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Así de duras son para un fotógrafo las 24 Horas de Daytona
Si crees que conducir en una carrera de 24 horas es duro, prueba a fotografiarla. No tienes un compañero con el que compartir las tareas, ni un equipo que te apoye. No hay otra forma de desplazarse por la pista que no sea por tus propios pies. Las condiciones, desde la luz hasta el tiempo y la temperatura, cambian constantemente. Aquí es donde prospera el fotógrafo Camden Thrasher.Seguir a …Sigue leyendo
Si crees que conducir en una carrera de 24 horas es duro, prueba a fotografiarla. No tienes un compañero con el que compartir las tareas, ni un equipo que te apoye. No hay otra forma de desplazarse por la pista que no sea por tus propios pies. Las condiciones, desde la luz hasta el tiempo y la temperatura, cambian constantemente. Aquí es donde prospera el fotógrafo Camden Thrasher.Seguir a …Sigue leyendo
Si crees que conducir en una carrera de 24 horas es duro, prueba a fotografiarla. No tienes un compañero con el que compartir las tareas, ni un equipo que te apoye. No hay otra forma de desplazarse por la pista que no sea por tus propios pies. Las condiciones, desde la luz hasta el tiempo y la temperatura, cambian constantemente. Aquí es donde prospera el fotógrafo Camden Thrasher.
Seguir a este profesional en Instagram es una manera fácil de añadir algo de asombro a tu rutina. Sus fotografías en el motorsport sobrepasan los límites del trabajo; sus tomas están llenas de movimiento visceral y son el resultado de días -años, en realidad- dedicados a buscar ángulos que nadie más conoce.
Últimamente, Thrasher ha estado fotografiando para AO Racing, lo que significa que está en Daytona este fin de semana para las 24 Horas, su 14ª vez trabajando en esta carrera de día a noche. A continuación, te explicamos cómo supera una prueba agotadora y sin descanso como una máquina de crear imágenes.
Lleva sólo lo que funciona
El equipo fotográfico de Thrasher no es especial en sí mismo: lleva un puñado de cámaras, una selección de objetivos, baterías, tarjetas de memoria y un ordenador portátil. En una carrera como las 24 Horas de Daytona tomará hasta 10.000 fotos, así que el factor más importante para su equipo es que sobreviva. Antes de salir de casa, se asegura de que todo esté limpio y operativo.
«Muchas de mis cosas están rotas de una forma u otra, así que me aseguro de que estén lo suficientemente intactas como para poder utilizarlas y, si no, me las llevo por el camino«, afirma.
Andar, su forma de transporte
Thrasher es, fundamentalmente, un improvisador. Se apoya en sus décadas de experiencia como fotógrafo de carreras para saber lo que funciona (los ángulos, la iluminación, las curvas en las que el coche se alineará justo con la puesta de sol), aunque también es consciente de que gran parte del trabajo consiste en improvisar. «Me permito reaccionar a lo que sucede y, si algo me lleva en una dirección u otra, me dejo llevar», dice.
En las 24 Horas de Daytona, prefiere caminar en lugar de utilizar un scooter eléctrico o un carrito de golf para desplazarse por la pista, aunque reconoce que puede tardar «una eternidad» en ir de un sitio a otro. «Veo cosas por el camino cuando ando, y puedo responder a eso dentro de mi trabajo, fotografiando lo que me parece interesante». Así, registrará entre 16 y 24 kilómetros de pasos durante toda la carrera.
Al menos Daytona, comparado con otros circuitos de resistencia, es bastante compacto. El trayecto más molesto para Thrasher es esperar a que una lanzadera vaya del ‘infield’ (parte interna) al ‘outfield’ (la parte del óvalo).
Dispara a los coches, luego cuenta ovejas
Técnicamente, para Thrasher, el trabajo comienza una semana antes, ya que trabaja en el ‘Roar’ previo a las 24 Horas -efectivamente, un fin de semana de pruebas y desarrollo- fotografiando al equipo y haciendo retratos de pilotos y coches. Al menos, cuando puede: el reto del fin de semana del Roar para él es hacer fotos mientras el equipo trabaja. Aunque durante esas pruebas previas los coches están a menudo en la pista, Thrasher dice que tiene que evitar fotografiar demasiada acción. «Hay mucho que hacer, pero intentar mantener el ritmo sabiendo que tienes una carrera muy larga que documentar es la clave«.
