempo, que no abundan estudios a nivel global y que requeriría de profundizar mis investigaciones, pero mi entusiasmo era tal que estaba dispuesto al máximo esfuerzo tanto mental como físico para lograr mi caro propósito en procura de hacer un compendio de escritos de literatos que se inspiraron al incluir en  sus creaciones temas deportivos, compartiendo su pasión por ambas manifestaciones universales que se parecen más de lo que uno piensa como sostiene Murakami en su acertado ensayo «De qué hablo cuando hablo de correr.»

Murakami cuenta su experiencia en ambas funciones como escritor de novelas y como corredor, habiendo participado en varios maratones.

Desde muy joven tuve una dedicación casi obsesiva participando en diversas prácticas deportivas y en un hogar donde las lecturas de obras clásicas y deportivas eran muy recurrentes por todos los integrantes del núcleo familiar.

Participaba en diversos torneos juveniles y amateurs de béisbol, boxeo y carreras, pero cuando sufrí una delicada lesión en mi hombro derecho, ya a punto de ingresar a la universidad, mi accionar en el deporte  quedó reducido a ejercicios y carrera a pie o “jogging” en procura de  buena forma y mantenimiento de estado cardiovascular saludable.  Me gradué de abogado y me establecí  como periodista deportivo, laborando en los principales medios de comunicación masiva, recibiendo importantes galardones. Soy autor de siete libros sobre diversos temas deportivos, siendo el más reciente Pasión Compartida. Deporte y Literatura.

​ Deportes, Más deportes, Diario Libre, Santo Domingo, Amazon, Kindle, Heriberto Morrison Heriberto Morrison, escritor y periodista especializado en deportes y cultura, ha sacado al mercado la más reciente de sus publicaciones bajo el título Pasión compartida. Deporte y Literatura.De padre jamaiquino y madre dominicana, Morrison nació en la República Dominicana y se crió en un contexto cultural y deportivo activo, la mezcla de influencias latinoamericanas y su interés por el deporte le permitió desarrollar una perspectiva única sobre cómo las pasiones humanas, especialmente las vinculadas al deporte, pueden ser exploradas y expresadas a través de la literatura. A lo largo de su carrera ha trabajado en diversos medios de comunicación, abordando temas relacionados con el deporte, pero también con la literatura y las artes. Pasión compartida. Deporte y literatura, un libro que se adentra en la fascinante y a menudo inesperada relación entre el deporte y la literatura, es su nueva obra. En ella, Morrison explora cómo ambas disciplinas, aparentemente separadas, comparten un lenguaje universal de emociones, relatos y pasiones humanas. A través de sus páginas, nos invita a reflexionar sobre cómo el deporte no solo es una actividad física, sino una fuente rica de historias, personajes y experiencias que merecen ser narradas. Este trabajo, que ya está disponible para todos los lectores a través de Bubok, Amazon y todas las plataformas digitales, se convierte en un testimonio del poder de la literatura para abordar temas universales y conectar con diversas audiencias. Les invitamos a acompañarnos en esta conversación para descubrir las ideas y la pasión que han dado vida a este libro único.Deporte y literatura suelen ser considerados por el gran público como aficiones casi opuestas. ¿Escribe este libro para reivindicar la necesidad de entender que deben ir de la mano?Como se puede apreciar en el título de este libro y en su contenido, mi objetivo central como autor es contribuir a una mejor divulgación y conocimiento sobre la importancia del vínculo histórico que ha existido entre estas dos grandes pasiones universales, y la necesidad de entender que ambas se mantengan en una relación indisoluble y en ascenso como elementos claves de la cultura y la educación.Este nexo se origina en la Antigua Grecia, se transmite a la Sociedad Latina y luego por etapas, se extiende hacia otras latitudes, hasta llegar a los actuales tiempos, atesorando ya una nutrida producción de obras de autores notables en los géneros de poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y