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Storytelling, herramienta de comunicación

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Todos hemos observado cómo un niño de dos o tres años puede obsesionarse con un mismo cuento. Insiste una y otra vez en que le relaten la misma historia, con un seguimiento tan meticuloso que cualquier desviación del relato original genera su protesta.

Este comportamiento, aunque simple en apariencia, contiene una poderosa lección para la comunicación estratégica.

Esta conducta tiene una explicación. Los especialistas señalan que la repetición constante de una historia es el mecanismo que permite al niño reencontrarse con un entorno familiar después de explorar un mundo desconocido. Las historias condensan valores, normas y un marco comprensible que el niño asimila para construir certezas.

El recurso del storytelling

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Esta dinámica, lejos de ser exclusiva de la infancia, subyace en la naturaleza humana. En el ámbito de la comunicación, comprender este principio es clave: cuando las ideas se integran en un relato claro, conectamos emocionalmente con las audiencias y estructuramos un marco cognitivo que facilita la identificación y la acción.

Así, el storytelling no es solo un recurso narrativo, sino una herramienta estratégica para fortalecer el posicionamiento y la relevancia de las organizaciones.

En el diseño de una estrategia de comunicación, el relatola historia que queremos contar– se convierte en el eje central que articula la filosofía y los valores de la organización.

Es una forma de mostrar, más que decir, atributos clave como responsabilidad, innovación o calidad. Un relato sólido trasciende la simple información; construye significado y crea conexiones profundas con las audiencias.

Un ejemplo destacado de esta dinámica es el caso del álbum Debí Tirar Más Fotos”, del exponente urbano Bad Bunny. Este proyecto trasciende lo musical para posicionarse como una narrativa estratégica que conecta emocionalmente con su público objetivo.

https://resources.diariolibre.com/images/2025/02/02/bad-bunny-lanza-debi-tirar-mas-fotos.jpg

El álbum no solo apela a la nostalgia de los puertorriqueños al incorporar géneros tradicionales como la plena, la bomba y la salsa, sino que aborda temas universales para la diáspora latinoamericana: el costo de la vida, la vida en el extranjero y la identidad cultural.

En términos estratégicos, el éxito de esta narrativa radica en su autenticidad y coherencia. Bad Bunny construyó un relato en torno al puertorriqueño resiliente y soñador, integrando acciones que reforzaron esta idea.

Desde involucrar a jóvenes músicos locales para las percusiones hasta lanzar el proyecto a través de una campaña transmedia cuidadosamente diseñada y, sobre todo, ejecutada. El impacto fue claro: logró conectar con audiencias nuevas, incluso aquellas tradicionalmente reacias a la música urbana.

Estrategia transmedia

Para la consultoría en comunicación, este caso es un recordatorio del valor de las narrativas integradas. La estrategia transmedia permite que cada acción -desde una publicación en redes sociales hasta apariciones mediáticas- sume piezas a un relato coherente y consistente.

En este caso, la narrativa del álbum comenzó con un video de expectativas en diciembre, siguió con hashtags que las redes hicieron virales y alcanzó espacios internacionales como el programa de Jimmy Fallon. Este nivel de integración asegura que el mensaje sea consistente y resuene en múltiples audiencias.

Las marcas líderes comprenden este principio. Coca-Cola no vende solo refrescos, vende «felicidad». Nike no promociona solo calzado, sino historias de superación personal. Hermès, a través de su exclusividad cuidadosamente diseñada, no ofrece únicamente bolsos, sino un estatus aspiracional.

Estos ejemplos muestran cómo un relato estratégicamente bien contado puede definir la percepción de una marca y consolidar su relación con el público.

En comunicación, el storytelling debe entenderse como una herramienta para construir las reglas de compromiso entre las organizaciones y sus audiencias. Estas reglas, si son claras y se comunican adecuadamente, establecen una relación de confianza y lealtad, fundamentales en un entorno competitivo.

El impacto del storytelling en la comunicación corporativa no radica en la cantidad de historias contadas, sino en la capacidad de construir relatos estratégicos que plasmen la esencia de una organización en conexiones significativas.

Un buen relato no solo informa; transforma percepciones, genera engagement y fortalece la posición de las marcas en el mercado y su conexión con sus audiencias.