Luego viene lo realmente importante: el fin de semana de la carrera. En las 24 Horas de Daytona, la bandera verde se da a las 13:40 horas locales (19:40 en España), pero el día de trabajo empieza mucho antes, con Thrasher grabando la preparación del equipo, explorando la pista y preparándose para la salida.
Por la noche es cuando empieza realmente la diversión: la pista ubicada en Florida por la noche ofrece oportunidades para la creatividad, ya que está muy bien iluminada. También hay una colorida noria en el ‘infield’ y luces interesantes en los elaborados campings que bordean la mitad trasera del trazado. «Hay un montón de cosas raras que se pueden hacer por la noche», comenta Thrasher.
Por suerte, hay suficientes horas para experimentar y descansar: la oscuridad dura 13 horas en Daytona, lo que es una bendición para Thrasher. Con una noche tan larga, puede permitirse al menos un pequeño descanso, ya que las condiciones de luz no cambian mucho. Esto hace que Daytona sea más fácil que, por ejemplo, las 24 Horas de Le Mans, en las que sólo hay unas ocho horas de oscuridad. Thrasher necesita la energía suficiente para levantarse temprano y trabajar hasta el final de la carrera, especialmente en la era moderna, en la que las pruebas de 24 horas a menudo llegan vivas hasta la línea de meta.
Las horas posteriores al amanecer pueden ser las más difíciles: el agotamiento empieza a hacer mella y las condiciones de luz son cada vez menos ideales para fotografiar algo mágico. Puede parecer contrario a la intuición, pero una vez que el sol ha salido del todo, las fotos empiezan a tener el mismo aspecto.
IMSA, el rugido antes de las 24
Fotografía de: Camden Thrasher
Múltiples paradas en boxes
Aproximadamente cada seis horas, Thrasher se detiene en el centro de prensa (donde existe el mejor -y a veces el único- wifi) para procesar las fotos y enviar las mejores a AO Racing. Esa es una de las ventajas de una carrera de 24 horas: tiempo de sobra para hacer fotos entre un tramo y otro.
Por supuesto, todo ese tiempo implica la necesidad de encontrar comida. Thrasher se apresura a señalar que el Daytona International Speedway ofrece buenas comidas a los medios de comunicación, pero no siempre es conveniente sentarse con un plato lleno. También lleva sus propios tentempiés, pero como él reconoce: «Para ser sincero, como un montón de basura. No es genial». En Daytona, lo que más le apetece es un sándwich de queso a la parrilla a las 3 de la mañana con el equipo en el pitlane.
IMSA, el rugido antes de las 24
Foto de: Camden Thrasher
Capturar el gran final
El final de la carrera depende totalmente de cómo vayan los coches del equipo. Thrasher dice que a veces las escuderías no quieren que haya un fotógrafo entrometido en los boxes hacia la parte decisiva, si las cosas van mal. Por otro lado, cuando la carrera va bien, hay momentos mágicos: el personal de boxes al borde del asiento, los abrazos del equipo, los pilotos exultantes. Una toma gran angular desde el pitlane puede captar todo el desfile triunfal, y si el equipo sube al podio, hay aún más que fotografiar.
En ese momento, con todo el mundo empapado en champán o, al menos, dándose la mano por una carrera bien hecha, es cuando aún tiene más trabajo que hacer. Revisará todo lo que ha capturado, editará las fotos con más consideración, encontrará tomas fuertes que podría haber pasado por alto antes y se asegurará de que su equipo tenga su mejor trabajo. En el mejor de los casos, trabajará hasta el atardecer.
Para Thrasher, no se trata de las 24 horas de Daytona, sino más bien de las 30 y pico horas de Daytona. Y todo en una jornada de trabajo.
Camden Thrasher con Rexy de AO Racing en el Roar
En este artículo
Chris Perkins
IMSA
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