artículo.No obstante, reconociendo el incremento de textos literarios inspirados en temas deportivos, todavía se requiere un nivel superior de difusión y lecturas entre el gran público en procura de aumentar su interés en esa provechosa manifestación dual.También considero necesario incluir en los programas escolares y universitarios de educación física y deportes, un espacio para la literatura de tema deportivo y que los mismos sean integrados a sus bibliotecas como materiales de consulta y también en las instituciones privadas promotoras de la difusión cultural.Explica en su libro cómo la lectura y el deporte le fueron inculcados en el seno de la familia. ¿Cree que es algo a lo que no se educa en casa a las nuevas generaciones?Creo que ha habido un notable descenso en cuanto a la educación en casa a las nuevas generaciones, sobre la lectura y el deporte. Lo primero son los rápidos cambios que se han dado en el mundo actual en vista de una tendencia hacia la disgregación social y contrario al modus vivendi que caracterizaba a la familia tradicional de décadas anteriores, en la que sus miembros en gran parte, tenían mayor nivel de comunicación y concentración en los planes comunes de los hogares bajo reglas definidas y trazadas de padres a hijos.Pero también depende de la formación y preparación de los progenitores con capacidad para orientar a sus hijos, educándolos sobre actividades tan vitales como la lectura y el deporte.Mi entorno familiar fue determinante para recibir las primeras nociones sobre ambas aficiones, aunque al inicio de forma separada, durante las tertulias y comentarios en las que participábamos durante horas libres y los fines de semana, los seis miembros del núcleo familiar (nuestro padre y madre y sus cuatro hijos) todavía muy jóvenes en edad escolar.Si bien es cierto que en los actuales tiempos se ha logrado importantes avances destacando la convergencia mediática y tecnológica que impactan en la economía y la cultura con nuevas prácticas sociales, también trae aspectos negativos y distracciones en las nuevas generaciones que los alejan de la vital base conductual y educativa que se adquiere en el hogar.Los tiempos han cambiado, el mundo ha cambiado y la educación en casa, también ha experimentado cambios quizás no tan radicales, pero son etapas diferentes con respecto a la educación en casa y a las nuevas generaciones.El desarrollo de la tecnología de la información ha tenido un impacto notable en la sociedad cambiando principalmente con mayor ahínco en los países del primer mundo, también conocidas como países desarrollados, donde la educación en lo que era la familia tradicional, ha experimentado evidentes cambios en las relaciones interpersonales y la forma de generar conocimientos.También se pueden verificar desventajas como: aislamiento, desigualdad social, adicción, dependencia tecnológica, entre otras. A continuación, Morrison responde preguntas sobre la obra y su carrera como escritor. ¿Cómo decide titular “Pasión compartida” este compendio sobre la relación entre literatura y deporte? ¿Barajó otros títulos?La decisión final para optar por este título la tomé pocas semanas antes de la publicación, tras barajar otros posibles títulos entendí que estaba más relacionado con el contenido del libro, centrado en una legión de escritores que varios años antes me había propuesto escribir sobre textos inspirados en temas deportivos, aunque mi inicial motivación no fue la de escribir un libro, sino una serie de artículos entre el deporte y la literatura. Esa idea me surgió años después.En el año 2020 me propuse a escribir el libro y fue puesto en circulación en el 2022, cuya primera edición fue de 1,000 ejemplares la cual se agotó casi inmediatamente, animándome a hacer una nueva versión digital y próximamente una edición impresa mediante acuerdo con la prestigiosa editorial BuBok de España.