​ Revista, Buena vida, Luis Rubio Sánchez, Santo Domingo, Storytelling, Estrategias de comunicación, Debí tirar más fotos Todos hemos observado cómo un niño de dos o tres años puede obsesionarse con un mismo cuento. Insiste una y otra vez en que le relaten la misma historia, con un seguimiento tan meticuloso que cualquier desviación del relato original genera su protesta. Este comportamiento, aunque simple en apariencia, contiene una poderosa lección para la comunicación estratégica.Esta conducta tiene una explicación. Los especialistas señalan que la repetición constante de una historia es el mecanismo que permite al niño reencontrarse con un entorno familiar después de explorar un mundo desconocido. Las historias condensan valores, normas y un marco comprensible que el niño asimila para construir certezas.El recurso del storytellinghttps://resources.diariolibre.com/images/2025/02/02/shutterstock-2504652517.jpgEsta dinámica, lejos de ser exclusiva de la infancia, subyace en la naturaleza humana. En el ámbito de la comunicación, comprender este principio es clave: cuando las ideas se integran en un relato claro, conectamos emocionalmente con las audiencias y estructuramos un marco cognitivo que facilita la identificación y la acción. Así, el storytelling no es solo un recurso narrativo, sino una herramienta estratégica para fortalecer el posicionamiento y la relevancia de las organizaciones.En el diseño de una estrategia de comunicación, el relato -la historia que queremos contar- se convierte en el eje central que articula la filosofía y los valores de la organización. Es una forma de mostrar, más que decir, atributos clave como responsabilidad, innovación o calidad. Un relato sólido trasciende la simple información; construye significado y crea conexiones profundas con las audiencias.Un ejemplo destacado de esta dinámica es el caso del álbum “Debí Tirar Más Fotos”, del exponente urbano Bad Bunny. Este proyecto trasciende lo musical para posicionarse como una narrativa estratégica que conecta emocionalmente con su público objetivo.https://resources.diariolibre.com/images/2025/02/02/bad-bunny-lanza-debi-tirar-mas-fotos.jpgEl álbum no solo apela a la nostalgia de los puertorriqueños al incorporar géneros tradicionales como la plena, la bomba y la salsa, sino que aborda temas universales para la diáspora latinoamericana: el costo de la vida, la vida en el extranjero y la identidad cultural.En términos estratégicos, el éxito de esta narrativa radica en su autenticidad y coherencia. Bad Bunny construyó un relato en torno al puertorriqueño resiliente y soñador, integrando acciones que reforzaron esta idea. Desde involucrar a jóvenes músicos locales para las percusiones hasta lanzar el proyecto a través de una campaña transmedia cuidadosamente diseñada y, sobre todo, ejecutada. El impacto fue claro: logró conectar con audiencias nuevas, incluso aquellas tradicionalmente reacias a la música urbana.Estrategia transmediaPara la consultoría en comunicación, este caso es un recordatorio del valor de las narrativas integradas. La estrategia transmedia permite que cada acción -desde una publicación en redes sociales hasta apariciones mediáticas- sume piezas a un relato coherente y consistente. En este caso, la narrativa del álbum comenzó con un video de expectativas en diciembre, siguió con hashtags que las redes hicieron virales y alcanzó espacios internacionales como el programa de Jimmy Fallon. Este nivel de integración asegura que el mensaje sea consistente y resuene en múltiples audiencias.Las marcas líderes comprenden este principio. Coca-Cola no vende solo refrescos, vende «felicidad». Nike no promociona solo calzado, sino historias de superación personal. Hermès, a través de su exclusividad cuidadosamente diseñada, no ofrece únicamente bolsos, sino un estatus aspiracional. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Hermès (@hermes) Estos ejemplos muestran cómo un relato estratégicamente bien contado puede definir la percepción de una marca y consolidar su relación con el público.En comunicación, el storytelling debe entenderse como una herramienta para construir las reglas de compromiso entre las organizaciones y sus audiencias. Estas reglas, si son claras y se comunican adecuadamente, establecen una relación de confianza y lealtad, fundamentales en un entorno competitivo.El impacto del storytelling en la comunicación corporativa no radica en la cantidad de historias contadas, sino en la capacidad de construir relatos estratégicos que plasmen la esencia de una organización en conexiones significativas. Un buen relato no solo informa; transforma percepciones, genera engagement y fortalece la posición de las marcas en el mercado y su conexión con sus audiencias. Leer más Crisis y redes sociales: ¿aliadas o enemigas de la reputación? 

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