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Economía personal: ¿por qué gasto de más?

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Llamo gastar de más a cuando el dinero no alcanza para las obligaciones, mucho menos para lo que uno desearía dentro de sus prioridades

Vivimos en tiempos que las necesidades prioritarias que no están cercanas pueden verse como algo que en algún momento me encargaré. Y al llegar ese momento, el dinero no alcanza.

Hoy es todo más caro que antes. Pero, ganamos más que antes. Cada puesto tiene mayor poder adquisitivo que hace 10 años. 

–Diego Sosa, ¿dices que hoy somos más poderosos?

Lo que quiero decir es que el problema no viene de la cantidad de dinero que tenemos, sino del uso que le damos. Siempre será menos el dinero que tenemos que las adquisiciones que podemos hacer. Pensemos que hay gente que se compra un avión. 

Si deseamos asignar nuestro dinero a lo que sí está dentro de nuestra lista de prioridades (que puede ir desde la compra de dulces hasta la adquisición de una casa, pasando por un viaje o buenas vacaciones), debemos dominar los sesgos mentales que usan los que venden sus productos para hacernos comprarlos. 

  • Sesgo de la exclusividad: Nos hacen creer que la cantidad es limitada. De inmediato queremos pertenecer al selecto grupo de personas que obtienen ese bien o servicio. Hacemos una compra irracional, guiándonos por la exclusividad, no por la necesidad que nos cubre y si ella es prioritaria. Ni si la podemos cubrir con algo más económico.  
  • Efecto arrastre: Pensar que, porque muchas personas tienen algo, ese algo tiene valor o es bueno. Muchas veces las personas que escuchamos ni siquiera poseen el producto, solo hablan de ello como si fuesen especialistas. O son pagadas para ello. 
  • Efecto halo: Cuando vemos una persona o marca con buenos ojos, tendemos a pasar esa característica a lo que esa persona hace o esa marca fabrica. Terminamos comprando productos que ellos consumen o creyendo que otros productos de ese fabricante son buenos. 
  • Miedo a la pérdida: Los vendedores nos proponen una compra, lo único que la hace imperdible es que nos den un tiempo para decidirnos. “El especial termina hoy”. Nuestra mente se pone en modo supervivencia y no quiere perder la oportunidad
  • Sesgo de la confirmación: El vendedor o la publicidad nos hace ver el producto o servicio como algo realmente bueno y necesario. No importa lo que alguien nos diga, defenderemos la posición. Sobre todo, buscaremos solo la confirmación de lo que pensamos acerca de lo que queremos adquirir. 
  • Efecto bandwagon: Es un sesgo cognitivo que se refiere a la tendencia de las personas a actuar de acuerdo a los demás. Por lo que somos capaces de hacer largas filas por largas horas para adquirir un nuevo aparato telefónico que al día siguiente podemos comprar sin filas. Y en pocos meses, pagaríamos mucho menos. Solo porque la publicidad nos lo ha puesto como especial en la cabeza. 

Existen más sesgos cognitivos que nos llevan a hacer compras de manera irracional. Le llamo de esta manera a las compras que hacemos para adquirir bienes y servicios solo porque nos los venden, con el dinero que luego necesitamos para cubrir necesidades que decidimos son prioritarias

Domina tu mente y dominarás tus finanzas.  

​ Revista, columnistas, Diego Sosa, Santo Domingo, Finanzas, Economía Personal, Gastos Llamo gastar de más a cuando el dinero no alcanza para las obligaciones, mucho menos para lo que uno desearía dentro de sus prioridades. Vivimos en tiempos que las necesidades prioritarias que no están cercanas pueden verse como algo que en algún momento me encargaré. Y al llegar ese momento, el dinero no alcanza.Hoy es todo más caro que antes. Pero, ganamos más que antes. Cada puesto tiene mayor poder adquisitivo que hace 10 años. –Diego Sosa, ¿dices que hoy somos más poderosos?Lo que quiero decir es que el problema no viene de la cantidad de dinero que tenemos, sino del uso que le damos. Siempre será menos el dinero que tenemos que las adquisiciones que podemos hacer. Pensemos que hay gente que se compra un avión. Si deseamos asignar nuestro dinero a lo que sí está dentro de nuestra lista de prioridades (que puede ir desde la compra de dulces hasta la adquisición de una casa, pasando por un viaje o buenas vacaciones), debemos dominar los sesgos mentales que usan los que venden sus productos para hacernos comprarlos.  Sesgo de la exclusividad: Nos hacen creer que la cantidad es limitada. De inmediato queremos pertenecer al selecto grupo de personas que obtienen ese bien o servicio. Hacemos una compra irracional, guiándonos por la exclusividad, no por la necesidad que nos cubre y si ella es prioritaria. Ni si la podemos cubrir con algo más económico.   Efecto arrastre: Pensar que, porque muchas personas tienen algo, ese algo tiene valor o es bueno. Muchas veces las personas que escuchamos ni siquiera poseen el producto, solo hablan de ello como si fuesen especialistas. O son pagadas para ello.  Efecto halo: Cuando vemos una persona o marca con buenos ojos, tendemos a pasar esa característica a lo que esa persona hace o esa marca fabrica. Terminamos comprando productos que ellos consumen o creyendo que otros productos de ese fabricante son buenos.  Miedo a la pérdida: Los vendedores nos proponen una compra, lo único que la hace imperdible es que nos den un tiempo para decidirnos. “El especial termina hoy”. Nuestra mente se pone en modo supervivencia y no quiere perder la oportunidad.  Sesgo de la confirmación: El vendedor o la publicidad nos hace ver el producto o servicio como algo realmente bueno y necesario. No importa lo que alguien nos diga, defenderemos la posición. Sobre todo, buscaremos solo la confirmación de lo que pensamos acerca de lo que queremos adquirir.  Efecto bandwagon: Es un sesgo cognitivo que se refiere a la tendencia de las personas a actuar de acuerdo a los demás. Por lo que somos capaces de hacer largas filas por largas horas para adquirir un nuevo aparato telefónico que al día siguiente podemos comprar sin filas. Y en pocos meses, pagaríamos mucho menos. Solo porque la publicidad nos lo ha puesto como especial en la cabeza. Existen más sesgos cognitivos que nos llevan a hacer compras de manera irracional. Le llamo de esta manera a las compras que hacemos para adquirir bienes y servicios solo porque nos los venden, con el dinero que luego necesitamos para cubrir necesidades que decidimos son prioritarias. Domina tu mente y dominarás tus finanzas.   Te puede interesar Planificación y presupuesto, claves para iniciar el año con buen pie 

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