¿Diría que su libro es una gran guía también de lecturas y autores necesarios?Con relación a la calificación de mi libro no creo que me corresponda decir que es una gran guía, cualquier opinión preferiría que sean los críticos y especialistas acreditados que se expresen al respecto.De lo que sí me siento complacido es haberlo terminado y publicado, después de un gran esfuerzo y dedicación, con la esperanza de que sea un instrumento útil para incentivar las lecturas de temas deportivos, además como motivación en torno a los autores necesarios por su calidad y aportes sobre este tema.¿Se sorprenden muchos lectores cuando leen en su libro: “Homero es el autor de la primera crónica deportiva”?Entre los lectores que han leído mi libro, una parte se ha mostrado sorprendida y manifestado que desconocía ese dato. Inclusive, algunos dijeron haber leído La Ilíada, pero desconocían que Homero era el autor de la primera crónica sobre competiciones deportivas que registra la historia, como se afirma en uno de los trabajos que hace referencia al canto XXIII de la obra del inmortal genio griego. Se trata de la carrera en el marco de la justa organizada por Aquiles en honor a su fallecido amigo y guerrero Patroclo, muerto en la guerra entre troyanos y griegos.El ganador de la carrera fue Ulises, la cual se remonta al siglo VIII a.C conforme a textos que ofrecen versiones sobre la biografía de Homero y sus obras La Ilíada y La Odisea, dos joyas de la literatura clásica universal.Otros lectores admitieron no haber leído La Ilíada, pero que por referencias sabían que La Ilíada era una obra de la autoría de Homero, y que al adquirir mi obra se sintieron muy motivados al enterarse que Homero fue el autor de la primera crónica deportiva de la historia.Entre colegas periodistas y algunos escritores, el dato generó cierto impacto. Y entre los comentarios y escritos favorables a la salida del libro, una parte admitió que habían leído en cierta ocasión La Ilíada, llegando a admitir que no tenían conocimiento de que el canto XXIII había quedado registrado como la primera crónica deportiva en los anales de la historia.Me veo en el deber de explicar que este dato no procede de un aporte original de mi parte o que llegue por cuenta propia a dicha conclusión.Con ocasión de un congreso regional en la Habana, Cuba, en el 2020 que asistí como uno de los integrantes de la delegación dominicana, como ya había empezado a reunir material e investigar sobre textos literarios de autores que inspiraron en el deporte o que colocaran su atención en esta popular actividad, en algunas creaciones como elementos centrales o como referencias, por lo que buscaba espacio para visitar bibliotecas y librerías.En una de las librerías me encontré con un especial de textos de pasadas ediciones con artículos y ensayos cortos sobre actividades físico- deportivas de la antigüedad grecolatina.Compré dos de esos libros, editados por la empresa poligráfica «Alfredo López» del ministerio de cultura, editados en el mes de agosto de 1981. Lo que más me llamó la atención fue uno de los artículos que hacía referencia a que Homero era el autor de la primera crónica deportiva. Lo cual me instó a seguir investigando sobre la veracidad de ese dato en librerías y bibliotecas de España, Estados Unidos, México, Portugal, Argentina, Venezuela, Chile, Colombia y Puerto Rico. Así como en la enciclopedia virtual «Wikipedia» que ya empezaba a ofrecer un gran servicio de información.En mi extensa búsqueda, no encontré nada que contradijera esa versión. Después de Homero, considerado como el poeta épico más grande de todos los tiempos, sobresale el poeta lírico Píndaro, autor de las Odas Triunfales, dedicadas a los ganadores de las competencias de los Juegos Olímpicos.Añade en este trabajo la frase de Alejo Carpentier “el deporte es cultura”. ¿Cree usted que hoy día esa afirmación es cierta o piensa, como pronosticó Unamuno y recuerda en este mismo libro, que se ha caído en “el lado ‘triste’ del profesionalismo y el exhibicionismo”?Creo que la afirmación de Carpentier (1904-1980) fue una forma acertada de destacar la trascendencia y el impacto que ha tenido el deporte a partir del siglo XX, pero en los presentes tiempos del cursante siglo, el concepto de cultura, según los sociólogos y especialistas, se ha tornado más abarcador. Por lo que el deporte debe ser entendido como