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5 claves para desengancharte del azúcar

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El azúcar, uno de los ingredientes más consumidos a nivel global, ha sido identificado como uno de los principales culpables de muchas enfermedades crónicas.

Y es que el consumo del llamado «asesino silencioso» ha aumentado a escala mundial. Según Statista, la ingesta global de azúcar ascendió a unos 177.3 millones de toneladas métricas en la temporada 2023/2024, lo que supuso un incremento de aproximadamente 1.3 millones con respecto a la cantidad ingerida durante el año anterior.

La India fue el país que más consumió azúcar, seguido de la Unión Europea y China.

Esta constante tendencia creciente ha hecho saltar todas las alarmas debido a los efectos negativos de su abuso en la salud, que van desde el acné, los problemas de memoria y las enfermedades mentales –como depresión o ansiedad– hasta el deterioro cognitivo detrás del Alzhéimer y las enfermedades endocrinas y metabólicas.

https://resources.diariolibre.com/images/2025/02/02/shutterstock-2313939005.jpg

Entre estas últimas se encuentra la diabetes –una de las diez principales causas de mortalidad en el mundo–, que en 2021 afectaba ya a cerca de 540 millones de personas en todo el mundo.

Lo peor es que las previsiones apuntan a que este volumen sea aún mayor durante 2024/2025, llegando a situarse en torno a los 179 millones de toneladas métricas. Un número que se incrementará en más de 240 millones en los próximos años hasta rozar los 785 millones en 2045.

Por qué es tan malo el consumo de azúcar

A diferencia del azúcar conocido como bueno (el que llevan naturalmente los propios alimentos), el consumo de azúcares añadidos puede provocar infinidad de problemas de salud: sobrepeso u obesidad, aumento de triglicéridos y problemas de hígado graso, caries dentales, resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.

A su vez, esta última puede causar enfermedades cardíacas variadas.

«Hay patologías crónicas que tardan años en gestarse. Muchas veces pensamos que estilos de vida poco saludables siendo jóvenes no nos afectan porque nos sentimos bien y las pruebas médicas salen estupendas. La verdad es que las patologías crónicas como las enfermedades neurodegenerativas, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer se van formando poco a poco y son indetectables al principio», alerta Diana A. Díaz Rizzolo, profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

La diabetes tipo 2, ejemplifica Díaz Rizzolo, es una enfermedad que se gesta silenciosamente durante años. Por eso, el riesgo de sufrirla en edades avanzadas es más alto porque se llevan más años perpetuando conductas poco saludables.

«Además, con la vejez, aparecen otras condiciones como la ralentización del metabolismo, la pérdida de masa muscular, el deterioro funcional o incluso las medicaciones que se toman, que empeoran todos estos procesos todavía más».

Por esta razón, insiste la experta, es importante eliminar al máximo posible el azúcar añadido en edades tempranas y, especialmente, en edades avanzadas.

Claves para disminuir su consumo

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Pero ¿cuáles son las claves para mantener el azúcar a raya? Estos cinco pasos pueden ayudarte:

1. Disminuir el umbral del dulzor que tiene cada persona

«Podemos empezar reduciendo progresivamente el azúcar o ayudándonos del uso de edulcorantes acalóricos como proceso intermedio para acabar acostumbrándonos al sabor natural de los alimentos» apunta Díaz Rizzolo.

2. Invertir más tiempo en el supermercado leyendo etiquetas de alimentos

Hay numerosos alimentos a los que se les añade azúcar y el consumidor no lo sabe. «Son productos procesados muy diversos: salsas, aderezos, panes, embutidos, cereales de desayuno o yogures, entre otros muchos», especifica Díaz Rizzolo. Para detectarlos es clave leer las etiquetas.

«Inicialmente, supondrá mucho tiempo, pero una vez tengamos claro qué alimentos sí y cuáles no, ya iremos a tiro hecho», asegura la experta, que lamenta que la responsabilidad recaiga en el consumidor porque las políticas sobre marketing en la industria alimentaria son todavía «demasiado laxas».

3. Priorizar alimentos frescos y mínimamente procesados

«Cuantos menos alimentos ultraprocesados entren en nuestra dieta, más difícil será que nos la cuelen con nombres de etiquetajes imposibles de descifrar».

4. Predicar con el ejemplo en casa desde pequeños

Muchas conductas alimentarias, deja claro Díaz Rizzolo, son por repetición y nuestros pequeños incluirán hábitos que nosotros les inculquemos con nuestros actos.

5. Ser conscientes de que las respuestas cerebrales placenteras al azúcar son momentáneas

«Su consumo no nos hace más felices, sino que activa vías de señalización semejantes a algunas drogas recreativas, por lo que podemos decir que nos hace adictos«, advierte la experta.