uno de los elementos esenciales de la cultura. Un criterio que se puede afirmar en la actualidad donde existe consenso. Una de las definiciones más acertadas de hoy día es la que define la cultura como un proceso en el cual interactúan formando un todo coherente, una serie de elementos como: conocimientos, creencias y valores, artes, leyes, educación y toda clase de habilidades y hábitos adquiridos por los seres humanos en tanto miembros de una sociedad. El deporte se ha colocado como uno de los lugares de primer orden.Con relación a Miguel de Unamuno (1864-1936) escritor de varios géneros literarios y ex rector de la universidad de Salamanca, tiene algunos puntos coincidentes con Carpentier y tuvo una visión adelantada a su época. Al criticar las tendencias del profesionalismo y el exhibicionismo «con una carga de mercurialismo y escándalos de corrupción que se impone con renovada energía» y considera que es más positivo asumir el deporte por el lado del puro aficionismo.Por ese lado, hoy día, hay tendencias que sostienen que el deporte moderno no se limita a un sistema axial de alta disciplina tecnológica, científica y comercial, y que por otro lado, principalmente en los países desarrollados también se puede verificar otro principio axial mediante un sistema abierto, conocido como nuevo deporte popular y recreativo: el deporte praxis.La realización personal y la salud son dos de los factores que motorizan a importantes segmentos de la población, más identificados con los valores del desarrollo humano distinto al deporte de carácter agonístico de élite. Estas dos tendencias opuestas o diferentes, le confieren al deporte de nuestros días un carácter dual.El boxeo es una afición que, como usted explica, apasiona, y recogieron en su obra grandes autores como Ernest Hemingway o Julio Cortázar. ¿Quién cree que fue el que mejor reflejó lo que supone esta lucha?Tanto Hemingway como Cortázar son autores de obras fundamentales de la narrativa universal, reconocidos por su gran pasión por el boxeo, disciplina que los ingleses llamaron «el noble arte de la defensa» desde su organización bajo las reglas del marqués de Queensberry .Ambos están en la cima de esta ruda y popular confrontación, en cuanto a sus escritos, conocimientos y seguimiento a lo largo de sus vidas.Podríamos darle ventaja a Hemingway, pues no solo escribió importantes textos sobre este deporte, sino que lo practicó como aficionado durante muchos años, aparte de asistir a importantes veladas por combates titulares.Entre sus mejores cuentos hay que incluir los que se refieren a combates y vida de los pugilista que llegaron a ser campeones mundiales.Entre los más celebrados por sus brillantes narrativas están «Cincuenta de a mil» y » El boxeador». En los días en que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1954, amaba tanto el boxeo que en una entrevista que le hizo la reportera Josephine Herbst, le dijo: «mi escritura no es nada, mi boxeo lo es todo».Respecto a Julio Cortázar, una de las cuatro figuras señeras del Boom Latinoamericano, completadas por Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.Su relación con la disciplina de los puños enguantados se inició a una edad muy temprana. Tal experiencia fue reseñada en un trabajo testimonial titulado “El Noble Arte” incluido en su obra “Último Round” que es la segunda parte de su famoso libro  “La vuelta al día en ochenta mundos”. A este escritor argentino se le atribuye el haber ideado una especie de filosofía sobre esta disciplina, exceptuando el aspecto sangriento y cruel. Admiraba al hombre (el caso de un boxeador que siempre iba para delante, a pura fuerza y coraje para obtener el triunfo).El autor de Rayuela, una de las novelas más geniales y experimentales , recuerda en un escrito testimonial que cuando tenía 9 años de edad en el 1923 que los argentinos escuchaban la transmisión casi directa desde el Polo Grounds de Nueva York , los pormenores del combate en que Jack Dempsey retuvo el campeonato mundial de pesos pesados al poner fuera de combate a Luis Ángel Filpo en el segundo round, pero ocurrió una irregularidad que perjudicó a su connacional quien debió haber sido ganador en el mismo primer asalto.Filpo llamado «el toro salvaje de Las Pampas», casi de inmediato impactó a Dempsey despidiéndolo sobre las máquinas de escribir de los reporteros. Precisa Cortázar que, si no hubiese ocurrido que árbitro era Yanki, en ese mismo momento Filpo hubiese sido campeón del mundo. Las reglas establecen que un boxeador defenestrado, ha de volver por cuenta propia al ring, en cambio 30 manos levantaron a Dempsey que estaba «groggy». La ofensa por la irregularidad provocó que 15 millones de argentinos quedaran frustrados y pidiendo, entre otras cosas, la ruptura de relaciones, la declaración de guerra y el incendio de la embajada de los Estados Unidos, según narra Cortázar. Sin embargo, su afición por el boxeo no disminuyó, continuó visitando los estadios para ver peleas. Afirma que en 1952 una tarde de lluvia en su piececita de París, con lágrimas de orgullo entre mate y mate escribió «Torito», una joya de la narración en la que el personaje principal es un fajador con amplio accionar de choques con adversarios locales y extranjeros, donde el autor no sólo pone de manifiesto su fina técnica como narrador, sino además su dominio absoluto de la jerga e interioridades del espectáculo de los puños.El fútbol ha sido otra de las grandes pasiones abordadas en literatura. ¿Quién ha escrito mejor sobre el denominado ‘deporte rey’?En mi libro hay una élite de escritores que se ha inspirado en el fútbol, cuyas producciones son dignas de los mejores elogios.¿Quién ha escrito mejor?La lista la integran Albert Camus, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Rafael Alberti, Ernesto Sábato y Arthur Conal Doyle.De esta lista, le concedemos el galardón a Albert Camus, grandioso literato nacido en Mondovi, Argelia Francesa. En mi libro inserto un trabajo titulado «Albert Camus, sobre la moral y el fútbol». El escritor afirmó en los días que se le concedió el Premio Nobel de Literatura en 1957, con apenas 44 años de edad, que su mayor conocimiento sobre de la moral y las obligaciones de los hombres se la debía al fútbol, deporte al que dedicó gran parte de su vida durante su etapa juvenil y universitaria y por el que profesó gran devoción en el transcurso de sus intensas actividades intelectuales y personales.Su texto titulado «El fútbol», con su originalísimo estilo, describe sus experiencias en la disciplina más popular.Personalmente encontré el texto reproducido en la prestigiosa revista española «Litoral», dedicada a la poesía, arte y pensamiento, en una edición del 2004 que contó además con el auspicio del Consejo Superior de Deporte de España, en una de mis visitas oficiales a esa nación cuando ostentaba el cargo de Viceministro Técnico de la cartera deportiva de la República Dominicana.Camus nació el 7 de noviembre de 1913 en una familia de colonos franceses y murió el 4 de enero de 1960 en un accidente de automóvil. Debutó como futbolista con el club deportivo MontPensier y después jugó para el equipo de la universidad de Argel, RUA, durante varios años. Entre sus secretos develados afirmaba que quería tanto a su equipo no solo por la alegría de la victoria cuando estaba combinada con la fatiga que sigue el esfuerzo, sino también por el estúpido deseo de llorar en las noches de cada derrota.Fue autor de obras extraordinarias como sus novelas El Extranjero y La Peste y sus creaciones teatrales El Mito de Sísifo y Calígula, basados en el concepto del absurdo. Su obra más controversial fue su ensayo El Hombre Rebelde, que pasó de su idea inicial del absurdo a una rebeldía moral y metafísica.