​ Revista, Buena vida, Beatriz Bienzobas, Santo Domingo, Salud, Consumo, Azúcar, Statista, azúcar El azúcar, uno de los ingredientes más consumidos a nivel global, ha sido identificado como uno de los principales culpables de muchas enfermedades crónicas.Y es que el consumo del llamado «asesino silencioso» ha aumentado a escala mundial. Según Statista, la ingesta global de azúcar ascendió a unos 177.3 millones de toneladas métricas en la temporada 2023/2024, lo que supuso un incremento de aproximadamente 1.3 millones con respecto a la cantidad ingerida durante el año anterior.La India fue el país que más consumió azúcar, seguido de la Unión Europea y China.Esta constante tendencia creciente ha hecho saltar todas las alarmas debido a los efectos negativos de su abuso en la salud, que van desde el acné, los problemas de memoria y las enfermedades mentales –como depresión o ansiedad– hasta el deterioro cognitivo detrás del Alzhéimer y las enfermedades endocrinas y metabólicas.https://resources.diariolibre.com/images/2025/02/02/shutterstock-2313939005.jpgEntre estas últimas se encuentra la diabetes –una de las diez principales causas de mortalidad en el mundo–, que en 2021 afectaba ya a cerca de 540 millones de personas en todo el mundo.Lo peor es que las previsiones apuntan a que este volumen sea aún mayor durante 2024/2025, llegando a situarse en torno a los 179 millones de toneladas métricas. Un número que se incrementará en más de 240 millones en los próximos años hasta rozar los 785 millones en 2045.Por qué es tan malo el consumo de azúcarA diferencia del azúcar conocido como bueno (el que llevan naturalmente los propios alimentos), el consumo de azúcares añadidos puede provocar infinidad de problemas de salud: sobrepeso u obesidad, aumento de triglicéridos y problemas de hígado graso, caries dentales, resistencia a la insulina o diabetes tipo 2. A su vez, esta última puede causar enfermedades cardíacas variadas.»Hay patologías crónicas que tardan años en gestarse. Muchas veces pensamos que estilos de vida poco saludables siendo jóvenes no nos afectan porque nos sentimos bien y las pruebas médicas salen estupendas. La verdad es que las patologías crónicas como las enfermedades neurodegenerativas, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer se van formando poco a poco y son indetectables al principio», alerta Diana A. Díaz Rizzolo, profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).La diabetes tipo 2, ejemplifica Díaz Rizzolo, es una enfermedad que se gesta silenciosamente durante años. Por eso, el riesgo de sufrirla en edades avanzadas es más alto porque se llevan más años perpetuando conductas poco saludables.»Además, con la vejez, aparecen otras condiciones como la ralentización del metabolismo, la pérdida de masa muscular, el deterioro funcional o incluso las medicaciones que se toman, que empeoran todos estos procesos todavía más». Por esta razón, insiste la experta, es importante eliminar al máximo posible el azúcar añadido en edades tempranas y, especialmente, en edades avanzadas.Claves para disminuir su consumohttps://resources.diariolibre.com/images/2025/02/02/shutterstock-2172436391.jpgPero ¿cuáles son las claves para mantener el azúcar a raya? Estos cinco pasos pueden ayudarte:1. Disminuir el umbral del dulzor que tiene cada persona»Podemos empezar reduciendo progresivamente el azúcar o ayudándonos del uso de edulcorantes acalóricos como proceso intermedio para acabar acostumbrándonos al sabor natural de los alimentos» apunta Díaz Rizzolo.2. Invertir más tiempo en el supermercado leyendo etiquetas de alimentosHay numerosos alimentos a los que se les añade azúcar y el consumidor no lo sabe. «Son productos procesados muy diversos: salsas, aderezos, panes, embutidos, cereales de desayuno o yogures, entre otros muchos», especifica Díaz Rizzolo. Para detectarlos es clave leer las etiquetas. «Inicialmente, supondrá mucho tiempo, pero una vez tengamos claro qué alimentos sí y cuáles no, ya iremos a tiro hecho», asegura la experta, que lamenta que la responsabilidad recaiga en el consumidor porque las políticas sobre marketing en la industria alimentaria son todavía «demasiado laxas».3. Priorizar alimentos frescos y mínimamente procesados «Cuantos menos alimentos ultraprocesados entren en nuestra dieta, más difícil será que nos la cuelen con nombres de etiquetajes imposibles de descifrar».4. Predicar con el ejemplo en casa desde pequeñosMuchas conductas alimentarias, deja claro Díaz Rizzolo, son por repetición y nuestros pequeños incluirán hábitos que nosotros les inculquemos con nuestros actos.5. Ser conscientes de que las respuestas cerebrales placenteras al azúcar son momentáneas»Su consumo no nos hace más felices, sino que activa vías de señalización semejantes a algunas drogas recreativas, por lo que podemos decir que nos hace adictos», advierte la experta. Leer más ¿Cuáles alimentos afectan los niveles de azúcar en sangre?   

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