¿Qué poeta de los que cita en su libro es el que, para su gusto, ha mostrado mejor la relación entre ejercicio y escribir?Entre los poetas que yo cito en mi libro que mostraron mejor esa relación, el grupo está integrado por escritores españoles de la denominada Generación del 27, reconocida además, como una generación deportiva por poetas de muy alta calidad y amantes de la actividad físico-deportiva.Esta histórica élite estaba integrada por Miguel Hernández, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Emilio Prado y Miguel Altolaguirre.A mi gusto yo escogería a Miguel Hernández y a Rafael Alberti por sus joyas poéticas sobre deportes, principalmente el fútbol, el deporte rey.Pero entre ambos, colocaría a Hernández en el primer lugar. Porque tiene a su favor que hizo las dos funciones. Fue jugador de fútbol no profesional ocupando la posición de extremo y escribió el gran poema Elegía Al Guardameta y Bella y Marítima sobre la nadadora que insertamos en nuestro libro.El gran poeta Rafael Alberti escribió la impresionante Oda A Platko inspirado ante la épica actuación del guardameta Franz Platko, cuando se encontraba viendo la final de la Copa del Rey entre FC Barcelona y Real Sociedad.Alberti es autor de obras fundamentales como Marinero en Tierra y Sermones y Moradas. Fue merecedor del premio Cervantes en 1983. Aunque no se le conoce que se haya dedicado a la práctica deportiva.Además de escribir sobre deportes, algunos autores a los que cita en su libro también lo practicaban. ¿Considera que fueron estos los que mejor trabajaron en sus textos lo que supone el deporte para la cultura?Considero en la lógica y en los hechos que fueron estos los que mejor trabajaron en sus textos lo que supone el deporte para la cultura, pero tampoco debe ser una afirmación en términos absolutos, porque hay otros prominentes literatos que no se les conocen que hayan practicado deportes o hayan descollado en esa actividad, sin embargo, han escrito importantes textos sobre literatura de temas deportivos, en cambio algunos han sido seguidores o fanáticos que conocen las reglas de los juegos de su simpatía y esa condición les ha servido de base para encasillarse en esa dualidad al más alto nivel.Entre los autores que escribieron obras extraordinarias y que también se dedicaron con excelentes resultados a la práctica deportiva, están en mi libro Ernest Hemingway, Albert Camus, Miguel de Unamuno, Jack Kerouac, J.R.R. Tolkien y Arthur Conan Doyle.Haruki Murakami afirma: “Como en el deporte, uno piensa y escribe con todo el cuerpo y no con parte de él”. ¿Ha escrito este libro con esta misma entrega?Tan pronto leí el original libro del destacado escritor  japonés, no solo me convencí de la veracidad de su afirmación, sino que tuve una experiencia similar en la elaboración del presente texto, dado que requerí de una gran entrega y concentración, que como en el deporte pensé y me valí de todo el cuerpo y no con parte de él para poder culminar con la meta que me había propuesto, por ser un tema del que me di cuenta en corto tiempo, que no abundan estudios a nivel global y que requeriría de profundizar mis investigaciones, pero mi entusiasmo era tal que estaba dispuesto al máximo esfuerzo tanto mental como físico para lograr mi caro propósito en procura de hacer un compendio de escritos de literatos que se inspiraron al incluir en  sus creaciones temas deportivos, compartiendo su pasión por ambas manifestaciones universales que se parecen más de lo que uno piensa como sostiene Murakami en su acertado ensayo «De qué hablo cuando hablo de correr.»Murakami cuenta su experiencia en ambas funciones como escritor de novelas y como corredor, habiendo participado en varios maratones.Desde muy joven tuve una dedicación casi obsesiva participando en diversas prácticas deportivas y en un hogar donde las lecturas de obras clásicas y deportivas eran muy recurrentes por todos los integrantes del núcleo familiar.Participaba en diversos torneos juveniles y amateurs de béisbol, boxeo y carreras, pero cuando sufrí una delicada lesión en mi hombro derecho, ya a punto de ingresar a la universidad, mi accionar en el deporte  quedó reducido a ejercicios y carrera a pie o “jogging” en procura de  buena forma y mantenimiento de estado cardiovascular saludable.  Me gradué de abogado y me establecí  como periodista deportivo, laborando en los principales medios de comunicación masiva, recibiendo importantes galardones. Soy autor de siete libros sobre diversos temas deportivos, siendo el más reciente Pasión Compartida. Deporte y Literatura. 

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